Capítulo 16.

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[Barrios bajos de Kuoh – Unos días después]

Saji miró con los ojos abiertos un grupo de mujeres mover las caderas y su trasero a pocos metros de el. Todas semidesnudas, solo con unas tangas puestas.

Naruto, que estaba sentado a su lado, tomó un trago de su cerveza, antes de sonreír divertido.

Un burdel es la segunda casa de un hombre, dicen.

Estaban en un burdel, mejor dicho un Club de Striptease y un burdel juntos… Ambos uno al lado del otro, casi fusionados.

“Eh… No entiendo porque me trajiste aquí, Naruto…”

El mencionado sonrió, viendo a la bailarina frente a el pasar y guiñarle un ojo.

“Dime, Saji… ¿Has pensado en como se vería Sona desnuda?”

La mente del rubio se apagó. Abrió su boca para hablar, pero no salió nada.

“Yo en verdad lo he pensado, sabes. Una mujer tan estricta, sería, firme… Debe tener algún secreto perverso oculto, ¿No?”

La risa diabólica de Naruto no fue notada por Saji, que parecía en un transe mientras oía las palabras de Naruto.

“He oído que su hermana, la Maou Leviathan, es toda una siscon… Imagínate eso, dos mujeres sexys frente a ti, dispuestas a entregar su cuerpo, mente y alma solo a ti… Dispuestas a hacer los actos más pervertidos del universo~”.

Saji lo pensó. Realmente lo pensó.

‘¿Esto es lo que llaman El Susurro del Diablo?’

Koneko, que estaba oculta por un manto oscuro que camuflaba su presencia, miró a Naruto y Saji sin emoción.

Había acompañado a Naruto, pero no pensó que este fuera su plan.

Esperaba que lo golpee, le ofrezca algo… No esto.

“Conozco dos mujeres que están enamoradas de ti, sabes. Las dos son hermosas, y podría ayudarte con ellas y tu Sacred Gear”.

“¿E-En serio?”

Saji miró a Naruto con incredulidad.

Naruto solo sonrió, dándole confianza y seguridad al rubio de ojos grises.

Koneko mantuvo su rostro estoico.

“Por supuesto. Las mujeres me llaman “Maestro del Sexo y el Amor”. También he entrenado a Koneko y Yuuto, y ahora son más fuertes que muchos demonios de Clase Alta”.

Naruto sonrió notando algo.

Un brillo codicioso.

“¿Qué tengo que hacer?”

Koneko miró con un rostro en blanco a Saji, que tenía una expresión sería y determinada.

……

[Calles de Kuoh – Unos minutos después]

Naruto, Saji y Koneko, y sin estar cubierta el manto, caminaron por las calles de la ciudad, buscando a las dos chicas con túnicas blancas.

“Por favor, bendice a los corderos perdidos”.

“¡Por favor, caridad a nosotras en nombre del Padre en el Cielo!”

Las encontraron fácilmente, y pidiendo limosna.

La gente que pasaba les daba miradas extrañas.

Naruto sonrió divertido. Koneko se mantuvo en silencio, y Saji estaba sumido en sus pensamientos.

Luz de Lujuria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora