En las tres semanas del curso ya había oído suficientes rumores sobre él: chismorreo en el baño de chicas, Ethan, de 2 profesores en el control escolar y el colmo, hasta la advertencia directa de Fezco un dealer, pero ninguno le interesó mucho. Por lo menos no hasta que uno de esos molestos rumores no la involucre.
Qué pasa por la cabeza de alguien que es un perfecto idiota con todo el mundo excepto contigo. Nathaniel Jacobs tenía la reputación de ser más duro que una piedra y sin embargo parecía comprensivo y hasta tierno cuando estaba a solas con ella.
"¿Realmente sería un escándalo si los demás me vieran interactuando con él en público?" esa y otras preguntas se hacía Birdie mientras observaba minuciosamente su imagen frente al espejo, su punto fuerte siempre han sido sus piernas largas y estilizadas, con muslos firmes bien torneados. Ya se le había hecho tarde por poner extra cuidado en la elección de su atuendo y accesorios. Para hoy eligió una falda recta que le llegaba a mitad de los muslos, de cintura alta, un cierre al frente con estampado estilo tartán rojo y un top de mangas largas negro que dejaba al descubierto parte su abdomen y sus inseparables botas Dr. Martens. Sin saberlo, estaba en camino de ser el epicentro de todas las miradas hoy, aunque para ser honesta ella sólo estaba esperando encontrarse con una en particular, pero como verán aún no era el momento de reconocerlo.
Tuvo que correr para llegar a la clase de cálculo, como si fuera el primer día entró al salón que ya estaba lleno y se excuso con el profesor, no pasó desapercibido para Nate lo atractiva que se veía, aclaró su garganta al verla pasar para tomar asiento y extendió su dedo meñique rozando el dorso de su mano, ella sólo respondió con una sonrisa.
Durante las siguientes clases se lanzaron miradas furtivas, fumaron en su camioneta en el segundo receso y después ella pasó el rato con Ethan que ya planeaba las últimas salidas de fiesta antes del inicio del ciclo escolar. Era palpable la emoción en su cara, sin duda es un buen chico con un sentido del humor particular que le recordaba a Miles su mejor amigo, por eso le agradaba tenerlo cerca. Claro que esa buena vibra cambiaba en cuanto su nuevo amigo aparecía en escena, porque le enviaba mensajes sarcásticos y tenía que hacer un esfuerzo por parecer interesada en lo que Ethan decía y no echarse a reír.
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Birdie POV.
Estos últimos días del curso serán los más aburridos sin duda, algunos profesores ya sólo quieren matar tiempo porque concluimos el temario, otros nos obligan a repasar guías de estudio, en todo caso la mayoría está retrasando el examen porque es necesario acreditar también las asistencias. Uno de esos pesados es el profesor de literatura, para matar tiempo nos llevó a la sala audiovisual a ver Romeo y Julieta de 1968, mi versión favorita.
Y es que los amores trágicos siempre han sido mi debilidad, la he visto tantas veces que puedo hasta recitar los diálogos de memoria. Una de las cosas que más disfrutaba cuando estaba en Broomfield era ir sola al cine los días de descanso, porque allí podía permitirme llorar sin que nadie me juzgara.
En cuanto entré elegí un lugar al centro en una de las últimas filas, podía escuchar los pasos de mis compañeros entrando y tomando asiento, mientras las luces se apagaban aproveché para enviarle un mensaje a Charlie, que al fin reapareció anoche con una infame llamada después de tres semanas tratando de contactarlo.
Mientras tipeaba sentí una mano firme sobre mi hombro
—¿Está ocupado?
Levanté la mirada y enseguida se acomodó a mi lado.
—¿Qué hay del qué dirán?
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