Real

Prologo

¿Quien sabe lo que hay dentro de la mente de un lector?, solo muy pocos tienen el privilegio de saberlo. Todos cuando me miran hacen una mueca de desagrado y luego siguen con sus vidas, pero, yo no he venido aquí a agradarle a nadie. Tampoco soy un chico de muchos amigos, de echo solo uno y me basta. Siempre digo que tener amigos es como los libros, no necesitas tener muchos, solo los mejores.

¿Que sabe la gente todo lo que provoca un buen libro?, tontos, se pierden de ese gran placer que nos regala la vida. Esta bien así, nadie me molesta, y si lo hacen no le tomo mucha importancia. Estoy bien.

Si, estoy bien.

Solo, en mi mundo, así estoy bien.

Odio a la gente entrometida, y conozco a alguien especial. Se metió en mi vida y la cambió. Lo odio.

Pude ver ese destello oscuro que salia por sus ojos, esa sonrisa burlona y esa risa sarcástica. Lo odio, con mi vida. Desde el primer momento, lo odie.

Lo odiaba.

Estupido.

Yo estaba bien.

Hasta que llegaste.

Yo estaba bien en mi mundo, viendo la vida de los personajes irreales de los que cuentan esos valiosos pedazos de papel. Yo no quería saber la realidad de este mundo, no quería, pero es que tu eras tan real en mi vida que en un momento fue imposible ignorarte.

Te odio Levi Ackerman.

Pero mis ojos estaban destinados a enamorarse de los tuyos.