CAPÍTULO 4

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Unas semanas después de haber visto a su nieto jugar muy contento con otros lobitos que parecían ser de su edad, volvió a notar un cambio drástico en Jimin, al principio creyó que a lo mejor Jimin se había peleado con esos niños, pero con el tiempo, el malestar de Jimin empeoró

Primero Jimin se miraba triste como antes de conocer a los lobitos con los que lo vio jugando, un aroma ácido junto al de vainilla se había impregnado fuertemente en Jimin, luego este dejó de hablar, dejó de contarle cómo le había ido en el colegio, dejó de pedirle el pastel de chocolate que tanto le gustaba

Pronto Jimin se encerraba en su habitación y dormía más de lo que solía dormir, que ya era mucho, dejó de acompañarla de vez en cuando al mercado, cuando de hecho era algo que entusiasmaba mucho al pequeño, pero lo más preocupante fue que empezó a dejar de comer

Jimin era un pequeño que le encantaba la fruta y lo dulce, sobre todo si esto tenía chocolate, era algo de lo que no se podía resistir, por lo que ella se empeñaba todas las mañanas en empacarle como desayuno unos panqueques con frutita bañados en chocolate con un termo de agua para que no se empalagara

Pues al principio Jimin dejó de comer la fruta, luego se comía solo dos panqueques o solo la fruta, pronto, regresaba su refacción completa a casa y cuando ella regresaba para almorzar, Jimin no había tocado su comida y se encontraba durmiendo o haciendo tarea encerrado en su cuarto

Por si fuera poco, unos días después de ver que Jimin casi no comía nada, de repente una noche bajó corriendo las escaleras de la cabaña y con un semblante cansado, más flaco y pálido, con los ojos abiertos se acercó a ella y le dijo entre sollozos

-No va a regresar abuela... el no...el no va a regresar...él no nos quiere

- ¿Quién hijito? ¿Quién no va a regresar? ¿Quién no te quiere? - le dijo su abuelita muy preocupada por la situación, pero tratando de guardar la calma

- El lobito negro, el no nos quiere abue... nos dejó... ya... ya no me quiere

- ¿Y quién te dijo que no te quiere o que no va a regresar?

- Mi lobo abuelita, él me lo dijo, Mimi dijo que no va a regresar, que no nos quiere, que nadie nos quiere y por eso estamos solitos

Su abuela quedó impactada con la nueva información y no sabiendo muy bien que decir lo abrazó y lo envolvió con su aroma, su nieto lloraba como nunca lo había visto llorar, con cautela le secó sus lagrimitas y le dijo

-Hijito, yo te amo y siempre lo haré, no importa que, siempre estaré para ti, no estarás solito mientras yo esté aquí

Jimin le vio y pasando sus bracitos por su cuello la abrazó fuerte y lloró y lloró hasta que quedó dormido entre sus brazos

Su abuelita preocupada por la información y ver la situación en la que su nieto estaba, sin dudar un segundo más, dejó a Jimin en su nido y tras impregnarlo al él y a su nido con su aroma, bajó nuevamente a la sala a hacer un par de llamadas

...

Por la mañana, Jimin había despertado en su nido un par de veces hasta que escuchó como su abuelita entraba a su habitación y sacaba un par de cosas de su armario

-Abue, ¿qué haces?

Su abuelita al levantar la vista y ver a su Jimin con los ojos hinchados y más pálido y flaco, su corazón quedó pendiendo en un hilo, como lo había descuidado tanto y haberlo dejado llegar a como estaba ahora

-Mi vida, vamos, levántate, te llevaré con alguien que puede hacerte sentir mejor

-Abue, me siento muy cansado, quiero seguir durmiendo

-Y lo harás hijito, solo déjame llevarte primero a un lugar y te prometo que seguirás durmiendo

Jimin no muy convencido asintió y con las pocas fuerzas que tenía se levantó, fue al baño, se lavó su carita y como el frío y la ventolina de la madrugada estaba fuerte, se puso un suéter de lana grueso y bajó con su abuelita que lo esperaba en la puerta de la cabaña

