CAPÍTULO 14

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Mis garras estaban listas para atacar a todo aquel que se atreviera a abrir la puerta, sin embargo, luego de unos segundos de esperar a que la persona del otro lado de la puerta hiciera algún movimiento, se escucharon unos toques en la puerta

Eran unos toques suaves y para nada bruscos e incluso diría que acompasados, tras de eso, habló una voz calma y llena paz

-Toc, toc, toc, joven Jungkook, no quiero hacerles daño, solo le he traído ropa- Es la misma voz que escuché en mi cabeza antes de salir de la cafetería y el mismo ahorma a miel

- Sus hermanos me dijeron que está próximo a su celo, también yo...he traído algo que... que puede servirles- le tembló un poco la voz

-Se lo dejo aquí afuera y... cuide mucho a Mini por favor, em me iré de la cabaña y les dejo todo lo necesario- escuché como dejaba las cosas fuera y los pasos nuevamente se alejaban hacia la planta de abajo para luego salir de la cabaña

Caí en cuenta lo que había pasado y la vergüenza invadió mi cuerpo, desperté de ese limbo en el que me sentía y me di cuenta de que mi olor había aumentado y mis garras habían desaparecido

Abrí la puerta y me encontré con que una de mis maletas estaba fuera junto con dos bolsas plásticas, una de la farmacia con algunas cosas dentro y otra con panes y bebidas

Metí todo a la habitación y lo puse sobre el escritorio pegado a la pared

Dentro de la maleta había suficiente ropa como para una semana, me cambié y revisé las demás bolsas, en una había suficiente comida y cuando vi lo que había dentro de la bolsa de la farmacia mis mejillas se sonrojaron

Había una caja de condones, lubricante, pastillas para los dolores y una crema para inflamaciones y rozaduras, sin embargo, en contra de mi voluntad un calor me invadió al imaginar para qué eran esas cosas y mis orejas y cola surgieron

Respiré profundo para quitar esos pensamientos y recordarme que no debía hacerle daño a Jimin, en cuanto pensé en él mi cola comenzó a moverse y Aron se hizo presente de nuevo -mío, nuestro Omega-

Sentí unos movimientos detrás de mí que hizo que volteara, Jimin se estaba moviendo en la cama incómodo, me acerqué despacio y me senté en el borde cerca de él

Me fijé en su rostro hermoso, su piel lisa y suave, su nariz respingona, sus ojitos cerrados, su cabello negro sedoso y esos labios gruesos y rosados que invitaban a pecar a cualquiera, qué se sentiría tenerlos entre los míos

No podía creer que hace unas horas todo era normal y ahora estaba al lado de un chico precioso que ahora sabía que era mi Omega, pero no sabía más que su nombre

Se removió en la cama olisqueando el ambiente y haciendo unos adorables pucheros que ahora quería besar, me acerqué más y él se acomodó a mi lado agarrando una de mis manos y pegándola a su nariz

Había leído un poco sobre el comportamiento de un Omega emparejado, en mi interior anhelaba encontrar a esa persona que me acompañaría hasta mi último aliento

Una vez el Omega encontrara a su pareja y la reconociera como tal buscaría estar siempre impregnado de su aroma, y que seguramente eso era lo que Jimin buscaba

Me quité el hoddie que tenía puesto y se lo puse entre sus manos, rápidamente Jimin sin ser consciente lo acercó a su nariz y se acurrucó con eso para seguir durmiendo después de un suspiro

Sentía cada vez más cerca mi celo y para ese momento era mejor que estuviera lo más lejos posible de Jimin

Había leído sobre cómo eran los celos en los alfas, duraban alrededor de un día y los primeros síntomas eran una subida de temperatura, sudoraciones y variaba entre alfas el ser mimosos o directamente tener el deseo primate de querer aparearse

Yo ya empezaba a sudar, mi aroma se había intensificado y los pensamientos libidinosos iban y venían

Salí rápidamente de la habitación pues el leve aroma a vainilla comenzaba a afectarme, busqué la habitación de invitados e ingresé al baño que esta tenía para ducharme nuevamente y bajar un poco el calor

Jimin-

Pausadamente abrí mis ojos y me incorpore en mi cama, me sentía cálido y protegido, no recuerdo haber descansado tan bien en mucho tiempo, había un delicioso e intenso aroma a chocolate con menta que me hacía salivar

De pronto los recuerdos comenzaron a invadirme, la cafetería, el chico de la moto, Jin y Namjoon, sus ojos rojos rubí y luego nada, ¿cómo había regresado a mi casa? ¿a mi habitación? Tenía otra ropa puesta ¿qué había pasado?

Era muy tarde y no había luces prendidas, me levanté a prenderlas y examinar mi habitación, no había nada inusual más que el olor a chocolate con menta, una maleta negra y dos bolsas de plásticas sobre mi escritorio

Me acerqué y le di un vistazo a la maleta, tenía dentro mucha ropa oscura y demasiado grande para ser mía, sin embargo, desprendían ese olor a chocolate delicioso, me acerqué una prenda a mi nariz e inhalé profundo

Ante el silencio de la casa escuché la regadera de la habitación de invitados, era raro que esa habitación en general se usara

No creo que sea mi abuelita, ¿y si voy a investigar?

Salí cautelosamente hacia el pasillo cuidando que mis pasos no se escucharan, al fondo hacia la derecha vi la puerta de la habitación cerrada, me acerqué y toqué la puerta

- ¿Ho Hola? - No escuché respuesta detrás

Abrí la puerta y me adentré a la habitación, lo primero de lo que me fijé fue de que el olor a chocolate en esa habitación estaba muchísimo más concentrado

Al dar dos pasos más dentro de la habitación escuché como la ducha era apagada y la cortina fue corrida, no sabía en dónde meterme por lo que me metí al closet esperando a que la persona que saliera no me descubriera

Pero para mi sorpresa la persona no salió del baño, ya no se escuchaba ningún ruido, salí del closet en camino a la puerta cuando empecé a escuchar gemidos lastimeros y como rasgaban la puerta del baño desde dentro

Aambrossia

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