En el fantástico mundo de Kumandra, humanos y dragones vivieron juntos hace mucho tiempo en perfecta armonía. Pero cuando unas fuerzas del mal amenazaron el territorio, los dragones se sacrificaron para salvar a la humanidad. Ahora, 500 años después...
Ray y (T/n) iban cabalgando por el desierto encima de Tok Tok. Ambos tenían paños que les cubrían la boca y la nariz, junto con sombreros. (T/n) tenía los brazos envueltos alrededor de la cintura de Ray y en su mano aún tenía el anillo de dragón. Mientras cabalgaban por el desierto, vieron siluetas de personas en la distancia. Sacaron sus espadas y se prepararon para un posible ataque, pero al acercarse, se dieron cuenta de que eran estatuas de piedra, guardaron sus espadas y continuaron.
Finalmente, se detuvieron y Ray golpeó dos veces el caparazón de Tok Tok y este emergió. Ray y (T/n) se quitaron sus máscaras y miraron hacia el horizonte, viendo un pequeño cañón que tenía un pequeño río fluyendo en él que conducía a un naufragio. Ray sacó un pergamino que era un mapa de los ríos en forma de dragón. Los extremos de todos los ríos estaban marcados con una X, excepto este.
Ray suspiró.
―Por favor, que este sea el lugar. ― dijo Ray en voz baja.
―Estoy segura de que lo será. ― lo tranquilizó (T/n).
―Pero ¿qué pasa si no lo es? ¿Qué pasa si no la encontramos? ―expresó Ray su preocupación.
―Bueno, entonces simplemente tendremos que recolectar las piezas de la gema y salvar al mundo nosotros mismos. Eso no debería ser tan difícil, ¿verdad? ― bromeó ella, tratando de animarlo.
Funcionó. Ray se rió.
―Eres ridícula.
―Sabes que así me amas. ― respondió ella.
La cara de Ray se calentó. Si ella supiera en lo acertada que estaba. Se volteó y miró a los ojos de ella.
― ¿Qué? ― preguntó ella.
Ray no respondió y comenzó a inclinarse hacia ella. (T/n) notó que se acercaba y su corazón se emocionó, cuando de repente Tok Tok se movió y en lugar de unir sus labios, unieron sus frentes.
(T/n) rió, tratando de frotar el dolor de su frente y el rubor en su rostro.
― ¡Wow! ¿Qué estás haciendo, gran insecto peludo? ― se rió (T/n), sin darse cuenta del ceño fruncido en el rostro de Ray por ser interrumpido.
Tok Tok se había distraído por un pequeño lagarto que corría por el suelo.
―Oye, amigo, concéntrate. Ojos al frente, Tok Tok. ― dijo Ray, con un tono de molestia.
Tok Tok dejó de perseguir al lagarto y miró hacia adelante.
―Buen chico. Te distraes muy fácilmente. ―musitó Ray.