Jimin no estaba seguro de cómo habían llegado a ese lugar, entre sueños se acordaba de haber caminado hasta el pueblo y de ahí entrar a un edificio en el que había visto entrar un par de veces a dos señores lastimados, uno de la pierna y otro del brazo

Efectivamente su abuelita no había perdido el tiempo y llamó a su trabajo diciendo que tenía una emergencia familiar y que no iría a trabajar al siguiente día y luego a la clínica para agendar una cita por la mañana para que atendieran a Jimin

Una vez entraron a la clínica el doctor Seokjin ya estaba esperándolos y cuando vio el estado en el que se encontraba Jimin, se acercó rápidamente a él y tomándolo en sus brazos llamó a unas enfermeras para que lo ayudaran

Luego de unos chequeos el doctor Seokjin le pidió que por favor entrara al cuarto y que le haría algunas preguntas que con gusto ella respondería

-Señora Park yo...-Le interrumpió la abuelita de Jimin

-Hanna, por favor solo, Hanna, ¿qué le pasa a mi nieto Seokjin?

-Bien, Hanna, estoy confuso, Jimin presenta un grado de anemia bastante preocupante para su edad, sus latidos son muy lentos y también tiene un poco de deshidratación, ¿Qué fue lo que le sucedió? Creí que él ahora estaba estable-dijo Seokjin levantando la vista de sus apuntes

- Él lo estaba, de verdad o eso creí, de un momento a otro él paso de jugar con unos lobitos de su edad en el jardín a estar triste todo el tiempo, no hablar, dormir de más y luego a no comer casi nada

- Aguarda, dijiste que ¿jugaba con otros lobos de su edad?

- Eee si yo, una vez lo vi jugando con unos lobos vecinos que hay detrás de la cabaña yo creí que...que estaba mejorando Seokjin, él...su aroma volvía a sentirse a su alrededor y casi por toda la casa, se veía más contento y yo creí...que su lobo...-Hanna se quebró en ese instante y Seokjin se acercó a frotar su espalda esparciendo feromonas para tranquilizarla

- Entiendo, supongo que eso explica la mordida en su muñeca

En ese momento Hanna levantó su rostro y le dedicó a Seokjin una mirada entre preocupada y confusa

-Veo que no lo sabías- Hanna negó- Bueno no te preocupes ahora por eso, por lo que veo la mordida fue solo temporal y cicatrizó muy bien, a decir verdad, casi parece una mordida de unión, pero me parece curioso que sea una mordida tan... pequeña

-Imagino que sabiendo que Jimin jugaba con lobos de su edad, pudo haber sido un accidente; ¿de casualidad, ya no has visto a Jimin salir a jugar con esos lobos?

Hanna se secó las lagrimas acumuladas en las esquinas de sus ojos y lo meditó unos segundos, quizás tenía razón, quizás todos los cambios en Jimin tenían relación con esos lobos

-Yo, no, ya no lo he visto salir a jugar con ellos, de hecho, pensándolo bien, somos la única cabaña en las afueras del pueblo, por lo que no debería de haber lobos por esa zona y tampoco hay otras manadas cerca, además Jimin dijo que su lobo...¡SU LOBO!- exclamó con fuerza Hanna

- El lobo de Jimin habló con él, no sé si sea la primera vez, pero Jimin anoche entre sollozos me contó que mmm Mimi creo que se hace llamar su lobo, le dijo que él ya no los quería

- ¿Qué Él ya no los quería? ¿Quién?

- Eso mismo le pregunté yo y me dijo que era el lobito negro y yo... entre los lobos con los que vi jugar a Jimin había un lobo negro

En ese momento Seokjin entendió los síntomas de Jimin y por qué se encontraba en ese estado

-Hanna, promete que no te vas a alterar ¿si?, vamos a resolverlo- Hanna se sentó y asintió- Jimin está experimentando por segunda vez una herida de abandono, eso es lo que lo tiene de esta forma- y ambos se giraron viendo a Jimin descansar en la camilla

Aambrossia

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