#1: La Clínica

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Estuvo caminando por los largos pasillos de la base, cualquier persona que no haya pasado un año en ese lugar se hubiera perdido en cuestion de dos minutos, pero no era el.caso del pelician, este habia pasado 7 años en esa base, la conocia  de pies a cabeza, mucho mejor que sus superiores. Se preguntarán, ¿Cómo es que puede caminar bien con ese tipo de antifaz que no le permite ver nada? La respuesta es algo complicada, tenía un buen olfato gracias a ser un semidemonio, su oído humano era muy bueno, además de sentir las vibraciones en todos lados, los aromas, y el haber pasado tanto tiempo con ese antifaz hacian que le fuera sencillo moverse por todos lados, pero desafortunadamente no podía leer cosas a menos que estuviera en algún lugar oscuro.

— Soy un maldito murciélago, ahora que lo pienso — Se dijo así mismo, siendo ignorado por quienes estuvieran en los largos pasillos del lugar.

Estaba acostumbrando que nadie le hiciera caso, hasta era golpeado por algunos superiores a él, pero era rara vez que recibía palizas, y tendría que estar enfermó para perder una pelea cuerpo a cuerpo, su físico estaba llenó de músculo, aun qué no parecía la gran cosa, su lado demonio le daba mucha fuerza y ademas de no tener sensibilidad en las manos por los duros entrenamientos a muerte, no sentía dolor, calor ni frio en las manos, apenas podia sentir que le tocarán las manos.

Se detuvo por un momento, estando justo al lado de una máquina de bebidas frías, presionó un botón, pudo escuchar como la lata cayó para poder tomarla con cuidado de que no se resbalé de sus guantes, con la ayuda de sus garras pudo abrir la lata para darle un tragó al contenido de está, dándose cuenta de que había pedido una Pepsi, no se quejó ya que pudo darse cuenta de que tenía demasiada sed. No lo culpen, gracias a que era un semidemonio, perdió mucha sensibilidad humana, la sed era un ejemplo de eso.

Al terminar de tomar aquella refrescante bebida, pudo aliviar la gran sed, tiro la lata a la basura, aun que sentía que se olvidaba de algo, no le tomo importancia y caminó nuevamente.

*  •  *  •  *  •  *

Trás minutos de caminata, detectó un aroma, la pólvora. Estaba cerca de la puerta dónde siempre estaba la persona que más evitaba, sobretodo lo que había pasado hace un año, bueno ya la evitada antes de ese suceso, pensó por un momento que podria tener algo de suerte y no toparse con esa persona. Lastima que hoy no era su día, recibió un golpe en la cara causando que se caiga de sentada al piso, un agujero en su antifaz dejo ver uno de sus ojos, que gracias a la oscuridad, ese se iluminaba.

Pudo sentir algo caliente bajar por su boca y barbilla, se la tocó dándose cuenta de qué definitivamente estaba sangrando, no le tenía miedo a la sangre, ya no. Pudo oír las risas de algunas personas en el pasillo, apretó un puño con claro enojó, odiaba que se burlaban de él, pero hacia lo mejor posible para tolerarlos, detectó un aroma familiar pero que detestaba.

Manzanas y canela” Paso esa frase por su mente, alzo la mirada, su ojo no le afectaba la iluminación gracias a que el antifaz no estaba tan roto y que su cabello lo ayudará, podía ver pero no por mucho tiempo.

— ¿Boyfriend? — Habló la persona que estaba mirando.

— Pico... — Habló con frialdad el pelician, mientras miraba a la persona que lo empujó con ese golpe.

El pelinaranja llamado Pico, tenía una máscara de esqueleto de color blanca que no permitía dejar ver su cara y menos por la sombra de está, portaba un suéter blanco de cuello alto, con una chaqueta de piel con una capucha con una especie de pelaje blanco, portaba unos guantes negros, unos pantalones marrones oscuro, zapatos de militar negros, una correa negra que tenía unos pequeños bolsos, en su espalda había una lanza juntó con un rifle de carga rápida. En su cuello había un collar con 3 placas militares con diferentes nombres.

«𝔼𝕣𝕖𝕤 𝕦𝕟 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕕𝕠𝕣» PicoXBFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora