VIII: Bromas

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Había llegado a la escuela. Ese día había despertado muy triste, aún recordaba lo sucedido con Cloe y no sabía si debíamos seguir siendo amigas, por su seguridad.

Estaba junto a Mónica.

-Oye Camila, ¿De verdad estas segura que estas bien? Te ves algo... triste-me pregunto.

-Sí, estoy bien-le dije y entramos por la puerta, ella se fue a su salón y yo comencé a caminar por los pasillos. Volteaba a ver a todos y me veían fijamente con expresión de sorpresa y molestia-¿Qué les pasa?-me preguntaba.

-¡Hola!-me dijo Cloe llegando junto a mí.

-Oh, hola Cloe-le dije evitándola.

-Oye, espera ¿A dónde vas?-me pregunto siguiéndome por el pasillo.

-Lo siento, tengo prisa-le dije, aún recordaba las palabras de Mathew y tenía razón, debía alejarme de Cloe.

Llegué al salón y entre, esta vez no me senté donde siempre, fui hasta el final donde estaba Mathew y me senté junto a él. Cloe entro al salón y se veía desconcertada, ella no entendía porque no me había sentado a su lado ese día.

-Hola-le dije a Mathew. Él volteó a verme molesto, me observo de arriba abajo y desvió la mirada. Entendí perfectamente que no quería hablar conmigo.

-Lo siento, tal vez tengas razón, debo alejarme de ella-le dije.

-Tienes suerte de que siga viva-me dijo sin voltear a verme-Además, estas en problemas-me dijo.

-¿Qué?-le pregunte.

-Ashley le contó a toda la escuela lo que hiciste y ahora te las verás con ella-me dijo y trague saliva.

-Pero no fue mi culpa, Nick fue el que me invito a salir-le dije.

-Te lo dije Camila, debiste haber desaparecido y no volver nunca-me dijo.

Las clases prosiguieron con normalidad, Ashley estaba sentada junto a Nick y nunca volteo a verme, Cloe volteaba a verme de vez en cuando confundida, Mathew no me dirigió la palabra en toda la clase, estaba muy molesto conmigo. Yo me sentía muy mal, no quería estar lejos de Cloe y ahora toda la clase sabia de lo ocurrido con Nick.

-Y no olviden leer el capitulo 10-decía la profesora mientras salíamos del salón.

-Oye ¿Qué te sucede?-me pregunto Cloe alcanzándome.

-Creo que lo mejor será alejarnos, ayer casi hice que murieras y no quiero meterte más en problemas-le dije.

-¿Qué? No Camila, está bien, tú no hiciste nada-me dijo tomando mi hombro.

-Lo siento-le dije y me alejé caminando. Llegué a mi locker y lo abrí, al hacerlo una cubeta de agua cayó sobre mi cabeza.

Al voltear vi a todos riéndose detrás de mí-Que tonta-escuché decir a algunos, Cloe estaba al final del pasillo con la mano en la boca, se veía asombrada poco después Ashley se posó en frente de mí.

-Eso te pasa por meterte con mi novio-me dijo con los brazos cruzados y una sonrisa de satisfacción en su cara.

Estaba furiosa, quería convertirla en un sapo en ese momento, pero sabía que no podía. La vi molesta y me fui caminando por el pasillo, todos se estaba burlando de mí, mi cabello estaba empapado al igual que mi ropa. Me sentía humillada, pase junto a Cloe-Camila yo..-intento decirme pero la esquive y me seguí alejando. Lágrimas cayeron por mis ojos, ese día había sido humillada frente a toda la escuela y había perdido a mi única amiga.

Llegué al gimnasio y comencé a llorar, la última vez que lo hice fue cuando mi padre murió, me estaba secando el cabello con una toalla cuando Ashley apareció.

Mi pequeña brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora