#13: Día libre

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Ya han pasado otras semanas, el pelician miraba su calendario, ya estaba arreglado con sus ropas tipicas al ser como su uniforme, se había tallado los ojos varías veces, se había puesto y quitado el antifaz para ver si no veía mal, curiosamente tenía el día libre, pero no veía de que día.

— Ok, esto es raro — Soltó con incomodidad, sabía que había llegado Octubre.

Sintió como su hija lo abrazó por la espalda.

— Mirá el lado positivo, hoy tus dolores de espalda no te molestarán — Habló la peliazul con una sonrisa de oreja a oreja, le preocupaba que los dolores de espalda de su padre empeoren.

El pelician solo sonrió levemente, le agradaba mucho que su hija fuera muy positiva apesar de toda la terrible situación. Se separó para dejar que su hija se fuera a trabajar, para así dar un paseó. Caminó hacia la cocina para poder ver que podría pedir, dándose cuenta de que faltaban muchas cosas, suspiro.

— Sin duda, hoy debo pedir una caja de comida — Dijo mientras se tocaba la espalda para así tronarse — Hay~ — Inmediatamente se tapó la boca, se rió bajó — Carajo, sonó como un puto gemido — Se rió mucho más.

Su risa llenó el departamento lleno de silencio, no podía creer que en verdad se le saliera ese sonido, suspiró al calmarse, tomó las llaves que tenían un colgante de ranita. Puede que sea una persona demasiado fría al matar, pero seguía teniendo ese afectó a las ranas desde muy pequeño.

Salio del departamento para caminar a la parte oeste de la basé, esa era la parte dónde siempre entregaban las comidas, podías pedir hasta 3 cajas de comida de manera gratuita, ya que el dinero no era muy importante por como todo cambió. Lo importante eran los intercambios, si querías un CD, tendrías que pedir algo a cambió de eso. Si querías información, debías hacerle un favor a alguien, o solo pagar una cantidad de dinero que no afectará a ambos.

Estuvo pensando, caminando un rato hasta llegar a la entrada de la parte oeste, viendo apoyado alguien a quién reconoció de manera inmediata, su olfato al darle vista supo quién era.

— ¿Tabi? — Lo llamó con sopresa, olfateando de manera discreta.

Era un aroma a hueso y perfume masculino. Era un hombre con ropas de vigilante de colores negras y verde oscuro, portaba una gorra azúl oscura, y su cabeza era el cráneo de una cabra. Sabía que esa apariencia era por una maldición, además era un tipo agradable y rudo.

— Hola Keith — Saludó el más alto.

— Ash, no me llames así — Pidió con fastidió el pelician — ¿También te raptaron? — Preguntó con preocupación.

El de cráneo de cabra suspiro asintiendo, apesar de no poder gestualizar, se entendía perfectamente lo que estaba sintiendo.

— No te preocupes, entiendo como se siente éso — Trató de animar el pelician dándole un suave golpe en el brazo a su contrario.

— Tuviste muy mala suerte — Se burló Tabi — ¿Vas a conseguir comida? — Preguntó con curiosidad.

— Si, creó que tomaré dos cajas de comida y una de medicamentos — Respondió el pelician — ¿No te molestará ayudarme con otras cajas que voy a necesitar? — Preguntó cruzándose de brazos.

— Déjame adivinar — Respondió Tabi copiando la acción del pelician — ¿Problemas de espalda? — Preguntó con burla.

El pelician sólo se tuvo que sonar la espalda para darle la razón al de cabeza de cabra.

— Si — Respondió fríamente.

El de cabeza de cabra no pudo evitar reírse, le dió un golpe en el brazo con tal de hacerlo cambiar de ánimo. El resultado fue qué el pelician por reflejo tomó del brazo al de cabeza de cabra y lo tiró al suelo de un golpe.

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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«𝔼𝕣𝕖𝕤 𝕦𝕟 𝕥𝕣𝕒𝕚𝕕𝕠𝕣» PicoXBFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora