Capítulo 4. UN VERDADERO MATRIMONIO FALSO

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«En mi amor no hay límites ni condiciones. Es el manto en el que pinto mis días, dispuesta a trazar cualquier sendero, a enfrentar cualquier desafío, con tal de permanecer eternamente a tu lado».

 Es el manto en el que pinto mis días, dispuesta a trazar cualquier sendero, a enfrentar cualquier desafío, con tal de permanecer eternamente a tu lado»

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—¿Usted es Noelia Galanis? —escucha la voz demandante y severa en su espalda.

Se da la vuelta y se encuentra de frente con un hombre alto, muy guapo, pero sus facciones son duras e inclementes que la mira con desconfianza. Tras él, tres personas la observan con ansiosa emoción.

—S-sí... —contesta en un susurro indeciso.

—Así que usted es la esposa desconocida de Lucas.

—¿Quién es usted? —pregunta ella a la vez con prudencia.

—Andreas Markides —responde desafiante.

—El mejor amigo de Lucas —murmura recordando los nombres que Xandro le hizo aprender.

—Veo que ha escuchado hablar de mí —la detalla un poco sorprendido. Su voz severa se agudiza y su mirada se clava en su rostro—. Es curioso que yo de usted no haya escuchado nunca nada.

—Yo solo...

—Y estas personas aquí —la interrumpe—. Son la familia de Lucas.

—No quería importunar —dice rápidamente—. Solo vine a... ver cómo estaba y...

—Noelia, querida. —Delilah se le acerca y le da un fervoroso abrazo—. Eres su esposa, es lógico que quieras estar junto a él.

Delilah acaricia el cabello de Noelia y le otorga una sonrisa amplia y cariñosa.

—Qué hermosa eres, dulzura —exclama con la mirada empañada por la emoción—. Ahora entiendo por qué Lucas se enamoró de ti.

Noelia sonríe con un poco de timidez.

—¿Cómo es posible que Lucas esté casado y nosotros no lo sepamos? ¿Qué está pasando aquí? —Philipo indaga con una mezcla de incredulidad y curiosidad.

—Es lo que vamos a averiguar —expulsa Andreas con aspereza.

Noelia se siente acorralada, sin saber cómo explicar una situación que ella misma apenas comprende. Intenta articular una respuesta, pero las palabras parecen atragantarse en su garganta.

—Dejemos las preguntas para después —interviene Giavanna con una cordial sonrisa mientras se acerca a ella—. Soy Giavanna Kontos, la hermana menor de Lucas.

—Mucho gusto —contesta Noelia mientras estrecha la mano que Giavanna le ofrece.

—Vamos a la mansión —propone Giavanna—. Ahí podemos conversar mejor y conocer a la nueva integrante de la familia.

—No quiero incomodarlos —se niega con tranquilidad, aunque por dentro los nervios están a punto de estallarle.

—Claro que no nos incomodas, dulzura —aclara Delilah, con hilaridad.

Un anhelo del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora