VII

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{narrador omnisciente}

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{narrador omnisciente}

—¡Esta es realmente hermosa! —. Chillo emocionada Myrcella, sosteniendo la suave tela sobre su regazo —. ¿No lo crees Visenya?

—Ah, sí Myrcella... Es realmente bonita —. Murmuró, girando su vista hacia la rubia antes de volver a sus cutículas pellizcadas sobre la falda de su vestido.

Visenya no se sentía bien. Llevaba días sin comer y noches sin dormir. La comida era ingerida como de costumbre, pero en cuanto las personas giraban el rostro, la princesa se provocaba el vómito y se quedaba con el estómago vacío y revuelto hasta la siguiente comida, y así en un bucle.

También había estado evitando a Robb los últimos días. No por disgusto hacia el, solo disgusto hacia su futuro y nerviosismo por el mismo.

—¿Sucede algo Visenya? —. Preguntó Myrcella, girando su atención hacia la rubia, quien solo negó con la cabeza —. ¿Estas segura? Has estado relativamente extraña estos días.

Visenya solo asintió con la cabeza, dándole una sonrisa a su acompañante, quien suspiro volviendo su atención a las telas finas.

La Targaryen dejó caer su cabeza hacia atrás, golpeando con el borde del sofá en el que estaba sentada. Suspiró, sintiendo escasa sangre fresca manchar sus dedos mientas seguía machacando sus cutículas.








(...)










Menos de media luna había pasado, y como el rey Viserys decretó, la boda y alianza entre el norte y poniente se llevaría a cabo.

Visenya, ya con los ojos abiertos miro entre la oscuridad como sus doncellas abrían las cortinas de sus aposentos, dejando entrar los primeros y más frescos rayos de sol a la habitación de la princesa.

Un baño caliente con los más finos aceites y jabones la esperaban, y entre más tratamientos qué duraron horas para llevar a cabo.

—Mi princesa... —. Murmuró una doncella, con la bata entre las manos mientras Visenya seguía quieta en su lugar.

La rubia la miro, asintiendo con la cabeza y levantando los brazos para que me pusieran la suave bata de seda.

Suspiro sentándose en su diván, acomodando el camisón para poder ponerse las medias cómodamente, adornandolas con un suave liston rojo antes de poner los zapatos con tacón.

Parada frente al lujoso espejo de oro, levantó la mirada finalmente después de bastante tiempo.
El vestido largo con falda ondeante y tela dorada, con capaz de seda sobre la gran falda ajustada a la cintura ceñida de Visenya gracias al corsé.
Una doncella puso un pesado collar alrededor del cuello de la princesa, permitiendo que este reposar sobre el escote levantado de la princesa.

NORTHERN DOG ~fanfiction Robb Stark~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora