Al saludar mi voz resonó en el salón donde ya se encontraban la mayoría de los alumnos que conformaban está clase. Inmediatamente un joven alto con lentes y cabello azulado oscuro se acercó a mi a recibirme.
- ¡Hola! Si, este es el salón 1A, ¿ Tu eres nuestro nuevo compañero?, un placer conocerte, ¡Soy Iida!, esos tatuajes que llevas se pueden borrar, ¿ Verdad?.
Me puse algo nervioso al escuchar preguntar directamente sobre mi apariencia, ¿ Mis tatuajes poderse borrar? Creo que estaba haciendo algún tipo de broma para hacerme sentir bienvenido aunque su tono al decirlo sonaba muy serio.
- Hola, mucho gusto, Iida, ¿Te refieres a mis tatuajes? No, no pueden borrarse espero no tengas algún problema con eso.
Trataba de mantenerme alegre y cortés con todos, no quería caerles mal el primer día, aunque lo que más me distingue es mi forma de ganarme la confianza de las personas muy rápido...
Podía observar como los demás compañeros me miraban con curiosidad, algunos con emoción, y otros como se comenzaban a acercar por mi llegada.
Pronto escuché una voz que me parecía demasiado familiar pero no recordaba de dónde, es cuando entonces ví acercarse a un chico de baja estatura, demasiada diría yo, como no reconocerlo por aquel color morado que lo distinguía al igual por la forma particular de su cabello.- ¡¡Laccier!! Me da mucho gusto verte por aquí, no pensé que nos volveríamos a ver.
Esa voz familiar, ¡Exacto! ¡Era mineta! Cómo no recordarlo.
- ¡Mineta! Tanto tiempo sin vernos, no pensé que estudiaras aquí, me da mucho gusto igual verte.
Mientras algunos compañeros se comenzaban a acercar alrededor de mi, note a alguien que al parecer había visto anteriormente, era ese chico rubio de ojos rojos, que había visto hace poco, ¿Estaba en la misma clase? Trataba de verlo de una forma en la que no se diera cuenta que lo estaba mirando, sería incómodo si llegáramos a cruzar miradas de nuevo. Seguí socializando con mis nuevos compañeros, me sentía alegre por convivir con todos ellos, pero seguía sintiendo la mirada sobre mi, de aquel chico sentado observando lo que pasaba o acaso ¿Observando me a mi?.
Un compañero bastante peculiar de cabellos totalmente rojizos puntiagudos, con dientes similares al de un tiburón, que a vista notoria se veía que era demasiado amigable, puso uno se sus brazos sobre mi hombro recargadose sobre mi. Me gustaba la atención que recibía.
- ¡Oye amigo! Soy Ejiro Kirishima es un gusto conocerte. Por tu apariencia se ve que debes de ser muy varonil, espero que lo seas.
El seguía sonriendo al igual que yo al escuchar que me veía varonil, claro que me veía, porque yo soy yo... Nadie era mejor que yo.
- Amigo, claro que soy varonil, igual soy caballeroso, y puedo demostrarlo con la chica rubia que no deja de mirarme.
Kirishima comenzó a reír por aquella broma que había hecho, y yo trataba de decirla con una voz fuerte que aquel rubio pudiera escuchar hasta su asiento. Aquel tenía una cara de desagrado hacia mi, pude ver cómo cambiaba rápidamente su expresión al escuchar cómo hablaba sobre el. En el salón se podían escuchar algunas risas por aquellas palabras que le dirigí al pelicenizo.
Un compañero se acercó hacia el y le hizo una pregunta.
¡Oye Katsuki! ¿Acaso te gusta nuestro nuevo compañero? ¿O porque lo miras tanto?.
El rápidamente se levantó de su asiento gritando de una forma molesta.
!Cállate! !Cállense todos!, yo puedo ver a quien quiera, como yo quiera, no les debe de importar, estúpidos extras.
Las risas se hicieron presentes aún más fuerte, al igual yo no pude evitar reírme por la actitud de ese sujeto, ¿De verdad era tan malhumorado y no entendia una simple broma? Que carajos le pasaba. Por su actitud supe que hiva a ser algo molesto, aunque aún no entendía el ¿Porque me miraba tanto de esa forma? ¿Porque solo a mi? Algo andaba mal con ese chico.
Uno por uno de los compañeros restantes se fueron presentando con sus nombres a excepción de aquel chico que siempre me miraba de forma extraña. Solamente era el único que faltaba en presentarse al igual que yo.
- Muchas gracias a todos por la cálida bienvenida, que grosero de mi parte no haberme presentado antes. Soy Miura Laccier.
Aquella chica llamada Mina que se veía fascinada por mi apariencia la parecer pero no quería decirlo directamente, obligó a uno de sus amigos a decirme.
- Oye Laccier, Mina dice que le gusta tu estilo de delincuente.
El rubio de ojos rojos soltó una carcajada al escuchar como me llamaban de esa forma, y con su voz burlona se acercó a donde estaba parado.
- De verdad apenas se dan cuenta que parece delincuente.
Rápido fue interrumpido por aquella chica de piel rosada.
- No le hagas caso, no me refería para nada en eso, lo que realmente quería decir es que te ves muy bien, tomalo como un halago, amigo.
No pude evitar poner una cara algo confundida por aquel comentario ¿De verdad me veía como un delincuente de por ahí? ¿Enserio pensaban eso de mi? Mi expresión cambio después al escuchar a Mina halagar mi apariencia , adoraba ser el centro de atención, eso aumentaba mi orgullo hacia mi.
Podía escuchar algunos susurros de las chicas diciendo que yo era apuesto, vamos claro que lo soy, con esas palabras alimentaban mi ego disfrazado de autoestima.
- De verdad que todos aquí son tan amigables...
Nuevamente sentí la mirada sobre mi que provenía de ese chico, podía ver sus ojos rojizos con una mirada de odio hacia mi, no entendía el porque lo hacía, ¿Le pareció grosero en ese momento en que nos topamos? Me da igual, le regrese una mirada con la misma expresión que el me mostraba, lo hacía como un tipo de advertencia.
Mientras lo miraba por alguna extraña razón no podía evitar perderme en sus ojos de tono rojizo, ¿Tal vez porque eran similares a los míos? El me hipnotizaba... O era ¿Por algo más?.
ESTÁS LEYENDO
Carmesí
Fiksi Penggemar¿Alguna vez vivieron una relación donde se sentían tan amados y a la vez tan lastimados? El amor puede "quemar" al corazón así como un cerillo a una simple hoja de papel. El amor puede volver sensible hasta al más rudo, y al más arrogante y dominant...