Cita de raros

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La semana pasó rápido y en un abrir y cerrar de ojos era sábado. Calamardo se encontraba en su habitación arreglando su cama, pero un mal movimiento hizo que todo lo que había en su mesa de noche quedara en el suelo. Molesto, empezó a juntar mas cosas hasta que vio el dibujo de Bob que por detrás decía unas palabras.

-¿Una nota?-

Calamardo la tomó y empezó a leerla.

Calamardo, eres una de las personas más increíbles y geniales que he conocido. Aunque a veces eres distante y serio conmigo, admiro tu talento artístico, tu amor por la música y tu capacidad para ver el mundo de una manera tan única y diferente.

Se que nuestras personalidades puedan chocar y apesar de eso siempre he valorado cada momento que hemos compartido. Eres especial para mí de una manera que aun no entiendo muy bien pero se que es más que amistad.

Sé que esto puede ser tan raro y entiendo si no sientes lo mismo, pero ¿Quieres tener una cita este sábado?


Calamardo sintió una mezcla de malestar pero al mismo tiempo de ¿¡felicidad!? Era tan extraño, estaba un poco confundido, una parte de él no podía creerlo y la otra parte estaba totalmente emocionada.

-Creo que debería… debería enseñarle la diferencia entre amor y admiración-

Calamardo se resistió a la idea de desarrollar sentimientos por Bob sobre todo porque es una esponja, ellos son conocidos por ser... muy bobos y él era un pulpo conocidos por ser amargados y exigentes.

Calamardo salió de su casa y se dirigió a la casa de Bob, pensó que era mejor no decir nada ya que la última vez que pasó algo similar no salió muy bien, pero antes de decidirse, Bob abrió la puerta.

-¡Oh! Hola Calamardo-

-Hola-

-¿Pasa algo?-

Calamardo suspiró y buscó las palabras adecuadas para decirle de manera directa pero al mismo tiempo su intención no se notará y bueno eso era algo complicado.

-Leí la nota-

Bob Teago salivaba y se ponía nervioso

-¿Que notaste?- Pregunto, tratando de desviar el tema.

-4:30 vengo por ti-

Calamardo regresó a su casa y Bob volvió a entrar a la suya completamente sorprendido.

-Gary-

-¿Meow?-

-El acaba de invitarme a una cita ¡Gary no es emocionante!-

-Meow-

-Oh vamos Gary, él nunca haría algo así, no es ese tipo de cefalópodo-

-Meow- Gary maulló antes de ir a la cocina, dejando a Bob nervioso.

-Oh no, Gary tiene razón, no soy lo que Calamardo quiere, tengo que prepararme en estas dos horas y rápido-

Bob fue a su habitación y pensó en qué aspectos podía cambiar de él.

Pasó casi una hora y media en la que Bob se la pasó haciendo una larga lista de cómo tenía que actuar en su cita. Cuando vio la hora, rápidamente se preparó y guardó la lista en los pantalones.

-Ok Gary, ¿cómo me veo?-

-Meow-

-¡Ey! Tampoco es que haya cambiado por completo-

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