En el gélido invierno de Seúl, SeulGi y SeokJin, dos almas que habían encontrado refugio el uno en el otro, se enfrentan a una serie de desafíos inesperados.
La nieve caía suavemente sobre Seúl, cubriendo la ciudad en un manto blanco que silenciaba el bullicio usual de sus calles. Era una tarde de invierno, y la temperatura había caído en picado, convirtiendo la respiración en nubes visibles de vapor. Las luces de los faroles reflejaban destellos en los copos que danzaban en el aire, creando un ambiente casi mágico.
Kim SeokJin caminaba por las estrechas calles del barrio de Bukchon Hanok, sus pisadas crujían bajo la capa de nieve reciente. El joven arquitecto, conocido por su rigurosa dedicación y pasión por la preservación de la arquitectura tradicional coreana, se dirigía a una reunión importante. La restauración de una antigua casa hanok que perteneció a una familia noble durante la dinastía Joseon estaba en sus manos, y esta noche se encontraría con los patrocinadores del proyecto.
En el interior de un café cercano, SeulGi observaba por la ventana, perdida en sus pensamientos. Era una mujer de carácter fuerte, periodista de investigación en uno de los diarios más influyentes de Seúl. Había llegado al café una hora antes para asegurarse de tener una buena vista del lugar donde se realizaría la reunión. No por casualidad, sino porque su investigación reciente sobre la corrupción en la industria de la construcción la había llevado a sospechar de la empresa que financiaba el proyecto de restauración.
Mientras SeulGi sorbía su té, SeokJin entró en el café y sus miradas se encontraron por un breve pero intenso momento. Ambos sintieron una chispa de reconocimiento, aunque ninguno sabía de dónde. SeokJin pidió un café y se sentó en una mesa cercana, revisando algunos documentos. SeulGi, siempre perspicaz, decidió aprovechar la oportunidad.
-Disculpa, ¿tú eres el arquitecto encargado de la restauración de la casa hanok en Bukchon? -preguntó con una voz suave pero decidida.
SeokJin levantó la mirada, sorprendido por la pregunta directa.
-Sí, así es. Soy SeokJin. ¿En qué puedo ayudarte?
SeulGi sonrió, notando la formalidad y la seriedad en sus ojos.
-Me llamo SeulGi. Soy periodista. Estoy investigando sobre los proyectos de restauración en Seúl y me interesó mucho el trabajo que estás haciendo. ¿Te importaría si te hago algunas preguntas?
SeokJin asintió, aunque algo reticente. SeulGi tomó asiento frente a él y comenzó a indagar sobre los detalles del proyecto, las dificultades encontradas y los plazos establecidos. La conversación fluyó, con SeulGi tomando notas mentales sobre cada palabra.
A medida que hablaban, un hombre de aspecto sombrío y porte autoritario entró al café. Sus ojos se fijaron en SeokJin y luego en SeulGi. Era Kang-ho, el director de la empresa constructora, conocido por sus métodos poco ortodoxos y su habilidad para eludir la ley.
-SeokJin, pensé que nos encontraríamos en el sitio de la obra, no aquí -dijo Kang-ho, su voz teñida de desdén.
-Lo siento, Kang-ho. SeulGi aquí estaba interesada en el proyecto y pensé que podríamos aprovechar para responder algunas preguntas -respondió SeokJin, tratando de mantener la calma.
Kang-ho lanzó una mirada de advertencia a SeulGi, que no se dejó intimidar.
-Espero que tus preguntas sean pertinentes y no una pérdida de tiempo -dijo con frialdad.
SeulGi mantuvo su compostura, dispuesta a no dejarse amedrentar.
-Mis preguntas siempre son pertinentes, Kang-ho. Solo quiero asegurarme de que todo se esté haciendo de manera transparente y respetando la historia de este lugar.
La tensión en el aire era palpable, como la nieve que comenzaba a acumularse más allá de las ventanas del café. La conversación se volvió más tensa, con SeokJin atrapado entre el deber profesional y su creciente desconfianza hacia Kang-ho. SeulGi percibió esto y decidió presionar un poco más.
-He oído rumores sobre irregularidades en la financiación del proyecto. ¿Qué tienes que decir sobre eso, Kang-ho? -preguntó SeulGi, sus ojos fijos en el hombre, buscando cualquier señal de nerviosismo.
Kang-ho se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con una mezcla de ira y desafío.
-No escuches a esos rumores infundados, SeulGi. Nuestro proyecto es legítimo y está bajo los estándares más altos. Pero te aconsejo que tengas cuidado con lo que insinúas -dijo, su voz baja y amenazante.
SeulGi no se amilanó.
-Lo tendré en cuenta. Gracias por tu tiempo -respondió, levantándose para marcharse.
Antes de salir, dirigió una última mirada a SeokJin, sus ojos transmitiendo un mensaje silencioso de que había mucho más en juego. SeokJin asintió levemente, reconociendo la gravedad de la situación.
Mientras SeulGi salía al frío y la nieve, la sensación de peligro y el comienzo de algo más profundo resonaban en el aire. La reunión había terminado, pero las sombras del pasado y las intrigas del presente apenas comenzaban a desvelarse, envolviendo a los protagonistas en un juego de amor, odio y destino en el corazón del invierno en Seúl.
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04/06/2024.- Historia nueva, pero corta. Espero sea de su agrado y no reporten la cuenta. Muchas gracias a todas las que siempre han estado conmigo desde el principio. Besos voladores para todos.
