2. El mensaje

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Marta cerró la puerta de su apartamento con un suspiro de alivio, dejando atrás el bullicio del día de casting. Al entrar, fue recibida con entusiasmo por su perra, una border collie de nombre Rosa que no paraba de dar saltos de alegría mientras movía rápidamente el rabo. Marta sonrió, acariciando suavemente la cabeza de Rosa antes de dirigirse a la cocina.

El lugar empezaba a impregnarse con el aroma de la comida casera. Marta decidió prepararse algo sencillo pero reconfortante: pasta con salsa de tomate y queso parmesano. Mientras el agua comenzaba a hervir, sacó una botella de vino y sirvió una copa para acompañar su cena.

Mientras cocinaba, dejó que su mente divagara hacia el día que había tenido. Había sido un día emocionante, lleno de audiciones y emociones encontradas. Aunque amaba su trabajo, a veces podía ser abrumador, y Marta se encontraba ansiando la calma y la serenidad de su hogar.

Finalmente, la cena estuvo lista y Marta se sentó en la mesa, disfrutando del sabor reconfortante de la pasta y el vino. Rosa se sentó a su lado, mirándola con ojos expectantes mientras Marta compartía pequeños trozos de comida con ella. A pesar de estar sola físicamente, se sentía reconfortada por la compañía de su fiel mascota.

Después de la cena, Marta se dirigió al salón y encendió la televisión. Decidió ponerse una serie que había estado siguiendo, una historia de ciencia ficción llena de intrigas y conspiraciones. Mientras se sumergía en el mundo ficticio de la serie, Marta se permitió relajarse y olvidarse de las tensiones del día.

Sin embargo, incluso mientras se perdía en las tramas de la serie, Marta no podía dejar de pensar en Fina. Su actuación había sido excepcional y sabía que había encontrado a la actriz perfecta para su película. Pero había algo más en esa chica que le intrigaba, algo que iba más allá de su talento actoral.

****************

Fina salió del estudio con una mezcla de emociones. La experiencia del casting aún resonaba en su mente, cada momento vivido durante el día reproducido en su cabeza una y otra vez. Había sido una oportunidad única, una ventana hacia un mundo que apenas había rozado hasta ese momento.

Decidió llamar a su mejor amiga, Amelia, para compartir las noticias. Sacó su teléfono y marcó su número. El tono de llamada apenas había sonado un par de veces cuando Amelia respondió con entusiasmo.

-¡Hola, Fina! ¿Cómo ha ido el casting? -Preguntó Amelia con su voz llena de expectación.

Fina suspiró, tratando de encontrar las palabras adecuadas para describir la experiencia.

-Ha sido increíble. La sala de casting, Marta... todo ha sido simplemente increíble -respondió, tratando de contener la emoción en su voz.

Amelia notó la emoción en la voz de su amiga y preguntó con curiosidad, "¿Y qué tal ha sido trabajar con Marta? Es tan estirada como dicen?".

Fina negó, aunque Amelia no podía verla.

-Es increíble. Tiene esa aura de confianza y creatividad que es realmente inspiradora. Y su película... es un proyecto tan emocionante. No puedo creer que me hayan dado el papel -dijo, dejando escapar un suspiro de incredulidad.

Amelia sonrió al escuchar la emoción de su amiga.

-Estoy tan feliz por ti, Fina. Te lo mereces -dijo con sinceridad.

Sin embargo, la conversación no se detuvo ahí. Amelia parecía estar ansiosa por más detalles, más involucrada de lo habitual en las aventuras de Fina.

-¿Y qué más ha pasado? ¿Has conocido a alguien interesante en el set? Ya sabes que siempre estoy al tanto de tus romances -dijo Amelia, riendo entre dientes. Después,
permaneció en silencio por un momento, procesando las palabras de Fina. Una ligera sospecha cruzó su mente, pero decidió no profundizar en ella-. Bueno, Fina, espero que todo salga bien. Sabes que siempre estaré aquí para ti -dijo finalmente, tratando de no insinuar demasiado.

