Ya habíamos despertado, era temprano por la mañana y ya estábamos listas para ir a la escuela. Llevaba una falda rosa con un sweter beige y unas botas marrones, Estela y mi hermana estaban en la puerta listas para irse.
-¿Estas lista?-me pregunto Estela.
-Sí, supongo-dije sin mucho ánimo caminando hacia la puerta, tome mi mochila y salimos. Bajamos las escaleras y salimos de la casa. La verdad no era una casa, era un piso en él habían varios departamentos donde vivías diferentes familias.
Íbamos caminando por las calles y habían muchas personas por las calles, vimos a varias señoras pasar junto a nosotras trotando y otra chica paseando unos perros.
-No lo olviden, nada de magia-dijo Estela mientras caminaba junto a Mónica. Yo rodé los ojos, luego vi una señora arreglando su jardín y utilice uno de mis dones para que una maceta flotará. La señora al voltear vio la maseta asustada, pero un segundo después Mónica me vio.
-¿Qué crees que haces?-me susurro para que Estela no me viera, ella estaba distraída frente a nosotras escuchando música con su teléfono-Baja eso ahora-me dijo.
-Ok-le dije con ironía e hice que la maceta cayera frente a la señora y seguí con mi camino como si nada.
-Camila, aquí no se puede usar magia-me dijo Mónica.
-Mamá y la tía Zoe dijeron, "Nada de varitas y escobas" no dijeron que no podía utilizar mis dones-le dije irónicamente.
-Es lo mismo, nada de magia también se refiere a los dones, escúchame sé que no quieres estar aquí y es difícil para ti la adaptación a un nuevo lugar pero, por favor, no te metas en problemas-me dijo y apresuro el paso junto a Estela.
La verdad no me sentía nada feliz con este nuevo lugar, el mundo humano era diferente al mundo mágico, no habían personas volando ni haciendo magia, todo era super aburrido, la verdad me preguntaba si habían más seres mágicos como nosotros escondidos por la ciudad, incluso si habían en la escuela.
Acabábamos de llegar a la escuela, era un gran edificio de ladrillos. Habían muchos chicos entrando por la puerta de vidrio, en ese lugar me sentía extraña y algo excluida, Estela y Mónica tenían la misma edad y cursaban el mismo año, así que no estaban solas, pero ¿Qué había de mí? No sabia ni dónde estaba mi salón.
-Bueno, ya llegamos, adiós Camila-me dijo Estela-Ven Mónica, vamos a nuestro salón-le dijo y ambas se fueron por el pasillo.
Iba caminando por el pasillo y note a una chica pasar por el pasillo, su cabello era negro como la noche, sus ojos azules, usaba una ropa algo reveladora para su edad y llevaba un maquillaje muy simple con un labial rosa en los labios. Llego a donde estaban unas chicas y arrojó sus libros al suelo-Recógelos-le dijo burlándose de ella en su cara.
-¡¿Qué te pasa Ashley?! ¿Acaso estas loca?-le grito una chica rubia. La chica pelinegra rodo los ojos y se fue caminando por el pasillo. Eso me enfureció muchísimo ¿Por qué le había hecho eso a la chica? Nadie la estaba molestando. En ese momento pensé en darle una lección pero luego recordé las palabras de mi hermana "No te metas en problemas", no podía dejar que nadie me descubriera haciendo magia, ni por más enojada que estaba. La chica volteo verme por un segundo y luego dirigió la vista a unos chicos que estaban en la puerta, rodeo su brazo alrededor de uno de ellos y se fueron.
Me acerque a una chica castaña y le pregunte-Disculpa, ¿Sabes donde esta el salón de 4to año? Es que soy nueva-
-¡Claro! Hola soy Cloe-me dijo sonriente-Ven, yo te acompaño a fin de cuentas, estudiamos juntas-me dijo.
-Oh que bueno, oye ¿Sabes quien era esa chica? La que arrojó los libros al suelo-le pregunte curiosa.
-Oh sí, es Ashley, es de lo peor, se cree mejor que todos en la escuela y lo peor de todo... estudia con nosotros-me dijo mientras entrabamos al salón.
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Mi pequeña bruja
FantasyCamila es una brujita que se muda del mundo mágico al mundo humano con su madre y hermana, en él conoce a muchas personas interesantes y hará grandes amigos como Cloe. Se enamorará habrá conflictos, rivalidades y conocera a otros seres mágicos como...