Traición y Rescate

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La madrugada en Seúl trajo consigo un leve respiro, pero la tensión en el pequeño refugio seguía siendo palpable. Mientras el cielo comenzaba a clarear, SeulGi, SeokJin y NamJoon sabían que el tiempo no estaba de su lado. Las pruebas en manos del fiscal Park eran un paso importante, pero la amenaza de KangHo seguía pesando sobre ellos como una sombra oscura.

Mientras NamJoon revisaba las rutas de escape y los planes de contingencia, SeokJin y SeulGi compartieron un momento de calma, sus manos entrelazadas. Era un breve respiro en medio del caos, una promesa silenciosa de que enfrentarían lo que viniera juntos. 

De repente, el teléfono de NamJoon sonó, rompiendo el silencio. Contestó rápidamente, su rostro se tensó al escuchar la voz al otro lado de la línea.

—Es Park —dijo NamJoon, tapando el micrófono del teléfono con la mano—. Dice que necesita vernos. Algo ha salido mal.

SeulGi y SeokJin intercambiaron una mirada preocupada. Sabían que encontrarse con Park podría ser arriesgado, pero no tenían otra opción.

—Vamos —dijo SeokJin, decidido—. Tenemos que saber qué ha pasado.


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El punto de encuentro era una pequeña cafetería en las afueras de Seúl, un lugar discreto y lejos de las miradas curiosas. Cuando llegaron, encontraron a Park sentado en una mesa del rincón, su expresión grave.

—Tenemos problemas —dijo Park en cuanto se sentaron—. Alguien filtró información. KangHo sabe que lo estamos investigando. Anoche hubo movimientos en sus cuentas y en su personal. Creo que planea huir del país.

SeulGi sintió un nudo en el estómago. Sabían que KangHo era peligroso, pero ahora todo estaba en juego.

—¿Qué podemos hacer? —preguntó, tratando de mantener la calma.

Park suspiró.

—Necesitamos detenerlo antes de que desaparezca. Tengo a un equipo listo para actuar, pero necesitamos saber exactamente dónde está. Los registros indican que tiene una casa segura en las afueras de la ciudad, pero no tenemos una ubicación exacta.

NamJoon miró a SeulGi y SeokJin.

—Podemos averiguarlo. Tengo contactos que podrían darnos la información que necesitamos, pero será arriesgado.

SeokJin asintió.

—No tenemos otra opción. Hagámoslo.

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El sol comenzaba a ponerse cuando NamJoon recibió la información que necesitaban. La casa segura de KangHo estaba en una zona rural, rodeada de bosques. Un lugar perfecto para esconderse y planear una fuga.

Se dirigieron hacia allí en un coche alquilado, manteniendo un perfil bajo. La tensión era palpable mientras avanzaban por los caminos nevados, el silencio solo roto por el ruido del motor y el crujido de la nieve bajo las ruedas.

—Tenemos que ser cuidadosos —dijo NamJoon mientras estacionaba el coche a una distancia prudente de la casa—. No sabemos cuántos hombres tiene Kang-ho con él.

SeulGi asintió, su corazón latiendo con fuerza. Ella y SeokJin intercambiaron una mirada, y luego se abrazaron brevemente, un gesto de apoyo y promesa antes del peligro que se avecinaba.

Se movieron sigilosamente entre los árboles, acercándose a la casa. Desde la distancia, podían ver luces encendidas y figuras moviéndose en el interior. Kang-ho estaba ahí, y no tenían mucho tiempo.

—Esperen aquí —susurró NamJoon—. Voy a rodear la casa y ver si encuentro una entrada segura.

SeulGi y SeokJin esperaron en silencio, sus cuerpos tensos y listos para actuar. De repente, escucharon un grito ahogado y el ruido de una pelea. NamJoon había sido descubierto.

—¡Vamos! —gritó SeokJin, tirando de SeulGi mientras corrían hacia la casa.

La puerta trasera estaba entreabierta, y se lanzaron dentro, encontrándose en un pasillo oscuro. Pueden oír los sonidos de lucha provenientes de una habitación cercana. Sin dudarlo, se dirigieron hacia el ruido, encontrándose con KangHo y varios de sus hombres.

—¡Deténganse! —gritó KangHo, levantando una pistola.

SeulGi y SeokJin se congelaron, con NamJoon sujetado por dos hombres robustos.

—¿De verdad creían que podían atraparme? —dijo KangHo, su voz llena de desprecio—. Siempre estoy un paso adelante.

Pero antes de que KangHo pudiera apretar el gatillo, SeulGi lanzó una lámpara cercana hacia él, golpeando su brazo y desviando el disparo. SeokJin aprovechó el momento para lanzarse hacia KangHo, desarmándolo en una lucha desesperada.

La habitación estalló en caos mientras los hombres de KangHo trataban de recuperar el control. NamJoon se liberó con un golpe bien dirigido, uniéndose a la pelea.

Finalmente, lograron someter a los hombres de KangHo, dejándolos atados y fuera de combate. KangHo, herido y furioso, fue sujetado por NamJoon mientras SeokJin llamaba a Park.

—Lo tenemos —dijo SeokJin con un tono de alivio—. Pero necesitamos refuerzos, rápido.

Park respondió con una voz tensa pero aliviada.

—Los estoy enviando. Manténganse seguros.

Mientras esperaban a los refuerzos, SeulGi y SeokJin se encontraron de nuevo en un abrazo, ambos exhaustos pero triunfantes.

—Lo logramos —susurró SeulGi, su voz llena de alivio.

—Sí, juntos —respondió SeokJin, acariciando suavemente su rostro.

El peligro aún no había terminado, pero habían dado un paso crucial en su lucha. Y mientras se mantenían unidos en medio de la nieve y el frío, sabían que podían enfrentar cualquier cosa, siempre y cuando estuvieran juntos.
 
 

13/06/2024

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13/06/2024.-

ECOS DE INVIERNO☔️Kim SeokJin☔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora