6-¿Yuta Okkotsu?

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«¿Cómo llegamos a esto?», se preguntaban al mismo tiempo, pero ya están metidos en este desastre, no hay vuelta atrás.

Satoru Gojo y Suguru Geto están en problemas, todavía no saben exactamente como accedieron participar en la “misión secreta”, extracurricular. Pero ya no pueden retroceder, ambos no logran articular palabra pero sus miradas cómplices lo dicen todo, Gojo se deshizo de sus lentes para “comunicar mejor” sus ideas a su ya no tan odiado compañero, por su lado Geto no escatimó esfuerzos en transmitir su ánimo por medio de su aura, lo dice claro: “no deberíamos hacer esto”.

Satoru: “Lo sé pero ya estamos aquí, se valiente”.

Su deber es vigilar a los tipos extraños, ahora los escoltan a un lugar, Geto tomó sin permiso una camioneta de la escuela, ni siquiera sabe de quién es, pero ahora se halla estacionada enfrente de un primaria.

La mujer Zenin con evidente restricción celestial, es quien los dirige, Gojo se halla sorprendido, nunca creyó acatar órdenes de alguien con esa “condición”, lo aceptará por curiosidad.

—Maki —llamó Todou quien con su gran tamaño apenas cabe en la camioneta —, ¿segura que la maldición intentará ir por Yuta y no por Itadori? —preguntó incomodo, es espacio es sofocante para él, además de tener al panda invadiendo su espacio.

La mujer vigiló con cuidado, se podría decir que el grupo ignora la existencia de sus dos guardaespaldas todo el tiempo, es como si no fueran los encargados de ejecutarlos si intentan algo, sino parte de su equipo, esto inquietó de cierta manera a ambos pero Geto no lo exterioriza, en cambio Satoru les hace ciertos gestos todo el tiempo.

—¿Por qué iría por Itadori? Es su hija biológica, siempre supo dónde esta... además, no creo que Itadori tenga algo que Kenjaku quiera —soltó Maki mientras se bajaba.

Geto y Gojo quienes iban de piloto y copiloto se miraron al pie esa revelación, ¿una maldición con hijos? Esto es demasiado retorcido para analizar, si eso es verdad entonces, «debemos matar al engendró de la maldición», pensó Gojo anonadado, ni siquiera puede creer que una maldición pueda engendrar, debe ser una una criatura muy viciosa y antigua para poder romper sus barreras naturales.

Cada vez que Satoru sabe más de la maldición, más quiere verla y enfrentarla, algo le dice que puede con ella, cuando la mate entonces habrá salvado el futuro, ¿no?

Maki caminó entre la gente, aunque algunas personas la miraban sospechosos por su apariencia, ella no se detuvo hasta poder entrar al establecimiento, no pudo evitar pensar en Yuta Okkotsu, realmente quería verlo aunque sea de lejos, es más, lo tomará y se lo llevará para poder protegerlo de Kenjaku.

«No puedo perderlo de nuevo», se juró.

Avanzó más hasta encontrarse con el parque de juegos de la primaria cuando se dio cuenta que jamás vio una foto de Yuta Okkotsu de niño, eso es todo, todos los niños son iguales ante sus ojos, no logra percibirlo, se maldijo por no llevar gafas.

Pensó en otros planes, quizás deba revisar en la enfermería los reportes de los niños, el Yuta que conoció en Jujutsu Tech hace años era un debilucho, debió vivir en la enfermería. Se dispuso a inflitarse cuando algo golpeó su pierna, ese golpe no la movió ni un milímetro pero la criatura que chocó con ella cayó sentado, es un niño el cual iba corriendo a toda velocidad.

—¡Auh, disculpe, señorita! —exclamó el niño levantado la cabeza y luego se puso de pie, limpió con sus manos el polvo de su ropa.

Maki quedó congelada, ese rostro, esos ojos, hasta su nariz la conoce bien.

—¡Yuta! —Maki tomó el niño de los hombros.

—¿He?

Dentro de la camioneta panda debatía con Todou acerca de las mejores alternativas, casi siempre suicidas, para acabar con la maldición. Satoru presentó silenciosa atención a la conversación, aunque sus opiniones son demasiado “suicidas” para su gusto, no concuerda con ellos pero no puede decirlo.

—Por eso lo digo —recalcó panda con su voz tan peculiar —, deberíamos poner explosivos, o armar una formación en la que todos seamos sellados, inclusive las maldiciones.

—Me parece bien... ¡Maki! —gritó Todou llamado la atención de todos.

La mujer no tardó mucho dentro, pronto salió con un niño cargado cual saco de papas, el infante lloró y gritó desesperado. Maki abrió la puerta y arrojó al niño a los brazos acolchados de panda.

—Andando —ordenó, en la puerta de la primera comenzaron a salir personas y un guardia armado —. Rápido.

Geto pisó fondo sin precaución, el equipo se llevó por delante varias señales y hasta un poste, Suguru no es mejor conductor, la mirada de Gojo fue de fastidio, su mensaje es: “te dije que soy mejor conductor, tengo más ojos que tú, idiota”. Geto encontró un lugar apartado y se detuvo, alejado de las casas.

—¡Noooo! —gritó el niño mientras pegaba puñetazos y patadas —. ¡Déjenme! ¡Déjenme! —Lagrimas comenzaron a derramarse de los ojos del niño, sus golpes se hicieron más leves y su respiración se entrecortó.

—Oh, Yuta, eres tú —Panda abrazó al pequeño Yuta entre sus brazos —. No te lastimariamos nunca, somos tus amigos.

El panda se mostró feliz por la presencia del niño, tanto Geto como Gojo dedujeron que se trata de un futuro hechicero, quizás un miembro de esa generación. Gojo volteó para ver con cuidado al menor, no parece tener nada especial, además de ser muy llorón, «no tiene madera de hechicero», pensó chasqueando la lengua.

De pronto se hizo el silencio, el niño cayó desmayado por la falta de aire.



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Volvemos con las actualizaciones de este fic.

Esta protagonista Itadori female me gusta mucho por alguna razón, Itadori me gusta en cualquier versión más bien.

Viajando al pasado (ItadorixSatoruGojo-Female Itadori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora