capítulo 15

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"Sólo dame tiempo, por favor Rai."

Jetziel se asustó al escuchar a Sebas hablar cerca suyo en pleno silencio.

— Hijo de puta, cabrón. — Observó que detrás estaba Dylan. — ¿Desde hace cuanto están aquí?

Los dos se miraron.

— Eh, supongo que llegamos recién, ¿ustedes que estaban haciendo? — Curioso por la escena de su grupo junto detrás de un árbol.

— Venimos a espiar a Alo porque esta rara hace unos meses. — Rodri habló. — Y nos encontramos algo mucho mejor.

— Ah, ¿ustedes ya saben? — Dylan preguntó.

— Espera, ¿tú ya sabías? — Gael al igual que el grupo estaba confundido, bueno, algunos.

— Las descubrí en el salón de artes, igual, ellas no se dieron cuenta y yo seguí con mi vida.

— Por fin Alondra deja de ser virgen.

Gael golpeó la nuca de Mateo por hacer ese comentario, aunque también soltó un par de risas con los demás. Dirigiéndose con todos a la casa de Jetziel para la noche de películas, el plan inicial.

— Alo, espera... — La cara de Alondra se encontraba en el cuello de Rai, dejando varios besos. — Me haces cosquillas, ya para.

— Me gustas mucho, ¿lo sabías? — Las manos de Alondra se posicionaron en la cintura de la pelirroja.

— Es un lugar público, en serio ya. — Rai bajo las manos de la morena de su cintura, por más de aquellos bancos estuvieran lejos, sentía algunas miradas hacía allí. — Oye, ¿no que secreto?, así tu secreto se va a ir a la mierda.

Ahí va de nuevo.

— Sólo dame tiempo, por favor Rai. — La bajita acarició su mejilla.

— No sé, quizás no ahora pero en algún momento no estaré dispuesta a ser un secreto, por más que sea tuya.

— Sí Rai, lo sé. No soy idiota.

— Pues no sé la diferencia entre una pelotuda y tú. — Rai intento acentuar un acento argentino bizarro. Lo cual hizo que Alondra riera cómo nunca.

— ¡Che boluda!, ¿de que te ríes? — La colocha seguía.

— No te sale pinche cabrona.

Ahora la que reía era Rai, aquél intento del acento mexicano fue completamente un fallo total.

— Buenos, se hace tarde, ¿nos vamos?

Rai se levanta y extendió su mano a la de la morena, ayudándola.

— ¿No sentiste como unas miradas raras?, no sé de donde venían pero las sentí.

— ¿Miradas?, no creo Rai, estaba muy concentrada en ti. — El recordar ese momento la puso roja.

— Sí Alo, sí. — Rai siguió caminando de la mano con Alondra.

Ninguna de las dos se enteraron que los amigos de Alo y los de Rai vieron todo desde diferentes puntos.

"No jodas, yo creía que era sólo la crush de Rai pero no que ya se convirtió en mi segunda mamá."

15.

high school love | Railo shipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora