Capítulo 1: Entre lienzos y fotografías.

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Chiara y Violeta se conocieron en la Academia de Bellas Artes, un lugar donde las paredes estaban decoradas con coloridos murales y los pasillos siempre resonaban con risas y creatividad. 

Chiara, con su cabello castaño oscuro y su mirada intensa, era una talentosa pintora que solía perderse en sus propias obras. Violeta, por otro lado, tenía una melena corta naranja y ojos marrones, que parecían captar la esencia de cada emoción; era una fotógrafa que buscaba capturar la belleza en lo cotidiano.Se conocieron en una clase de arte contemporáneo. Chiara estaba sumergida en su lienzo, intentando plasmar una emoción difícil de definir, cuando Violeta se acercó para admirar su trabajo.

—Me encanta cómo usas los colores para transmitir sensaciones ,dijo Violeta con una sonrisa cálida.

Chiara levantó la vista, sorprendida por la sinceridad y el interés en la voz de Violeta.

—Gracias, es algo que me apasiona, respondió Chiara, devolviendo la sonrisa.

A partir de ese momento, comenzaron a pasar más tiempo juntas, trabajando en proyectos compartidos y explorando la ciudad en busca de inspiración. Las risas eran constantes, las conversaciones, profundas, y poco a poco, una conexión especial empezó a florecer entre ellas. Sin embargo, mientras Violeta sentía claramente que lo que estaba desarrollando por Chiara era más que una simple amistad.

Chiara se encontraba en un estado de confusión.  Nunca había pensado en su sexualidad de manera profunda y, aunque se sentía atraída por Violeta, no sabía cómo interpretar esos sentimientos.Una tarde, mientras paseaban por un parque lleno de cerezos en flor, Violeta decidió que era el momento de ser honesta.

—Chiara, hay algo que necesito decirte, comenzó, su voz suave pero firme. Creo que me estoy enamorando de ti.

Chiara se detuvo en seco, sus ojos encontrándose con los de Violeta. El corazón le latía con fuerza mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar.

—Violeta, yo... no sé qué decir. Me importas muchísimo, pero estoy tan confundida. Nunca he pensado en mí misma de esta manera, y no sé qué significa todo esto.

Violeta tomó la mano de Chiara entre las suyas, su mirada llena de comprensión y paciencia.

—Está bien, Chiara. No tienes que tener todas las respuestas ahora mismo. Solo quiero que sepas lo que siento. Podemos tomarnos el tiempo que necesites para averiguarlo juntas.

Chiara sintió una oleada de alivio y gratitud. Sabía que no tenía todas las respuestas, pero también sabía que, con Violeta a su lado, estaba dispuesta a explorar esos nuevos sentimientos. Ambas continuaron caminando, las manos entrelazadas, sabiendo que, independientemente de lo que el futuro les deparara, lo enfrentarían juntas, con el mismo arte y pasión que las había unido desde el principio.


Colores de un nuevo amor / KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora