XI

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{narrador omnisciente}

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{narrador omnisciente}

Visenya caminaba nerviosa por la fortaleza de Winterfell, enredando sus dedos entre si.

Robb aun no había podido volver a Winterfell, ya que Viserys pidió que se quedara unos días más para acordar términos, y más casi el mes que era de viaje a la capital al norte, debería de acostumbrarse lo más pronto posible.

Y lo había intentado, pero realmente no podía.

La religión era diferente, la comida, la ropa, las costumbres... Todo era tan diferente y la había golpeado tan de repente. No podría hacer eso sin Robb.

Además de la humillación qué había vivido desde su noche de bodas. Había podido soportar más miradas qué se clavaban como espadas en su espalda, pero era cierto, una mujer del norte valía por 10 habladoras de Poniente.

Camino rápidamente hasta llegar a los aposentos qué compartiría con Robb, abriendo fuertemente las puertas y cerrando azotandolas una vez que entro a la habitación, recargandose en las puertas y dejándose caer.

Empezó a sollozar, abrazando sus piernas sobre su pecho.

Pasaron minutos, o incluso horas, hasta que pudo levantarse y caminar hacia la fría cama. Sus piernas dolían y se quito los tacones cuanto antes mientras se tapaba rápidamente con las cobijas de piel.

Sentía frío todo el tiempo, y casi no podía dormir.

Todo lo que comía lo vomitaba, sea por ser provocado por ella misma o simplemente su cuerpo rechazaba cualquier comida.

No había sabido nada de Robb durante el tiempo de viaje, pero sabía que ya estaba en camino por la respuesta de Viserys a su carta.

Sus días de confinamiento habían terminado gracias a los dioses, pero igualmente ella prefería quedarse en sus aposentos a dormir todo el día. Evitando a toda costa a Bennard o a Margaret, o a cualquiera de esos diablillos qué tenían por hijos.

Cerro los ojos mientras se paraba las manos por la cara, acomodandose de lado y acurrucandose cálidamente enrollada en la cobija.

No puedo evitar sentir un escalofrío de satisfacción al sentir el calor invadir su cuerpo, hundiendo más el rostro en la piel caliente de la cobija.

No tardó mucho para concebir el sueño. Con las cortinas cerradas y flores frescas recién cortadas, Visenya había podido ambientar sus aposentos fríos y hostiles a unos cálidos y agradables.





















(...)






















—Me siento tan sola... —. Susurro Visenya, mientras se veía al espejo y la doncella la peinaba al estilo de las mujeres del norte: Una media coleta, con tocados qué Visenya le agregaba —. Nunca imagine que, los norteños serían tan hostiles.

—Bienvenida al norte, cariño... —. Se encogió de hombros la doncella, haciendo un leve mohín de simpleza.

Visenya levanto la mirada hacia las puertas cuando estas fueron tocadas, permitiendo la entrada.

—Mi señora... Lord Robb Stark esta aquí —. Anunció un sirviente, mientras Visenya se levantaba rápidamente y caminaba fuera de los aposentos.

—¡Robb! —. Exclamó, sintiendo la nieve bajo sus botas una vez que salió al patio de la fortaleza.

El castaño la miró, bajando del caballo rápidamente y caminando hacia ella.

—Visy... —. Llego Robb junto a ella, abriendo los brazos en su dirección.

Robb se detuvo cuando Visenya se hizo para atrás, esquivando el abrazo de su esposo, dirigiendole una mirada furiosa.

—¿Visy y unos brazos abiertos es todo lo que tienes? —. Hablo por fin la rubia, con una sonrisa sarcástica en el rostro —. Tienes más de una cosa que explicarme, Robb.

—Lo se Visenya... Lo se —. Suspiro el castaño, intentando acercarse de nuevo —. Pero si me dejaras explicarte en un lugar más privado y cómodo para ambos, resolveré y aclarare todas tus dudas.

Visenya pareció pensarlo unos minutos, aún mantiendo una mirada furiosa sobre Robb.

Finalmente asintió, aceptando a regañadientes el abrazo de Robb para luego caminar junto a él hacia las habitaciones de Robb.

—Espero que tengas una... varías buenas excusas, Robb Stark —. Hablo firmemente la rubia, cerrando las puertas de la habitación tras su espalda.

—Mira... Se que te sientes humillada por lo de nuestros días de nupcias, y creeme que te comprendo totalmente —. Empezó a explicar el Stark —. Pero, yo se cuanto odias que te obliguen a hacer algo Visenya. Lo note ese día en tu rostro cuando mencionaron descaradamente la noche de bodas.

—¿Y los demás días..? Ni siquiera pudiste presentarte para explicarlo y discutir el asunto.

—Creeme que quería hacerlo. Pero siempre había algún imprevisto que se interponia, y tu parecías que te funcionabas con la pared o suelo café qué podía verte a lo lejos en los pasillos.

—Eras mi esposo ahora. No había razón porque algo se intrerpusiera en tus intentos de explicarme porque te ausentaste toda nuestra noche de boda y días de nupcias.

—Pero las habían Visenya —. La interrumpió, arrepentiendose al instante y tomando sus manos —. Eres el amor de mi vida, Visenya. ¿De verdad crees que yo podría ausentarme de la única noche que podría pasar mi esposa sin ninguna molestia?

—Sin embargo, lo hiciste Robb —. Negó la rubia, intentando separarse del castaño antes de que este la tomara fuertemente por la cintura y la pegara a su cuerpo.

—Vamos mi amor... Que esto solo sea parte de nuestra historia, y no el final. Vamos a hacer memoria —. Sonrió encantadoramente, acomodando los mechones rebeldes qué se colaban en el rostro de su esposa.

—Realmente te odio, Robb Stark —. Suspiro la mujer, antes de poner las manos en la nuca baja de Robb para fundirse en un beso.

Los labios peleaban entre si. Cada quien deseando el poder y control en la gran danza apasionada.

Visenya sentía calor recorrer todo su cuerpo. Una chispa que electrizaba cada músculo y nervio, haciéndola pegarse más a Robb mientras este la apretaba más contra el.

No quería separarse del beso, aunque le faltara el aire como si se tratase de un mismo incendio frente a ella.

Sentía que si lo soltaba, Robb volvería a irse y la dejaría sola de nuevo. Humillada y permitiendo que la gente calumniara y manchara su nombre.
Tanto como mujer, princesa y esposa.









































᯽𝑁𝑂𝑇𝐴 𝐷𝐸 𝐴𝑈𝑇𝑂𝑅𝐴᯽

Tiktok:Ottoman_dinasty

NORTHERN DOG ~fanfiction Robb Stark~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora