Dudas (Matías x Gregory)

Capítulo 11

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Maela se sentía algo fastidiada. Haber sido citada en un lugar así le hacía querer irse de inmediato, pero no podía, no si lo sabían en verdad...

Esta cafetería en este sitio tan alejado de Papapipa le hacía dudar.

Entonces llegó un señor, tenía la cabeza inclinada, de forma que su sombrero le tapara el rostro.

–Si, mirá ¿Viteh'?Yo soy así cómo el más capo ¿Viteh'?– dijo el señor, haciendo que Maela se sorprendiera.

Entonces se cerró la persiana del negocio de golpe. Valentina comenzó a caminar hacia la mesa en la que se encontraban.

–Maela...– canturreó su nombre con una dulzura bastante fingida.

–Valentina, que suerte verte, nena.–Murmuró Maela parandose con rapidez. –podemos irnos juntas ¿No?– dijo Maela, queriendo safarse de la situación. Sin entender que Valentina estaba metida en esto.

–Sentá el culo– ordenó Valentina totalmente hastiada por su intento de huída e incluso fastidiada por el falso afecto que le daba con la intención de irse.

–¿¡Valentina!?– Maela estaba sorprendida por el trato que le daba Valentina, sin embargo volvió a sentarse.

Entonces, Valentina se sentó a lado del señor, que al quitarse el sombrero, Maela notó que él era El Viejo.

–Queremos que dejes a Matías en paz...– Explicó Valentina, en complicidad con El Viejo.

–¿De qué estás hablando?– su acento escocés era bastante marcado y oirlo asustado era muy gracioso para Valentina.

–Si mirá ¿Viteh'? Con nosotros no es joda ¿Viteh'?– Dijo El Viejo dando un golpe a la mesa, intentando intimidar a la altanera mujer.

–Hablá, Maela. Soltalo todo que nosotros sabemos eso y más– Valentina tenía una sonrisa maliciosa. Su canturreo salía hasta con maldad.

–Hacele caso que no es ella cuando se enoja ¿Eh?– Dijo Alejo desde la mesa de al lado, haciendo notar su presencia. El se veía relajado, dándole algo de frescura a la tensión situación.

Maela los miró, sintiéndose fastidiada.

–Bien ¿Que quieren de mi?– preguntó ella cómo si no supiera.

–No te hagas la boluda, dejá a Matías en paz ¿Viteh'?– Habló El Viejo.

–No puedo, no pienso hacerlo.–Entonces Maela pensó en cómo podía Manipular la situación su favor. –Matías tiene un oscuro secreto que ustedes no saben–

Los tres se miraron entre sí y los serios fruncieron el ceño mientras que Alejo... Simplemente era Alejo.

–Matías es culpable de la muerte de su padre... Y por eso es mi deber atormentarlo– dijo ella, aparentando tristeza, aunque solamente esperaba ser convincente e irse. –Me arrebató al amor de mi vida ¿No es eso suficiente razón para hacer lo mismo?–

Valentina hizo una mueca de asco. El Viejo apretó el puño. Y... Alejo finalmente dejó de sonreír, poniendo solo una cara de amargura.

–Por eso no puedo permitirlo, por eso voy a seguir...– Maela sentía que tenía todo controlado, aunque no era así en absoluto.

El Viejo buscó algo en el saco 're piola' que se había buscado para parecer re malo.
Entonces sacó unos papeles, poniéndose los lentes antes de hablar.

–2 kilos de tomate, 6 cajas de vino...– El Viejo levantó una ceja y luego dejó esa hoja de lado –Esa era la lista del súper ¿Viteh'?– murmuró, teniendo los papeles serios en sus manos.

–En el cuerpo del papá de Matías se encontraron hematomas ocasionados con un objeto contundente en la zona de los flancos derecho e izquierdo. Además se encontraron 2 costillas rotas y una sustancia intoxicante en su venas– leyó El Viejo.
–Si, mirá¿Viteh'? A él lo cagaron a palos y lo envenenaron ¿Viteh'?– aclaró El Viejo con bastante paja de leer el resto.

–Vos siempre le dijiste a Matías que le había dado un infarto porque era mal portado...– Valentina canturreo bajo con rabia.

–¡No es cierto! El informe forense que me dieron es distinto, eso es mentira– Afirmó Maela en un intento inútil de quedar bien parada ante esto.

–No solo vos mataste a tu marido, si no que lo tratas re mal a tu hijo. Noo– El Viejo se veía bastante sorprendido por esta información que leía, pero les convenía saber al respecto.

–¿Vos sos una basura en potencia?– Habló finalmente Alejo, tratando de no tirar un insulto demasiado fuerte para mantener la calma por su cuenta.

–Además, parece que tú pasado no te favorece, Maela...– 'cantó' Valentina tomando las hojas del Viejo y leyendolas por su cuenta.
–Fuiste una 'chica de compañía' en Escocia–
Valentina se rió suavemente.

–¡No! ¡No es cierto!– Maela se desesperaba con cada palabra, sintiendo que su imagen se derrumbaba y no podía hacer nada.

–Te 'vendieron' al papá de Matías porque él no había podido casarse a tiempo... ¿Allá se casan antes de los 30?– preguntó Valentina haciendo su voz llana de a poco. –Al menos te sacó de la pobreza, porque no tenías ni siquiera dónde vivir que no sea el prostíbulo–
Leyó.
–Casarte con él hizo que le den la herencia familiar... ¿Eso es lo que querés para Matías?–
Preguntó la pelinegra ya con algo de sorpresa. Sus labios se abrieron de sorpresa, su labial delineaba las curvas de sus labios.

–No...– Maela sentía que se derretía de la vergüenza.

–Por la plata baila el cocodrilo– comentó Alejo alzando una ceja.

–Bueno ¿Viteh'? Nosotros sabemos mucho de vos ¿Viteh'? Así como todo ¿Viteh'? Así que cuidado–
Dijo El Viejo con un tono firme.

–Andate, Maela– dictó Valentina –Andate a Escocia otra vez y dejá de romper las bolas– Valentina la miraba con decisión.

Maela asintió discretamente y se levantó tomando su bolso.
–Tu hubieras sido una muy buena esposa para mi Matías...– Sonrió finalmente su derrota.

Entonces Maela camino hasta la puerta del local y abrió la persiana por su cuenta.

–Vieja puta– Valentina la miró con asco mientras se iba

–Y... Es bien sabido que no te tenés que torcer el brazo, che– Murmuró Alejo para romper la tensión del ambiente al decir de esta manera aquel dicho.

Entonces, al calmarse un poco más, los tres se abrazaron y suspiraron, finalmente lo habían logrado.

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Muerte a Maela.

Estoy MUY cansada, ojalá que haya quedado bien.

¡Gracias por leer esta cosa!
Cambio y fuera.