CAPÍTULO 8

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Tiempo atrás, dos pequeñas almas, dos pequeñas miradas, dos pequeños corazones conectados en la lejanía sintiendo el dolor del otro, compartiendo la pérdida eventual de una parte esencial de sí mismos...

Y con el pasar del tiempo, ambos chiquillos crecían con gran esplendor convirtiéndose en grandes ejemplares de su raza, pero claro, cada uno con sus propios tormentos y angustias en dos clases sociales muy diferentes y sin la certeza de que sus caminos se volverían a cruzar

...

-Bien, ya puedes reincorporarte- Suho había tomado las muestras de sangre correspondientes para los nuevos estudios

Un agotado Jungkook se sentaba en la camilla mientras se volvía a poner la camisa

- ¿Cuánto duró esta vez? - Preguntó suspirando

- Dos días, un día menos que la última vez – Suho se giraba a ver al pelinegro con sus orejas y cola de lobo a la vista – No vamos a aumentar la dosis, al parecer está haciendo efecto, ¿notas algo diferente?

El pelinegro negó – Solo me duele todo el cuerpo... esto de las transformaciones esporádicas me está fastidiando, una cosa eran los ojos, los colmillos y hasta los gruñidos involuntarios- enumeró-pero...aghhh esto es demasiado

-Esta bien Jungkook, te dije que era de tener mucha paciencia, mírale el lado bueno ¿sí?, gracias a la madre luna que Aron no ha atacado a nadie

- Si, tienes razón – Bajó su cabeza nuevamente suspirando y en consecuencia sus orejas imitaron la acción

Suho se acercó con cuidado y le puso una mano sobre el hombro, entendía que todo esto superara a Jungkook, mientras más se acercaba su cumpleaños 18 y su primer celo, Aron parecía estar más inquieto de lo usual

Llevaban dos semanas en las que Aron tomaba el control de Jungkook y se transformaba estuviera con quien estuviera, en cualquier lugar y por el tiempo que le diera la gana, por eso, tuvieron que aumentar la dosis de las píldoras para adormecerlo

- ¿En dónde fue ahora? Te encontramos en la pradera donde siempre, ¿Se pelearon otra vez? - Indagó Suho queriendo saber el motivo del cambio en esta ocasión

-Fue en casa, estaba con Nam haciendo un trabajo y se puso de intenso con salir a correr, según él, ella sigue allí, esperándonos

- ¿Otra vez la niña? – preguntó Suho

- Si, ya le dije que no hay ninguna niña ni... señorita, ni persona, que tenga las características que él dice, al menos, en esta manada

- y si ¿fue solo una ilusión? O una amiga imaginario o a lo mejor...

-No Suho, Aron insiste en que la niña con la que jugábamos existe y que está por ahí en la manada, además, es muy específico con el aroma y bueno no hay muchas personas en la manada que huelan a Vainilla y Miel

-Y sin contar con que reacciona muy dócil a esos aromas- agregó Suho

- Fuaa, en fin yo, tengo que ir a clase

- ¿Te inscribiste a otro curso?

-Si, a fotografía y si no me voy ahora voy a llegar tarde- Dijo mientras se levantaba de la camilla

- Claro, toma- Suho le extendió la píldora de ese día a Jungkook para que la tomara

Unos segundos después de haber tomado la píldora, tanto las orejas como la cola desaparecieron, volviendo a ser el Jungkook de siempre- Gracias- respondió Jungkook mientras le extendía de vuelta el vaso

-Con gusto Jungkook, cualquier cosa me llamas ¿ok?

Jungkook asintió y salió de la clínica rumbo a la cabaña para desayunar algo y dirigirse a la prepa, aún tenía un par de horas, y si iba en su moto llegaría más rápido

Tu eres mi LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora