«𝔼𝕣𝕖𝕤 𝕦𝕟 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕕𝕠𝕣» PicoXBF

Prólogo

Ya han pasado años desde que los corruptos han disminuído lo suficiente, solo los corruptos que se ven muertos son eliminados y tomados como una completa amenaza, nadie se atreve a salir de la base donde los pocos militares sobrevivientes que cuidan a los ciudadanos que han logrado salvarse de la "corrupción", cada día desaparecen más ciudadanos, así que nuestro joven protagonista estaba mirando aquella base desde un edificio, recordando como era su vida antes de todo ese caos que lo dejó bastante diferente.

Un chico de unos 27 años de edad, su apariencia era que de su cabello cian algo apagado con una gorra roja al revés rota en una parte, aún que se negaba a tirarla al ser emocionalmente especial, una bufanda de colores de azul, verde, rojo y morado en ese mismo orden, una camisa de mangas eran de rayas siendo blancas y grises más oscuro, en la camisa portaba un símbolo de un círculo con una X con puntas puntiagudas de color rojo algo oscuro y apagado, guantes café con bordes dorados, pantalones marrones oscuros con una correa negra, zapatos militar de color negro decorados con unas cadenas de plata, esas ropas usualmente darían mucho calor debido al clima de calor por el desierto.

Sin embargo, el pelician no sentía nada de calor, ridículamente sentía solo algo de frío, soltó un largo e profundo suspiro, expulsando un humo de color celeste pastel que extrañamente tenia un aroma a flores, al darse cuenta de ese aroma, rebuscó en sus bolsillos, aún que no encontró lo que quería en uno de sus bolsillos, sacando algo que no recordaba haber guardado, era un simple espejo de mano, se miró con detalles en el reflejo de aquel espejo roto, una cicatriz de una gran cortadura en el cuello cubierta por la bufanda, de no ser por su ropa, se sabría que en todo su cuerpo habían cientos de cicatrices de todo tipo de gravedad, cicatrices de bala, quemaduras, cortadas y apuñaladas.

Si no fuera por sus manchas negra grisáceas que portaba en la piel, todas las demás cicatrices serían visibles, esas manchas eran las que ayudaban a cubrir las cicatrices por donde se encontraban, pero esas cicatrices seguían allí como unos fantasmas, y el pelician lo sabía ya que portaba cicatrices en los parpados que desafortunadamente no se cubrían si no que se hacían mucho más visibles, su mirada fría llena de dolor eran como la ventana para dejar ver el sufrimiento que ocultaba, sus ojos eran negros, pero la mitad superior eran de un blanco que al parecer se iluminaba.

Dejó de ver su reflejo por un momento, se quedó pensativo, tratando de recordar qué fue lo que tuvo que suceder para que esa ciudad quedará en completas ruinas y cubiertas por el desierto. Observó su mano unos segundos, en las puntas de sus dedos tenía largas garras, por esa razón usaba guantes ya que si dejaba de usar los guantes, esas garras crecerían más rápido. Aun que no eran las garras que estaba mirando, era un recuerdo del pasado...

Hace más de unos 8 años atrás, en una celebración navideña en un enorme centro comercial, todos estaban felices, recordaba todas las risas, sonrisas y esa batalla de rap que le pareció muy agradable apesar de ser dos contra uno, nada justo pero divertido. No pudo evitar sentir nostalgia por esos recuerdos, el sentimiento de la adrenalina, el canto, las rimas, ese sentimiento ya no era lo mismo que antes, lamentablemente ese sentimiento duró muy poco, recuerda como era en el pasado con solo 19, energético, agradable, dulce, tonto, amable, carismático, ingenuo, retador, valiente, feliz. Sus pensamientos se empezaron a llenar de odió así mismo.

"Fui un completo tonto" Sus recuerdos cambiaron drásticamente a unos recuerdos llenos de gritos de desesperación, recordaba a ese ser de gran sonrisa cubierta de sangre, una canción con una letra que le resultaba simplemente repugnante, aveces deseaba que esa letra hiciera lo que iba a hacer, aún que tras éso no tenia ningún recuerdo de un año enteró, de allí decidio irse del lugar antes de ser descubierto por los militares, no pertenecía a ese bando, aún.