Fina agradeció el apoyo de Amelia, aunque una pequeña punzada de incomodidad la invadió al pensar en la posibilidad de que sus sentimientos hacia Marta fueran más allá de la admiración profesional.

-Gracias, Amelia. Significa mucho para mí -respondió, tratando de disipar esos pensamientos por el momento.

Amelia permaneció en silencio por un momento, procesando las palabras de Fina. Finalmente, decidió abordar el tema que había estado rondando en su mente.

-Por cierto, ¿cómo está Andrés? Le habrás llamado ya para contarle cómo te fue en el casting... -Preguntó, intentando sonar casual.

Fina sintió un nudo en el estómago al escuchar el nombre de su novio.

-No, todavía no. Pero lo voy a llamar ahora mismo -respondió, tratando de ocultar la leve sensación de culpa que la invadió al darse cuenta de que había estado tan absorta en el casting que se había olvidado por completo de llamar a Andrés.

Al colgar con Amelia, Fina se preparó para llamar a Andrés, pero antes de marcar el número, recordó su conversación con Marta y la sensación de euforia que había experimentado durante todo el día. Con una sonrisa tonta en el rostro, decidió enviar un mensaje de agradecimiento a la directora por la oportunidad.

Con las prisas y la emoción del momento, Fina no se percató del icono que seleccionó al enviar el mensaje. "Mierda, borrar, borrar", murmuró en voz alta al darse cuenta de su error, sintiendo que el rubor subía por sus mejillas ante la idea de haber enviado un emoji vergonzoso a alguien tan importante como Marta.

Mientras tanto, en su apartamento, Marta revisó su teléfono y vio un mensaje de Fina. Lo abrió con curiosidad y una sonrisa se dibujó en su rostro al leer las palabras de agradecimiento de la joven actriz:

Hola, Marta! Perdona que te escriba, pero quería agradecerte la oportunidad que me estáis dando. Ha sido un día genial, me he sentido muy cómoda, espero que podamos conocernos mejor 🍑

Marta observó el mensaje con una sonrisa curiosa mientras el icono del melocotón bailaba en la pantalla de su teléfono. La ocurrencia de la actriz la hizo reír, pero cuando intentó responder, el mensaje desapareció de repente, dejando solo la notificación de "Mensaje eliminado". Frunció el ceño, preguntándose qué habría querido decir exactamente Fina y por qué había decidido borrarlo. "¿Se arrepintió de haber enviado el mensaje?" se preguntó Marta, intrigada por la repentina eliminación. A pesar de la confusión, una sensación cálida y divertida se instaló en su pecho, pensando en la torpeza involuntaria de la joven actriz.

Mientras tanto, Fina mordía nerviosamente su labio inferior mientras el mensaje de agradecimiento desaparecía de la pantalla de su teléfono. Al ver a Marta en línea, un escalofrío recorrió su espalda, imaginando que quizás la directora había llegado a leer el mensaje antes de que ella lo eliminara. "¿Qué he hecho?" pensó, sintiendo un hormigueo de vergüenza recorrer su cuerpo. Se paseó por su pequeño apartamento, incapaz de sacarse de la cabeza la idea de que Marta había visto el mensaje antes de que ella lo eliminara. "Debería haberlo pensado mejor antes de enviarlo", se reprendió a sí misma, sintiendo que había arruinado su primera impresión con la directora de cine. Justo cuando iba a empezar a escribir un nuevo mensaje, la notificación de la llamada entrante de Marta la sacó bruscamente de sus pensamientos, y con un nudo en la garganta, Fina se preparó para enfrentarse a la posibilidad de una conversación incómoda.

Con el teléfono temblando entre sus dedos, Fina miró el nombre de Marta iluminado en la pantalla. Su corazón latía con fuerza en su pecho mientras sopesaba si debía responder o no. Cada segundo de indecisión parecía una eternidad, y mientras sus dedos se movían hacia el botón de "Contestar", una pregunta se repetía en su mente: ¿Qué podría significar esta llamada para su futuro como actriz y quizás, incluso, como amiga de Marta?

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