high school love | Railo shipper

capítulo 12

"Me gustas mucho."

Las manos de Alondra guardaba los rizos de Rai detrás de su oreja para luego pasarlas por sus cachetes, definiendo cada parte de su rostro como si fuera una niña descubriendo algo nuevo.

Se sentía bien, sus manos eran suaves y calentitas.

— ¿Ya estás mejor?, en serio discúlpame nena. — Lentamente y cuidando de no ser brusca, aparto las manos del rostro de Rai.

— Eh, si, ya, ya estoy bien. — Intento no mirarle los ojos a la morena. — Oye ¿y vamos a tomar un helado o?...

— Si, ven. — Extendió su mano a la pelirroja, esperando que esta la tome. — Rápido Rai, se me cansa el brazo.

Rai tomó la mano dada y dejó que Alo la guiase al lugar de helados que tanto deseaba probar.

No caminaron demasiado, el puesto quedaba a la esquina de la plaza, bastante cerca.
Al llegar la morena soltó su mano.

— ¿Que sabor vas a querer yeyi?

— Mm, uno de fresa por favor.

Alondra asintió y pidió los helados

— Rai, ve y busca un lugar con sombra.

Rai hizo lo que Alondra pidió, espero un rato hasta que la bajita llego con los helados.

— Uno de frutilla para ti. — Extendió el brazo con el helado de Rai. — Y uno de menta granizada para mi.

— Muchas gracias dama.
¿En serio te gusta el de chocomenta?

— Si, ¿que tiene? — Metió una cucharada su boca. — Al menos es original.

— Alo, es literalmente pasta con chispas de chocolate, no es algo original es asqueroso.

— El tuyo es muy básico, frutilla sola. — Alondra observó como Rai estaba degustando su helado. — ¿Esta rico?

— Si, ¿quieres probar? — Acercó la cuchara a la boca de la morena. — Dí aa

— No voy a decir esa mierda, Rai.

— Ouh, entonces no te compartiré. — Dirigió la cuchara a su boca de nuevo.

— Bueno, bueno. — Rai la miro. — Aa..

La cuchara entró a su boca, sabía rico, más de lo normal porque la colocha se lo dio.

— ¿Y?, que te pareció, bajita? — Rai sonreía. — A que te pareció un exquisitez.

— Probé mejores que ese, ¿no quieres probar del mío?

— Mejor paso.

Charlaron de varias cosas, al terminar cada una su helado se creó un silencio cómodo, solo se oían los autos pasar y algunos pájaros cantar.

La mano de Alondra rozó la de Rai, primero fue un rocé que de a poco fueron juntando sus manos, entrelazandolas entre sí.

Por más que estaban en verano, no le importaban sentir sus manos entrelazadas.

Las manos de Alondra eran suaves y calentitas, mientras que las de Rai eran frías y rasposas.

Una combinación perfecta.

— Me gustas mucho.

"A mi también me gustas, Alo."

12.