Fuego y Hielo

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El vehículo se movía rápido por las calles cubiertas de nieve de Seúl. NamJoon manejaba con destreza, sus manos firmemente sujetas al volante mientras SeulGi y SeokJin revisaban las imágenes y los documentos que habían logrado capturar en el almacén.

—Esto es suficiente para incriminar a Kang-ho —dijo SeulGi, con su voz llena de una mezcla de triunfo y ansiedad—. Pero necesitamos un plan para hacer llegar estas pruebas a las autoridades sin ponernos en peligro. 

SeokJin asintió, su mente ya trabajando en las posibles opciones. Sabía que Kang-ho tenía influencias en altos lugares y que cualquier movimiento en falso podría significar su fin.

—NamJoon, ¿puedes contactar a alguien de confianza en la fiscalía? —preguntó SeokJin—. Necesitamos a alguien que no esté bajo el control de Kang-ho.

NamJoon frunció el ceño, pensando rápidamente.

—Conozco a alguien. Un viejo amigo, el fiscal Park. Es incorruptible y ha estado buscando una oportunidad para derribar a hombres como Kang-ho. Pero tenemos que ser cuidadosos. Si Kang-ho sospecha algo, podríamos estar en peligro mortal.

Mientras hablaban, el teléfono de SeokJin vibró con un mensaje. Lo leyó y su rostro se tensó.

Mensaje Anónimo:
"Sabemos lo que hiciste. No podrás esconderte. Prepárate para enfrentar las consecuencias."

—Tenemos que movernos rápido —dijo SeokJin, mostrando el mensaje a SeulGi y NamJoon—. Ellos ya saben.

SeulGi respiró hondo, tratando de controlar el miedo que empezaba a crecer dentro de ella. No se dejaría intimidar.

—Llevemos esto a Park. Ahora.

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El edificio de la fiscalía estaba iluminado, una fortaleza en medio de la fría noche de Seúl. NamJoon estacionó el coche a una cuadra de distancia para evitar levantar sospechas, y el trío caminó rápidamente hacia la entrada. El aire estaba cargado de tensión, y cada sombra parecía esconder un posible peligro.

Fueron recibidos por el fiscal Park en una oficina discreta y bien vigilada. Park era un hombre de joven para ser fiscal, con una mirada aguda y una reputación impecable.

—NamJoon, es bueno verte —dijo Park, estrechando la mano de su viejo amigo—. ¿Qué es tan urgente?

SeokJin y SeulGi rápidamente le pusieron al día, mostrando las pruebas que habían recopilado. Park las examinó con atención, sus ojos reflejando sorpresa y preocupación.

—Esto es grande. Muy grande. Necesito actuar rápido, pero también con cautela. Kang-ho tiene muchos contactos, y no podemos permitir que se entere antes de tiempo.

—¿Qué sugieres? —preguntó SeulGi, con sus ojos llenos de determinación.

Park se recostó en su silla, pensando.

—Voy a necesitar tiempo para preparar una redada y asegurarme de que tenemos todo cubierto. Mientras tanto, ustedes tres deben mantenerse fuera de la vista. No quiero que ninguno de ustedes sea un objetivo fácil.

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Mientras el trío se preparaba para dejar la fiscalía, SeokJin se dio cuenta de algo inquietante.

—Nos están siguiendo —susurró, observando dos figuras sospechosas al otro lado de la calle.

NamJoon maldijo por lo bajo.

—Tenemos que dividirnos. Será más difícil para ellos seguirnos a todos.

SeulGi asintió, su mente trabajaba rápidamente.

—SeokJin y yo iremos por un lado. NamJoon, tú toma otra ruta y asegúrate de no ser seguido. Nos encontraremos en el refugio que mencionaste.

SeokJin y SeulGi se deslizaron por una serie de callejones oscuros, sus corazones latiendo con fuerza mientras trataban de despistar a sus perseguidores. La nieve caía más intensamente ahora, dificultando la visibilidad. Los pasos detrás de ellos se acercaban, y SeokJin podía sentir la tensión en el aire, como una cuerda a punto de romperse.

Finalmente, encontraron un pequeño refugio en un edificio abandonado. SeulGi se dejó caer contra la pared, tratando de recuperar el aliento.

—¿Crees que nos hayan visto? —preguntó, su voz apenas un susurro.

—No estoy seguro, pero tenemos que estar preparados para lo peor —respondió SeokJin, mirando alrededor, buscando cualquier señal de peligro.

De repente, un ruido sordo resonó en la puerta trasera. Ambos se quedaron inmóviles, sus corazones latiendo con fuerza. La puerta se abrió lentamente y una figura apareció en la oscuridad.

—¡NamJoon! —exclamó SeokJin, aliviado.

NamJoon cerró la puerta tras él, su rostro reflejando el mismo nivel de tensión que ellos.

—Nos siguieron, pero creo que logré despistarlos. Debemos quedarnos aquí hasta que Park nos avise.

SeulGi asintió, su mente ya pensando en el próximo paso. Sabía que esta batalla estaba lejos de terminar, pero también sabía que no estaba sola.

Mientras la noche avanzaba, el trío permaneció en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos. Afuera, la nieve seguía cayendo, cubriendo la ciudad en un manto blanco, ocultando los peligros y las sombras que acechaban.

 Afuera, la nieve seguía cayendo, cubriendo la ciudad en un manto blanco, ocultando los peligros y las sombras que acechaban

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04/06/2024.-

ECOS DE INVIERNO☔️Kim SeokJin☔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora