Capítulo 15.

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Mismo día, unas horas después.

Issei caminó tranquilamente hacía su casa, viendo por momentos su celular, con mensajes de Matsuda y Motohama en el grupo que tenían con todos los hombres que seguían el curso de Naruto.

El mismo dijo que iba a estar ocupado bastante tiempo, por lo que no estaría dando clases presenciales.

El castaño lo entendió, sabiendo que estaba estrechamente relacionado a lo sobrenatural, más aún con el Sacred Gear de tal calibre en su lugar.

“Aún agradezco no tener esa carga más…”

Issei sintió su antebrazo doler levemente. Levantó la manga de su chaqueta, viendo el símbolo de la cabra brillar en rojo.

Frunció su ceño, bajando la manga.

‘¿Peligro?’

Debido a que estaba por entrar a su casa, ya estaba listo para hacer la única tarea que le quedaba si sentía el peligro latir más.

Se quedó quieto, y lo pensó unos segundos.

Cerró los ojos, y empezó a enfocarse profundamente. El símbolo en su brazo brilló con fuerza, pero esta vez no dolía.

Pasados 10 segundos, Issei miró a su amigo con una sonrisa. Naruto levantó la mano, mostrándole al castaño que estaba solo con un jean celeste, zapatillas blancas y una camiseta negra lisa ajustada.

“Hablemos dentro, siento la energía sacra tocarme las bolas y querer metérselas en la garganta”.

Issei sabiamente ignoró el último comentario y abrió la puerta, con ambos entrando lentamente. Naruto se quitó las zapatillas, al igual que Issei, y ambos pasaron hacía la cocina, pero no vieron a nadie.

El castaño estaba relajado, sabiendo que con esto su amigo podría ayudarlo, o ya habría actuado si fuese muy grave.

Escuchando risas en la sala de estar, el semidemonio y el castaño entraron, viendo a Miki hablar con dos chicas desconocidas.

“Y esta es una foto de Issei cuando estaba en la escuela primaria. Mira. Esta es la foto cuando estaban con sus bañadores en la piscina. Era muy molesto. Fue a los vestidores de la piscina con su bañador roto”.

“¿Ma…mamá?

Miki miró a Issei cuando estaba allí, y luego se dio cuenta de Naruto, lo que la hizo sonreír.

“Ise, Naru, bienvenidos”.

“Es un placer volver a verla, Miki”.

A pesar de hablarle a ella, Naruto no quitó la mirada de las dos mujeres desconocidas.

Las dos eran jóvenes extranjeras con un rosario colgando alrededor de su pecho. Ambas parecían de su edad. Una tenía el pelo de color castaño y ojos violeta, y la otra tenía el pelo azul con un mechón verde y ojos marrones.

Ambas eran muy hermosas.

Sin embargo, Naruto notó que no eran gente común. Ambas vestían una túnica blanca, y tenían armas envueltas en tela a sus lados.

“Hola, Hyoudou Issei”.

La chica con pelo castaño saludó a Issei, que la miró extrañado, antes de dar una leve sonrisa.

“Encantado de conocerte”.

“¿Eh? ¿No te acuerdas de mi?”

La chica se apuntó a si misma. Miki le dio una foto a Issei, y ambos lo vieron.

Una foto de la chica e Issei cuando eran niños, y un detalle que Naruto no pasó por alto.

‘Una espada sagrada… Cuervo estúpido’.

Luz de Lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora