Las chicas primero unieron sus frentes, se quedaron un rato en silencio. Becky podía sentir como su loco corazón latía con fuerza, Sarocha por su parte, anticipaba el beso con la emoción que le aceleraba el pulso.
Becky: Estar así contigo es increíble, siento que esto que nos está pasando es amor a primera vista, cerca de ti siento que lo tengo todo.
Sarocha: Yo también pienso y siento lo mismo que tú. Es como si te conociera de toda la vida.
Con toda la seguridad que pudo, Becky se acercó a Sarocha, sus miradas danzaban silenciosas entre sí. Cuando finalmente no soportó más, unió sus labios con los de Sarocha, sintiendo como una electricidad recorría cada fibra de su ser, el momento se lleno de magia. Sus bocas seguían explorándose con delicadeza, llenas de deseo y pasión, el contacto físico fue una declaración de lo que sus corazones deseaban gritar, sentían como las piezas de un rompecabezas por fin estaban encajando.
Al separarse sus rostros estaban tan cerca que sus alientos se mezclaban, no pudieron evitar sonreír, Rebeca acarició la mejilla de Sarocha, con sus dedos trazo un camino lleno de ternura.
Becky: Me gustaría que este sea el comienzo de algo bueno, ¿me permites ser parte de tu vida?
Sarocha: Pues para mi empezó muy bien, me encantaría saber cómo va a continuar esta historia.
Becky: ¿Lo averiguamos?
Sarocha: Por favor, contigo quiero todo.
Becky: ¿Nos vamos?
Sarocha: Vamos...
Ambas chicas salieron del departamento de Becky, subieron las maletas al carro y luego se dirigieron hacia su destino. En el camino iban escuchando música, cantando e inventando bailes sin sentido. La mañana era cálida, el cabello de Sarocha bailaba con el viento, ella miraba hacia afuera, mientras Rebeca conducía con cuidado. Al pasar unas horas, Becky redujo la velocidad y estacionó su auto en una gasolinera, apagó el motor y bajo del auto, echó la gasolina y entró a comprar algo de comer.
Becky: Espero te gusten -le extendió varios dulces- también te compré agua, sé que antes que cualquier bebida, prefieres el agua.
Sarocha: Gracias, me encantan -le dio un beso en la mejilla- el agua siempre será la mejor elección.
Becky: Me alegra mucho -encendió el auto- ¿deseas hacer alguna parada antes de llegar al hotel?
Sarocha: No, así estoy bien, gracias.
Becky: No hay de qué.
Volvió a arrancar el carro y salió de la gasolinera, con cada kilometro que recorrían, el paisaje de la bulliciosa ciudad quedaba atrás, ahora podían ver zonas verdes, con carreteras bordeadas por palmeras. El aroma del aire era diferente, ahora tenía una mezcla salada por el mar, anticipando la proximidad de la playa.
La vista que tenían alrededor era refrescante, todo era hermoso, la combinación de colores, el mar, el cielo y la humildad de las personas eran la mezcla perfecta. Cuando por fin llegaron a su destino, la emoción de pasar más tiempo juntas y disfrutar de lo que amaban y su cercanía se acrecentó, Becky aparcó el carro y luego corrió hasta la puerta de Sarocha, le abrió y le extendió su mano para que bajara.
Becky: Bienvenida al mejor fin de semana de tu vida.
Sarocha: Gracias Becky, esto es hermoso.
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Prana
RomanceEsta es una historia de amor, donde los personajes se descubrirán conforme se va desarrollando la historia. Cada personaje está en busca de su "Prana". Becky G!p