Tardes de burlas al grande bufón,
injurias que saben como el amor,
en vueltas pensadas de diversión,
que jamás esté cerca, por favor...Vistas fijas en el insulso humor,
guardando las náuseas al rincón,
que jamás se dé cuenta, por favor,
que nadie, nadie bote una fracción.Porque él siempre tenía la razón,
nadie lo contradiga, por favor...
porque todo ahora es su decisión,
desde que del cielo baja el horror.