IV: Sospechas

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Era fin de semana, Mónica y Estela salieron a dar un paseo por la ciudad y mamá salió junto con la tía Zoe al supermercado. Yo decidí quedarme sola en casa, me había quedado con Kitty la gata de Estela-Hola-le dije acariciando su cabeza. Aún pensaba en lo que había pasado con Cloe, no quería que me descubrierá pero tampoco estaba de acuerdo en que le gustara Mathew y él se aprovechara de eso-Desearía contarle la verdad-pensé

Estaba sentada en el sofá viendo mi "Teléfono" cuando voltee a ver nuestras escobas. Me levante y me acerque a ellas, estaban a un costado de la cocina-No debería hacerlo-me dije observando mi escoba. La verdad quería salir a volar un rato, pero sabía que no debía hacerlo.

-Lo intentare-me dije y tome mi escoba. Salí de la casa y bajé corriendo las escaleras, por suerte nadie me vio. Al estar afuera me asegure que nadie me viera y monte mi escoba-Bueno, ahí voy-me dije y salí volando.

Volé lo más alto que pude y lograba ver toda la ciudad, todo era igual a como lo recordaba, las personas en sus autos, los chicos caminando por las calles, los niños jugando en el parque, la verdad todo era muy bonito. Seguí volando durante un rato a través de las nubes, la verdad extrañaba esa sensación de poder sentir el viento en mi cara. Había llegado hasta un lugar de la ciudad cuando vi a una chica a través de una ventana, estaba sentada en un escritorio escribiendo en un cuaderno, al observarla bien noté que era Cloe.

-¿Cloe?-me pregunte y me acerque un poco más al edificio, pero no tanto para que no me viera.

Volteé hacia abajo y vi a un chico con unos lentes de sol y una rosa en las manos, era Mathew.

-¿Qué hace aquí? ¿Está es la casa de Cloe?-me pregunte. Mathew dejo la rosa en la puerta, toco el timbre y se fue. Al ver por la ventana, Cloe se levantó rápidamente y salió de la habitación, pocos segundos después, abrió la puerta, vio la rosa y la tomó, su cara se veía desconcertada. Volteo a ver al cielo y me vio-Ah-exclame y me escondí detrás de una nube. Ella seguía observando el cielo como si buscará algo.

-Debo irme-pensé, salí de mi escondite y me fui volando rápidamente.

Al bajar la vista note que Cloe me seguía viendo por detrás de las nubes, así que doble la esquina, baje la vista y la había perdido de vista, entre a casa por la ventana. Dejé la escoba en donde estaba y volví a sentarme en el sofá. Poco después mi teléfono sonó, al ver la pantalla vi un mensaje de Cloe, era un video.

"Tienes que ver esto" decía el mensaje. Lo abrí y era un video de algo volando en el cielo, sabía lo que era, era yo, Cloe me había grabado todo el camino. Luego Cloe comenzó a llamarme.

Comienzo de llamada:

-¿Lo viste?-pregunto Cloe

-Si lo vi-dijo Camila nerviosa.

-Era enorme, no sé lo que era, pero lo seguí por toda la ciudad y de pronto desapareció-le dijo.

-Cálmate de seguro era un pájaro o algo así-le dijo Camila.

-No Cami, era más que eso-le dijo.

-No deberías prestarle atención a eso-le dijo Camila.

-Bueno está bien, oye ¿Adivina que?-le pregunto.

-¿Qué pasa Cami?-le pregunto Camila.

-Encontré una rosa en la puerta de mi casa-le dijo.

-Oh y ¿Quién crees que fue?-pregunto Camila.

-No lo sé, pero lo descubriré-le dijo-Bueno adiós-le dijo y colgó

Fin de la llamada.

-¿Qué he hecho?-me pregunte, pero en ese momento entraron Mónica y Estela por la puerta.

-Oh, hola Camila-me dijo Mónica.

-¿Qué tal tu día?-me pregunto Estela.

Estaba nerviosa-Eh...-dije y volteé a ver las escobas-Aburrido-mentí con una sonrisa forzada.

-Bueno, ven hicimos unas compras-me dijo Estela dándome unas prendas de ropa-Son para ti-me dijo. Al verlas vi una hermosa camisa blanca con encaje y unos jeans holgados.

-Wow, gracias, la verdad lo siento, la próxima vez iré con ustedes-les dije, ambas se vieron mutuamente, me dirigieron una sonrisa y se fueron.

Mamá y la tía Zoe habían llegado del supermercado y yo estaba en mi habitación pensando en lo que había sucedido ese día. Cloe me había visto volando por la ciudad, Mathew le había regalado una rosa a Cloe, ella no sabía quién lo hizo, pero yo sí. Además, desobedecí las reglas de "Nada de escobas, ni varitas" y creo que había metido la pata.

Mi pequeña brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora