Soy el malo, ¿puedo irme?

Capítulo 118

Min Sanha frunció el ceño ante el dulce olor que llenaba la habitación mientras traía una nueva comida.

"¿Qué tomarás?"

"Dulce."

Crack. Han Cha-soo respondió mientras mordía el caramelo que sostenía. La mesa estaba cubierta con envoltorios de colores brillantes, un testimonio de cuántos había consumido mientras estaba sentado.

El culpable era obvio, ya que no estaban allí antes de que Min Sanha se fuera. Debió haberlos arrojado Jung Seoheon.

"Y pensar que él afirma que no ha sido hechizado. Hasta un perro que pasara por allí se reiría".

Como líder de un gremio importante y considerado el más fuerte en términos de fuerza de combate individual como un rango S, fue bastante sorprendente que se quedara en la isla con el pretexto de estar de vacaciones. Ahora, estaba haciendo de chico de los recados voluntariamente.

—No, esto ni siquiera es trabajo de chico de los recados.

Fue una explotación unilateral, en la que Han Cha-soo fue el explotado, no Jung Seoheon. Después de todo, Han Cha-soo nunca le había ordenado a Jung Seoheon que le trajera nada.

Entonces, si alguien tuviera que nombrarlo, Jung Seoheon no era un chico de los recados sino...

'Un tonto.'

Parece que no existe nada parecido a un rango S normal en ningún lado. Min Sanha pensó distraídamente.

"¿Quieres algo?"

Han Cha-soo preguntó mientras desenvolvía otro trozo, notando la mirada de Min Sanha.

"Es un regalo de la Agencia de Gestión. Hay mucho, toma un poco".

—No, gracias. No soy muy amante de los dulces. Y pensar que estás comiendo después de despedir a alguien como a un perro... Realmente sabes cómo abusar del poder, joven amo. Es una gran habilidad para irritar a la gente.

Min Sanha comentó mientras se sentaba en el sofá. A pesar de sus quejas, todo eran palabras.

Sabiéndolo muy bien, Han Cha-soo sonrió.

"Solo estoy compensando con dulces ya que no tengo apetito. Deberías haber estado más atento a mi condición y haber traído el menú correcto. Después de escabullirte y observarme como un pervertido, ¿ni siquiera pudiste hacer eso bien?"

Ante amenazas tan infundadas, Min Sanha apoyó la barbilla en la mano. Sus ojos, una hermosa mezcla de verde y amarillo, miraron fijamente a Han Cha-soo.

"¿Algo más que decir?"

"Uh... Una vez que dejes la isla, ¿realmente no considerarás visitar un hospital?"

Pensar que se ha vuelto más inteligente después de perder la memoria. La ironía no se le escapó a Min Sanha cuando Han Cha-soo se rió entre dientes y le arrojó un caramelo. Min Sanha atrapó el caramelo con gracia, moviendo la mano de su barbilla.

"Deja de pensar demasiado y simplemente haz tu trabajo".

"¿Cuánto mejor esperas que lo haga?"

"¿Dijeron que instalar un nuevo Círculo Mágico de Supresión de Impulsos sería difícil?"

"Ah."

Cuando surgió el tema del Círculo Mágico de Supresión de Impulsos, Min Sanha rápidamente se metió el dulce en la boca, evitando el tema desfavorable.

"No es demasiado dulce y parece bastante agradable. Incluso parece que tiene un efecto calmante... Lo trajeron de la Agencia de Gestión, ¿verdad? ¿Lo venden cerca?"