3

1.3K 128 7
                                        

Me pasó el cigarro con cuidado de que la ceniza no cayese por encima de mi colcha.

La gira estaba yendo bien, tan bien que habían decidido extenderla a más ciudades, por lo que cada vez que nos veíamos era mucho más efímera que la anterior, sin embargo, bajo ningún concepto estábamos dispuestos a renunciar el uno del otro.

Le di una calada al cigarro y sentí un un roce liviano en mi espalda, casi como si el anhelo se hubiese personificado. Entonces, una pequeña presión de los labios de Juanjo sobre mi hombro.

"¿Me matarías si te dijese que he escrito una canción sobre ti?" me susurró, impidiéndome entenderle con claridad.

"Depende de como sea la canción, no puedo permitir que la gente piense que soy un cabronazo." le dije bromeando.

"No entiendo por qué pensarías que te escribiría una canción que no fuese de amor."

Y ese era el problema, que Juanjo siempre me decía cosas que me ponían los pelos de punta. Eramos amigos, ¿No pasaban estos comentarios esa línea con creces? Sí, a veces teníamos sexo o nos besábamos, pero claro, eso es mera pasión. Habíamos hablado mucho del tema, la monogamia siempre se nos había sido impuesta y quizás lo que queríamos era ser libres sin ataduras. Además, Juanjo siempre había evitado utilizar etiquetas sobre su identidad y me lo repetía a menudo: "No entiendo por qué cojones encasillarme, yo beso a quien me da la gana y punto."

Aunque yo, en el fondo, sabía que me estaba tratando de autoconvencer sobre el tema del amor libre. En el fondo era demasiado tradicional, quizás, pues estaba a favor de este tipo de relaciones, sin embargo a la hora de tenerlas yo me costaba. Y me estaba costando, sobre todo teniendo en cuenta los pensamientos recurrentes que tenía sobre Juanjo en el fondo de mi mente.

Después de un rato en silencio cambié de tema.

"He visto las noticias. Dicen que estás liado con la chica esta, que no me acuerdo cómo se llama, la rubita-" no pude terminar de hablar porque acto seguido Juanjo me interrumpió.

"Martin no le hagas ni puto caso a la prensa, por favor. No es verdad. Espero que tú no te creas todas las barbaridades que dicen sobre mí."

Lo único que me salió hacer fue apagar el cigarro en el cenicero, darme la vuelta y envolverle en un abrazo. Sabía que era un tema peliagudo, y siempre trataba de no sacarlo. No sabía que mosca me había picado, pero me arrepentí al instante de que esas palabras hubiesen salido de mi boca.

"Juanjo la única persona de la que me creo las cosas eres tú. Sólo te he preguntado por saber, pero ya sabes que no le doy ni un poco de validez a esta basura de prensa." Antes siempre era un avido lector de prensa rosa, casi como un placer culposo, sin embargo cuando empecé a acercarme a Juanjo y ví las barbaridades que se inventaban sobre él, comencé a sentir latente rechazo por esta.

En respuesta, me sonrió ampliamente, aunque un tanto apenado.

"Igualmente, si alguna vez tienes alguna duda sobre algo que digan me lo puedes preguntar. Se que he saltado un poco ahora y no debería haberlo hecho."

"No pasa nada, es normal que te pongas a la defensiva."

"A veces creo que me ves como algo idílico." Dijo Juanjo mientras miraba hacia un lado. "Siempre excusas todo lo que hago."

"Odio cómo te hace sentir la exposición mediática. Siento una necesidad de protegerte de todo, es por eso." Me sinceré.

"Sigue sin ser una excusa. No deberías permitirme que te hable mal porque me ponga a la defensiva cuando tú lo único que haces es apoyarme."

"Juanjo es que lo entiendo. Tienes que descargarlo en alguien y te sientes lo suficientemente cómodo para hacerlo conmigo. Y no me acuses de romantizarlo, porque evidentemente no me gusta que lo hagas en absoluto, sin embargo creo que entra dentro de tu proceso evolutivo y lo quiero respetar. Pero bueno, que si te hace sentir mejor que te eche la bronca por eso, lo haré."

"Me haría sentir menos egoísta."

Algo le pasaba, estaba claro, pues tenía la mirada completamente perdida.

"Dices tú que te tengo completamente idealizado pero lo mismo te digo en sentido contrario. No soy un santo, Juanjo, hago más cosas mal que bien, y no pasa nada porque de eso se trata ser humano a veces. Ni todo es blanco ni todo es negro. Yo sé que piensas así y que te ha tocado la lotería por juntarte con el 'buenazo' de Martin pero es que no es así. Lo que pasa es que te hago bien y sólo puedes ver lo positivo. Me pasa lo mismo contigo."

Juanjo me miró de soslayo y me agarró del brazo para tirarme a su lado.

"A veces eres un artista con las palabras también."

"Y tú un intenso." Le respondí, riéndome.

"No estás para hablar." Me reprendió. "Especialmente con la chapa que me acabas de dar."

"Puede que tengas razón. Deberíamos dormir."

Juanjo asintió mientras se movía a su lado designado de la cama y me rodeaba con sus brazos por la cintura.

"Me encanta hablar contigo, Martin" Finalizó la conversación, dándome un beso en la nuca que me dió un escalofrío.

"A mí también."

Sólo había una cosa que estaba clara, y es que un día de estos iba a volverme loco. La situación me estaba sobrepasando.

delicateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora