10. La reina de los castillos de arena.

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Birdie POV.

En toda mi vida muy pocas veces me había quedado sin palabras, normalmente prefería escuchar y juzgar en silencio, pero estar en la posición de no saber qué decir o cómo hacerlo porque no encontraba las palabras es algo a lo que no estaba acostumbrada.

Baje la escalera esperando que corriera tras de mí, que dijera algo lo que fuera, pero que no me dejara ir.

No sucedió.

Cómo era posible que un beso despertara cosas que no había estado sintiendo con Charlie. Sé que no es el mejor de los novios pero de verdad lo amo y una parte de mí siente que lo traicioné, no sólo por besar a otro sino porque en el fondo sentía que tarde o temprano esto iba a suceder.

Si lo pensaba detenidamente no era tan grave y la única forma de que mi novio lo supiera era si yo misma se lo confesaba. Me estaba volviendo una mentirosa consumada, en estos momentos sólo quería verlo y comprobarme a mí misma que todo seguía igual entre nosotros, que no había significado nada y pasar la página de una vez.

Le llamé una, dos, tres veces, hasta que perdí la cuenta de cuántas lo intenté y jamás me respondió.

Necesitaba que me diera razones por las que ese beso no significaba nada, quería una respuesta que sólo estaba dentro de mí.

Caminé hasta mi casa, hice el menor ruido posible al llegar para no despertar a papá. Me quedé dormida pensando en como había estado viviendo mi vida en bucle hasta que Nate apareció y le dio un vuelco.

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La segunda semana de clases inició y Birdie se enfrentó a la odiosa selección de una actividad extra escolar. Como no le gustaba la clase de gimnasia cualquier deporte era impensable, también había descartado la posibilidad de convertirse en porrista y tampoco estaba interesada en ser parte de la banda de la escuela, así que decidió entrar al taller de teatro con Ethan.

El primer paso fue llenar el formato de ingreso que le proporcionaron en el control escolar y ahora debía ir entregarlo a la oficina del profesor de teatro el Sr. Robinson, un tipo cuarentón de facciones amables, anteojos de carey y bigote espeso, con un marcado acento británico.

—Somos un grupo pequeño pero muy activo. ¿Tienes alguna experiencia previa en artes escénicas?

—Actuando no, señor.

—Alguna otra cosa, ¿oratoria tal vez?

—Tomé clases de danza de pequeña.

Su mirada dubitativa la hizo pensar que la rechazaría.

—Bien, no te preocupes, el equipo es muy unido y todo el tiempo hacemos ejercicios para mejorar la expresión corporal y escénica.

THE  BROKEN  ONES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora