Capítulo 5 - Atracción mutua.

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La noche se hizo presente y las fuertes lluvias azotaban sus dos cuerpos. Llegó un momento en el que ambos resbalaron por el asqueroso fango y cayeron por una pequeña montaña que hizo que terminarán boca abajo. Cellbit fue el primero en levantarse notando como Roier con fastidio se quitaba los tacones de sus pies y los tiraba, amarró su vestido levantandolo hasta sus muslos para que le fuera más fácil el caminar. El brasileño observó como los espasmos del contrario volvían y se quitaba ese enorme cabello largo, su maquillaje se encontraba corrido. Cellbit mentiría si dijera que no le atraía esa faceta enojona del chico.  

— La puta madre, mierda, carajo. — Siseó Roier antes de volver a acercarse a Cellbit y ayudarlo a caminar. — Tenemos que conseguir un sitio donde quedarnos. —

— Tienes... tienes fiebre. — Murmuró Cellbit en español al sentir el cuerpo hirviendo de Roier contra el suyo mientras temblaba como una gelatina. 

— Si y tu estás todo golpeado. — Habló de igual manera Roier sonriendo coqueto. — ¿Te preocupas por mi? ¿Mhm? — 

— . . . — Cellbit giró sus ojos irritado. Roier soltó risitas.

Después de tanto caminar entre la lluvia llegó un momento en el que Cellbit sintió como el cuerpo de Roier caía al suelo haciendo que el propio Cellbit se terminará agachando por el dolor de no tener un cuerpo que lo ayude a moverse. Sus ojos azules inspeccionaron a Roier quien respiraba totalmente agitado, se había desmayado. Cellbit miró a los alrededores, estaban en la nada, en un bosque, solo habían árboles. Gruñó antes de esforzarse en caminar para tratar de encontrar un buen sitio en donde descansar de la lluvia, apretó sus puños por breve segundo antes de voltear a ver el cuerpo del de ojos rubís. Quería llevarlo pero no creía que la fuerza de su cuerpo lo dejara. Pero ahí estaba, intentando cargarlo, consiguió ponerlo en su espalda escuchando la respiración contraria en su cuello.

Escuchó la suave tos de Roier quien entreabrió sus ojos sin estar del todo consciente de lo que sucedía. Cellbit siguió caminando sus párpados se cerraban solos también por el cansancio, no durarían mucho si no lograban encontrar algo con lo que refugiarse. Roier oculto su rostro entre la nuca y el cabello de Cellbit enroscando sus brazos en su cuello y pecho sin llegar a apretarlo, simplemente para sentirse más cálido.

— Gracias, gracias. — Murmuró bajito Roier tal vez alucinando. Cellbit sintió su corazón removerse. — Perdón, Melissa no debió disparar, llamó mucho la atención. — Habló con un hilo de voz antes de volver a toser. 

— . . . Por que você está tão interessado em mim? — Preguntó directamente el brasileño. 

— Ja... — Rió débil. — Pensé que ya lo sabías, eres inteligente. —

Un gran sonrojo zurco las mejillas de Cellbit, ¿Qué es lo que veía Roier en él? ¿Tanta atracción tenía para salvarlo 2 veces poniéndose en peligro? Sintió la suave piel del contrario entre sus manos que lo sostenían para que no cayera. Vió los guantes blancos todavía en los brazos contrarios, llenos de sangre y suciedad. Cellbit sintió su mirada nublarse debido al cansancio, no aguantaría más, se detuvo unos segundos para recuperar fuerzas, sus brazos temblaban y sentía que en cualquier momento soltaría a Roier por el peso.

— Mhm, ¿Estás bien? — Preguntó Roier bajito. Cellbit pudo escuchar un tono completamente diferente hacía él, uno cariñoso, no coqueto, uno dulce y preocupado.

— Não creio que haja um lugar para se refugiar. Não aguento mais o seu peso... Sinto que vou desmaiar a qualquer momento. —

— Puedo caminar. —

— Não, Não pode. — Roier rió sintiendo sus mejillas calentarse con ternura al notar que Cellbit no quería que se esforzara, no tardó en toser bajo de nueva cuenta.

ᴀᴍᴏʀ ᴇɴ ᴄʜᴀʀᴄᴏꜱ ᴅᴇ ꜱᴀɴɢʀᴇ - ɢᴜᴀᴘᴏᴅᴜᴏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora