EL REGALO

405 32 1
                                    

"Perspectiva Laccier"

Después de ver entrar a katsuki al salón, entre detrás de el, dirigiendome a mi asiento, las clases estaban por comenzar de nuevo, y antes de que eso pasara, intenté voltear a ver una vez más a bakugo, fue una sorpresa al ver que el ya me estaba viendo a mi, intenté sonreírle pero el solo me mostró el dedo medio de una forma grosera volteando enseguida a ver hacia otro lado, solté una pequeña risa al ver su reacción.
Me parecía interesante la forma en la que intentaba disimular cada vez que me observaba, o "se preocupaba por mi", lo hacía a su manera, pero la intención era lo que contaba.

Cada que se desesperaba o intentaba parecer que no le importaba mi presencia, lo hacía de una forma que me causaba ¿Ternura tal vez? Pero no era una clase de ternura normal, era una manera en la que terminaba conmoviendo mi corazón con su manera de demostrar.

El día y las horas de clases pasaron, pero está vez katsuki me evito, así que yo también lo hize, no quería que los demás compañeros pensaran otra cosa, o que nos vieran muy juntos y comenzarán a molestarnos a ambos.
Las clases llegaron a su fin, la semana había terminado, comenzaba a guardar mis cosas como normalmente lo hacia al final de cada jornada escolar. Observe como katsuki se estaba retirando más rápido de lo normal. Tal vez tenía algún pendiente después de clases, así que intente no ir tras de el, me había evitado este día a excepción de la mañana, así que no quería molestarlo.

Salí del salón algo agotado, por no haber podido dormir bien por lo ocurrido el día anterior, por los pasillos no había señal de katsuki, todo se encontraba vacío, los alumnos se habían ido demasiado rápido, los entendía ya que era fin de semana. Fin de semana... Estaría solo esos días de nuevo, así que no tenía ningún plan interesante, más que estar solo en mi casa como normalmente lo hacía. Salí por completo de la UA y confirmé que no había rastro de katsuki por ningún lado.
Suspiré algo desanimado, no quería volver del todo solo a mi casa, aunque entendía que no siempre el podría acompañarme, el tenía una casa a dónde llegar así que no tenía que depender por completo de su compañía.

Caminaba distraído por las calles mientras miraba el atardecer que mostraba el cielo, era demasiado hermoso para solo verlo por unos minutos en lo que caía la noche, saque mi teléfono y tome algunas fotografías hacia el cielo, increíble la belleza del atardecer, mientras revisaba las fotos que había tomado, escuché a lo lejos una voz llamándome.

- ¡Laccier!- Era katsuki a lo lejos que me llamaba, ya había caminado al menos 3 cuadras de distancia de la UA.

Espere al otro lado de la calle viendolo cruzar para llegar finalmente frente a mi.

- Pense que ya te habías ido, ¿Por qué el acompañamiento tan repentino?.- Decia algo confundido, tenía derecho a estarlo ya que la mayor parte del día me había ignorado.

- Toma y cállate.- El me acerco una bolsa, obligandome a qué la tomara con ambas manos.

- No la abras hasta llegar a casa ¿Entendido?, idiota.- Se dió la vuelta para regresar por dónde había venido. Antes de que pudiera reaccionar para poder preguntarle que era lo que tenía la bolsa, y porque me la había dado, el ya estaba al otro lado de la calle.

Solo observaba bastante confundido viendo cómo se alejaba, me di la vuelta también con aquella bolsa que me había dado, ¿Tal vez era una broma de el?, comenzaba a dudar que era lo que tenía esa bolsa que era de un tamaño algo pequeño. Me apresure a caminar para llegar, la curiosidad me ganaba, entre rápido a mi departamento y subí corriendo a mi habitación, deje sobre la cama aquella bolsa que al parecer parecía de papel.
¿Que podía ser? ¿Y si era algo malo? ¿Era una broma? Estaba algo dudoso de si realmente debería de abrirla, note una pequeña nota así que me acerque a leer lo que decía.

No preguntes como es que se esto.
Pdt: jodete de nuevo.

Comenzaba a sospechar de que realmente era una broma, pero la bolsa parecía sentirse suave al tocarla, pero aún no sabía que era lo que tenía, ¿Porque no quería que preguntara?.
Mi curiosidad aumentaba cada vez más, tome la bolsa y la abrí un poco desconfiado de lo que podría tener en su interior para mí sorpresa parecía algo suave, y lo termina de confirmar al meter la mano dentro de la bolsa, parecía seguro. Quite algunos pedazos de papel que estaban dentro de esa bolsa dejando ver por completo lo que tenía dentro.

¡¿Pero que!? No podía creer lo que tenía en mis manos, ¿Cómo es que lo sabía? Se sentía tan suave que no pude evitar abrazarla, ¿Porque me había dado esto así como así? No lograba procesar como es que me había dado un regalo como este, mucho más porque jamás le había mencionado algo sobre eso. ¿Era su forma de pedir perdón por haberme evitado el restante del día? O era tal vez por ¿Algo más allá de eso?.

Mi teléfono vibró llamando mi atención, era un mensaje nuevo de el.

No quiero preguntas sobre esto, ¿Ok? Ahora no me molestes o respondas que estaré ocupado.

¿Era lo único que había mandado? Voltee a ver de nuevo el regalo y una sonrisa invadió mi rostro haciéndome sentir feliz, la tome y abrace nuevamente, me sentía feliz, pero realmente feliz, no sabía cómo explicar el sentimiento que evocaba de mi pecho, era uno que hacía que mi corazón se alegrará y se conmoviera, me sentía como un niño pequeño de nuevo.
Miraba con tanta felicidad y cariño mi pequeño regalo, me sentía cansado así que me recosté abrazando aquel regalo que provenía tal vez de mi "amigo".

Un pequeño peluche de gallina, era aquel regalo, era tan pequeña y esponjosa que me hacía sentir tan feliz y seguro. ¿Me había dado un peluche de gallina? No podía creerlo, más porque jamás lo mencioné, así que no podía imaginar como es que se enteró. Sentía un cosquilleo en mi corazón que me hacía sonreír y emocionarme, el lo sabía, teniendo la oportunidad de burlarse de algo tan estúpido como eso, ¿Me regaló algo asi?, solo podía imaginar y esperar a verlo para agradecerle sobre aquel regalo que se volvería muy importante para mí, deseaba poder agradecerle con un abrazo.

Gracias katsuki... Murmuré mientras le ponía un pequeño moño al peluche observandolo con demasiada ternura.
Sabía que en el fondo era bueno, aunque a veces demostrará lo contrario con su actitud.

Entonces me di cuenta que estaba comenzando a ganarse mi corazón.

CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora