Carmesí

NIÑO DE MAMÁ

"Perspectiva Laccier"

Espere algunos segundos para voltear a verlo una última vez como se marchaba aquel chico de cabellos rubios. Sabía que el me miraría mientras me marchaba, pero quería verlo una última vez. Comenzaba a darme cuenta que muy en el fondo no era tan odioso como creía, solo tal vez tuvimos un "mal comienzo ambos", estos días han pasado varias cosas entre los dos, que hizo que katsuki me callera de alguna manera algo "¿mal?", pero sabía que no todo en realidad era así, al final de todo éramos ¿Amigos? Yo creo que sí, el lo había dicho en el salón y Denki es un testigo. Éramos amigos aunque tuviéramos nuestros malos entendidos que a veces terminan en enfrentamientos dudosos tal vez.

- ¡Mamá!! Ya regresé de la escuela, ¿Dónde estás? - Decía en voz alta mientras dejaba mi mochila sobre el sofá.

- ¡¿Mamá!? ¿Estás ahí? Te dije que regrese, ¿Dónde estás?. - Comenze a buscarla entre las habitaciones del departamento, pero no había señales de ella, su habitación personal parecía desordenada.

Mi teléfono comenzó a vibrar por una llamada, algo molesto lo tome y respondí.

- Hola Lacy, ¿Cómo estás mi niño? - Decía mi madre a través del teléfono.

- ¿Dónde estás? ¿Porque no estás aquí? Crei que estarías en casa.

- Ya sabes que no puedo estar siempre contigo porque tengo trabajo que hacer, además ya estás algo grande para estar muy apegado a mi.- Ella intentaba explicar con un tono un poco comprensivo pero a la vez se escuchaba algo fastidiada por mi "apego" hacia ella.

- Pero tú... Tu dijiste que si regresábamos de nuevo a Japón, pasarías más tiempo conmigo, ya que papá no está casi... Pero ya veo que no lo estás cumpliendo aunque tengas tu supuesta agencia aquí.

- ¡Laccier, no me reproches nada! Trato de estar lo más que puedo contigo pero a veces no puedo porque estoy sumamente ocupada.- Decía mientras comenzaba alzar la voz poco a poco.
- ¡No quiero discutir contigo! Sabes que te quiero mucho como mi hijo, pero comprende que no puedo estar contigo todo el tiempo, ya no eres un niño pequeño, comportate como lo que eres, un "adolescente" a punto de convertirse en un "hombre".

- Vaya, no pensé que fuera tan malo pedir un poco de atención de mis padres, pero está bien, comprendo que estás "ocupada" tanto que ni si quiera el primer día que entre a la UA estuviste para mí, siendo que era un día bastante importante para mí.

-No te preocupes por mi, andate sin cuidado, no pienses que tienes un hijo que te interrumpe en tus "deberes", buenas noches. - Colgué la llamada dándole fin a esa conversación que se comenzaba a tornar algo desastrosa, no quería arruinar el poco buen dia que había tenido.

Toda mi vida, toda mi jodida vida, tenía que rogar por un poco de atención de mis padres, de que me servía tener todo si ellos no estaban, mi padre lo veía muy pocas veces al año y en cambio mi madre... Era cariñosa y comprensiva cada vez que estaba, pero siempre terminaba de dejarme de lado por sus "trabajos". Entendía que estaban ocupados, pero tal vez soy un "adolescente" que busca la atención de sus padres que no tuvo cuando era un "niño" y ahora por buscar eso era un ¿Inmaduro?.

¿Porque hacían eso? Era su único hijo y no tenían tiempo para mí.
Tenía todo y a la vez nada. Salí de la habitación desordenada de mi madre azotando la puerta por la frustración, todo alrededor se sentía frío y callado, como normalmente mi vida se sentía, caminar por las habitaciones donde no provenían ningún ruido, solo se percibía la "soledad". Me había acostumbrado hace años a estar así, pero aún hechaba de menos ver a los demás con familias unidas, y ponerme a pensar ¿En cuando yo tendría eso?. Unos minutos de convivencia eran suficientes para cerrar levemente esa herida de ausencia, pero también días de alejamiento eran suficientes para volverla abrir.

Hechaba de menos tener un hogar en dónde refugiarme, o tener un lugar seguro, realmente me hacía falta.

Sabía que mi corazón jamás sentiría algo así, sabía que jamás iba a sentir el calor de un hogar unido, al contrario sentía el de uno distanciado.

Pero como había dicho estaba acostumbrado, que comenzaba a darme igual, si ellos estaban ocupados, entonces yo también lo estaré para ellos.

Baje nuevamente hacia el primer piso tomando mi mochila del sofá a dónde lo había dejado, pase por la cocina tomando una manzana que había encontrado por ahí. Subí a mi habitación encerrandome como siempre.
Me dispuse a terminar con los deberes de la escuela, mientras revisaba mis cuadernos vi caer una nota que provenía de uno de ellos. La recogí del piso leyendo lo que contenía ese pequeño pedazo de papel.

Estúpido, 773,284,45-1
No te emociones, esto no significa nada.

Katsuki B.
Pdt: Jodete.

¿Era acaso su  número de teléfono? ¿Porque me lo había dado tan de repente? Es más ¡¿ Cuando puso esa nota ahí! Guarde mis cosas dejandolas de manera ordenadas sobre mi escritorio dejando la nota de lado. Me dispuse a tomar un baño.

El agua fría salía de la regadera cayendo sobre mi haciendo estremecer mi piel al sentir el contacto frío con el agua.
Demasiadas cosas pasaban por mi cabeza ¿Había peleado de nuevo con mamá? ¿Entonces ella le diría a mi padre? Y el le hecharia la culpa a ella de estar ausente también, aunque el también lo estaba. ¿Entonces terminarían discutiendo? ¿Por... Mi culpa?.
Entre todos esos pensamientos grises el recuerdo de katsuki me invadió e hizo que regresará esa felicidad en mi al recordar aquella tarde de hace unas horas, que me hizo pensar que de verdad parecía que éramos verdaderos amigos. Una risa tonta salió de mi al acordarme, una y otra vez de su risa, el sonido de su forma de reir regresaba a mi cabeza haciéndome sonreír al recordar como se escuchaba en ese momento, además su cabello cenizo resaltaba más por el atardecer y la lluvia. Mi corazón sentía alegría al recordar aquel momento, hacía que todo a mi alrededor tuviera sentido otra vez.

Salí de bañarme y envolví mi cuerpo con una toalla para volver hacia mi habitación para terminar de cambiarme.
Tomando una playera de tirantes color negra y una pantalón de pijama a cuadros color negro con gris.

A unos centímetros de distancia le eché  un vistazo a aquella pequeña nota. ¿Debería de llamarlo? Pero ¿Y si no era su número? Tome el pedazo de papel para verlo más de cerca, si, si era un número de teléfono, ¿Debería de hablarle? Sería muy tonto que no me lo hubiera dado para eso.

Tome mi celular mientras anotaba el número de teléfono de katsuki.