Capítulo 101

134 25 1
                                    

Chispas volaron de los personajes que flotaban en el aire como si estuvieran suspendidos. Han Cha-soo se levantó lentamente y se distanció.

Su cuerpo pisó sin esfuerzo la oscuridad.

[Estás siendo engañado]

El texto se movía con él, como si se negara a ser ignorado.

¡Crepitar!

Sobre las letras doradas estallaron llamas de colores. El efecto fue tan ligero como el de los fuegos artificiales baratos, completamente desproporcionado con la gravedad del mensaje.

Sin embargo, incluso en medio de la luz juguetona que iluminaba la habitación, Han Cha-soo no bajó la guardia.

'¿Quien podría ser?'

¿Fue esto obra de quienes le tenían mala voluntad?

Era incierto.

Carecía de información adecuada.

Sí, eso fue todo, no hay información.

Un brillo silencioso pasó por sus ojos grises mirando al vacío, fríos como el amanecer alejando la noche.

Entonces.

¡Crepitar!

El texto dorado se onduló.

Los personajes se fragmentaron, mezclándose entre sí para formar nuevas palabras.

[ ¿Quieres saber la verdad? ]

Y luego silencio nuevamente.

"..."

Han Cha-soo, de pie de espaldas a la ventana, miró en silencio el mensaje. Su mano agarró el pomo de la puerta detrás de él.

La sensación en sus dedos era la de siempre.

Había conseguido una salida.

Han Cha-soo miró la ventana de estado que parpadeaba en el borde de su visión y habló.

"¿Que verdad?"

"..."

"¿Quién eres?"

No hubo respuesta. Al saber esto, Han Cha-soo no se sorprendió, pero mantuvo la mirada fija en las letras.

Tras un breve silencio, el texto volvió a temblar.

"...!"

Los ojos de Han Cha-soo temblaron ligeramente mientras miraba al vacío.

***

"Es casi como un resort".

En el momento más cercano al amanecer que a la mañana, Seonhui salió a correr un poco, habiéndose despertado más temprano de lo habitual.

¡Ojalá!

Las huellas dejadas en la arena eran más pesadas que sus pasos.

¡Golpear!

Una sombra oscura seguía a Seonhui como una cola.

Arena ennegrecida con forma de pisadas. Sobre ellos se elevaba un humo que no desaparecía ni siquiera con la brisa de la mañana.

Whoosh-

Tragado por una luz azul que parecía ascender desde las profundidades.

¡Silbido!

Soy el malo, ¿puedo irme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora