Una día amistoso

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Bob estaba en su piña específicamente en su biblioteca leyendo para entretenerse ya que hubo algunos problemas con el crustáceo después de que Plankton lo destruyera junto con el balde de carnada con uno de sus planes.

-Este será un día aburrido sin Patricio a menos que...-

Bob guardó su libro y sus lentes y fue directo a la casa de Calamardo y comenzó a tocar la puerta hasta que Calamardo abrió la puerta.

-¡Bob Esponja! ¿Ahora que?-

-Yo bueno quería pedirte algo-

-No voy a pescar medusas contigo-

Calamardo cerró la puerta pero Bob ya estaba dentro de su casa, asustandolo.

-¡Por el amor de Neptuno, deja de hacer eso!-

-Sí, lo siento pero no quiero cazar medusas contigo-

-Bueno, sea lo que sea no me importa-

Calamardo lo apartó y se dirigió a la cocina, pero Bob lo siguió de todos modos.

-Por favor-

-Mejor ve con Patricio-

-Patricio se fue, ¿recuerdas?-

Calamardo suspiró molesto y trató de ignorarlo pero Bob siguió insistiendo.

-Sería divertido lo juro-

-No-

-Mira todo está en este libro-

-Si en tu tonta lista de "cosas que quiero hacer con Calamardo" no voy a ver nada-

Bob guardó el libro y sacó una hoja de papel junto con un lápiz y comenzó a escribir una nueva lista para luego dársela a Calamardo.

-Eso es lo que quiero hacer por favor-

-Bob, esto es ilegible, mira tu letra-

Calamardo le puso la nota en la cara que Bob luego tiró.

-Bueno es que no usaba mis lentes pero ese no es el punto-

-¿Ya te vas?-

Calamardo acabo de hacer su comida y se dirigió a la sala.

-Solo quiero pasar el día contigo-

Calamardo lo ignoró mientras preparaba la habitación para mirar televisión.

-Al menos por un tiempo no haremos nada, si tú quieres solo hacemos las cosas que te gustan-

-Bueno, ¡qué tal si empiezas por guardar silencio!-

Bob lo escuchó y ambos se sentaron en el sofá y comenzaron a mirar "fancy house". Calamardo parecía muy interesado a diferencia de Bob que no entendía muy bien.

-¿Te gusta ver las casas de otras personas?-

-Sí, son más bonitas que la mía y me gustan-

Bob miró a su alrededor, analizando la casa de Calamardo y las que aparecían en el canal.

-Me gusta más el tuya-

-¿En verdad? Quiero decir... a alguien como tú le gusta lo que sea-

-Jajaja bueno te puedo decir por qué creo que tu casa es mejor-

Calamardo suspiró y bajó el volumen del televisor para que Bob pudiera decirle por qué pensaba eso.

-Esta bien, habla-

-Me gusta porque es elegante, sencillo y tiene buen orden, sabes fácilmente dónde está cada lugar y creo que queda muy bien con tu estilo-

Calamardo no supo qué decir ya que no quería admitir que esas palabras lo hacían sentir mejor pero su falta de respuesta hizo que Bob lo interpretara como algún tipo de molestia por interrumpir su espectáculo.

-Calamardo, no quería interrumpirte... solo veamos el programa-

Bob iba a tomar el control, pero Calamardo sería mejor que apagara la televisión, se levantara y empezara a subir las escaleras.

-¿Calamardo?-

Bob no obtuvo respuesta y simplemente siguió a Calamardo a su galería.

-¿Vas a pintar?-

-Voy a tocar mi clarinete-

Calamardo tomó su clarinete y empezó a tocar desafinado. Bob estaba pensando simplemente en verlo, pero comenzó a sentir curiosidad por ver las pinturas y comenzó a revisarlas con cuidado.

-Que lindo-

Calamardo dejó de tocar y volteó para ver a Bob que tenía en sus manos el cuadro que había hecho de ambos y rápidamente se lo quito enojado.

-¡No toques mis cosas!-

-Lo siento, no pude resistirme-

Calamardo suspiró, dejó el cuadro a un lado y agarró su clarinete nuevamente pero antes de tocar Bob lo interrumpió.

-Era lindo-

-¿Qué?- Pregunté sin girarme para mirarlo.

-El cuadro, era lindo, nunca pensé que nos pintarías a los dos... juntos-

Esas palabras hicieron que Calamardo se sintiera orgulloso de sí mismo y de que alguien reconociera su talento, pero ese "juntos" le dio una sensación un tanto extraña que pocas veces había sentido.

-Oye Calamardo-

La voz de Bob lo sacó de sus pensamientos y esta vez sí volvió a mirarlo.

-¿Qué quieres?-

-Quería preguntarte si- Bob sacó su ukelele de la nada y vio a Calamardo emocionado -¿Puedo tocar contigo? Solo un poco-

Calamardo no lo pensó mucho y simplemente aceptó y ambos empezaron a tocar sus respectivos instrumentos y así estuvieron un tiempo hasta que tuvieron que comer y terminaron haciendo otras cosas.

SquongeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora