Una confesión poco habitual

47 6 3
                                    

Calamarodo estaba en su moai tratando de practicar antes del show pero cada vez que intentaba tocar seguía recordando lo de ayer y lo cobarde que fue por no poder decirle a Bob lo que sentía.

-Vamos Calamardo, cálmate, él siempre estará ahí incluso si tardas-

Empezó a tocar y le iba muy bien pero varios pensamientos lo invadieron como "¿Y si llega alguien más?" "¿Qué pasa si tardas demasiado?" "¿Qué pasa si se aburre de esperar?"

Esos pensamientos, en lugar de desanimarlo como siempre lo hacían, lo hicieron comenzar a tocar, no para él, sino para Bob, solo para esa torpe esponja.

Bob estaba en su piña desayunando y viendo la entrada que le había dado Calamardo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una hermosa melodía proveniente de la casa de su vecino.

-Calamardo esta tocando bastante bien ¿no crees Gary?-

-Meow-

-El nunca tocaría para mi-

-Meow-

-¿Tu crees eso?-

Bob tomó la entrada que Calamardo le había dado, esperando con emoción el momento del concurso. 

Pasaron las horas y ambos se dirigieron al teatro donde sería el concurso. Calamardo estaba detrás de la cortina con los demás participantes mientras que Bob recién entraba al lugar y aprovechó que todavía no había tantos peces para sentarse en la primera fila.

No pasó mucho tiempo para que el lugar se llenara por completo y comenzó el concurso. La mayoría de los participantes no lograron impresionar a los jueces por lo nerviosos que estaban y los que no estaban nerviosos realizaron un acto espectacular.

-Está bien, Sr. Tentáculos, es su turno.

-¿Tan rapido?-

-Sí, ahora salga-

El manager empujó al escenario a Calamardo, quien muy abrumado por la situación comenzó a dejar caer unas gotas de tinta por su nariz, pero por suerte nadie las notó.

-¿Y bien?- preguntó uno de los jueces.

-Oh si lo siento-

Calamardo tomó su clarinete y miró al público hasta que su atención se centró sólo en aquella tonta esponja que destacaba entre los demás y pensando sólo en él comenzó a tocar.
El público sintió la pasión de Calamardo pensando que era sólo su amor por la música pero Bob sintió que era algo más.
Cuando la música terminó todos aplaudieron, Calamardo apartó la mirada de Bob avergonzado y abandonó el escenario.

-Vamos, Calamardo, es un idiota. No creo que se diera cuenta de que estabas jugando para él- Calamardo recuperó la compostura y trató de no pensar en eso.

-Disculpe Sr. Tentáculos-

Calamardo se dio vuelta y se puso nervioso cuando vio que esa voz le pertenecia a un enorme tiburón.

-Vi su acto y fue increíble-

-Oh gracias señor…-

-Squeak- El tiburón le dio una tarjeta a Calamardo -Soy de una ciudad lejana y vine aquí a buscar a alguien tan talentoso como usted-

-¿Es serio?-

-¡Por supuesto! Tienes suficiente potencial, si quieres, podemos hacer algunos arreglos. Tú haces la música y yo me encargo de distribuirla. Sería famoso-

-¡Estoy dentro!- Dijo Calamardo sin pensar -¿Dónde firmo?-

-El sábado arreglaremos todo, solo llámame y mi ayudante irá-

El tiburón se fue, dejando a Calamardo tan sorprendido que ni siquiera se dio cuenta de que Bob había llegado.

-¡Calamardo!- Bob saltó y abrazó a su amigo -Eso estuvo genial, fue tan lindo-

Para sorpresa de Bob, Calamardo le devolvió el abrazo en lugar de apartarlo.

-Bob Esponja, ¡entrar a este concurso fue el mejor error que pudiste haber cometido!-

-¿Hablas en serio, Calamardo?-

-¡Sí! Finalmente podré cumplir mi sueño-

Bob estaba bastante orgulloso por esas palabras.

-Sabía que lo lograrías, estoy tan feliz por ti-

Bob se puso de puntillas y le dio un beso en el costado de si cara haciendo que Calamardo recordará el por qué estaba tan nervioso hace un momento y empujó a Bob.

-¿Pasa algo Calamardo?-

-Bob Esponja yo… tengo que decirte algo-

-Yo también tengo que decirte algo-

Ambos se vieron por un momento incómodo. Calamardo estaba a punto de hablar pero Bob lo jaló de la camisa, haciéndolo inclinarse y darle un beso en la boca.

-¡Lo siento!-

Bob comenzó a decir muchas tonterías mientras Calamardo no sabía cómo reaccionar después de eso.

-Bob Esponja- Bob se quedó callado esperando que siguiera hablando -Solo vámonos a casa-

-Está bien-

Calamardo tomó la mano de Bob poniéndolo bastante feliz y simplemente dejaron aquel lugar.

SquongeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora