III】 Bentos 3/3

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Hinata tuvo que sacrificar la mayor parte de tiempo libre que tenía en puro entrenamiento tradicional de los Hyuga. En la anterior prueba había tenido un desempeño que su progenitor consideraba mediocre, así que tendría que compensar la habilidad que carecía. Cada práctica le consumía cada pensamiento que pudiese surgir en su mente, además el dolor de su cuerpo la cegaba de cualquier otra cosa a su alrededor. Estas razones la excusaban de la vida de niña con la que una parte de su conciencia quería conectar.

Fue cuando en un par de semanas se creó la posibilidad de aplicarse una pomada en sus heridas sabiendo que ya no iba a tener más así mañana. Allí por fin pudo volver a creer que podía retomar las ideas inocentes que rondaban como anhelos en su cotidianidad.

No sería extraño volver a cocinarle el almuerzo, ¿No es verdad? Bueno, esperaba que así fuese, aunque no tenía mucha fe, no era como si a Sasuke Uchiha no se le conociera por ser fatalmente cortante. Él lucía intimidante y nadie mentiría, era intimidante, de hecho si la mayoría ya lo fichaba así, Hinata no sería la diferencia, pero todavía con eso ella sentía que debía hacerse cargo de los incidentes anteriores.

"Un último bento", iba a limitar sus emociones con esa idea principal en mente. De todos modos probablemente ese mantra no la protegería completamente de la ansiedad, puesto que esta vez sería ella la que entregaría su comida. Lee solo había prometido ayudarla con Naruto, no lo presionaría con esto.

No era ella, no, la timidez que siempre portaba nunca le daría tal libertad. Simplemente Hinata Hyuga no pudo haber mandado eso. A la azabache le temblaba una sonrisa incrédula en su boca, estaba asustada, pero también estaba feliz, ¡Lo había logrado!

Con haber hecho eso era suficiente, ella ya no se quedaría para más, en el segundo en el que supo que ya no estaba atada a su salón salió más rápido que nadie de allí. Mientras los demás buscaban lo necesario para disfrutar de su recreo, entre ellos estaba Sasuke, quien otra vez podría presenciar a su seguidora anónima en escena.

"Perdón haberte molestado con esto".

¿Haberlo molestado con qué? ¿Fue por qué no le escribió mucho en sus notas? Sería tedioso contestar, aunque...

"¿De qué hablas? Lo único molesto es ese perdón".

Puede que todo un almuerzo fuese demasiado para responder una única frase. Mejor hacer mochis con figura de ositos.

"¿Te gusta el dulce?"

"No cuando me quedo sin almorzar en el proceso."

Hinata se torturó toda una tarde después de leer aquello.

"¡Lamento mucho eso! Espero te guste una comida tradicional".

Itachi se sintió en la obligación de recriminarle a su hermano haber sido tan consentido y no ser recíproco con ello, "Sasuke, ten cuidado de no ser un mimado". Él tenía la opción de rehusarse a recibir estos presentes, incluso le preguntaron si le molestaba y él negó. Su orgullo tuvo que sucumbir ante el regaño que recibió, pero si se cuestionaría la próxima vez que se le diera por ser considerado y darle a su hermano mayor de su comida.

El niño sabía que los postres horneados de su tía eran suficientes para contentar la petición del genio en su casa. Aunque todavía seguía paseando por la plaza, esperando encontrarse con algo decente que completará su plan, menos mal lo halló sin mucho problema, ya que igualmente no pensaba invertir demasiado tiempo en ello.

"Te gusta el lila, ¿No?". Escribió él en un post-it que pegó en la orilla de una caja que estaba amarrada en una tela de ese color.

Ella se preguntó por mucho tiempo si debía tomar eso o no, fue todo un dilema. Finalmente se dejó llevar por aquel que dictaminó sería el peor resultado; no llevarse el obsequio por no superar su complejo de inferioridad aunque sea por un instante, además de despreciar algo que muy probablemente era para ella.

¡Ups! Pero mi amor no era para ti... (Sasuhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora