He de aclarar que en esta historia las personas que son del mismo género pueden quedarse embarazadas.
Después de un semestre cargado de estrés y presión en la academia de arte, Chiara y Violeta necesitaban un respiro. Su relación había sido puesta a prueba por la intensidad de sus estudios y proyectos, y ambas sentían que necesitaban reconectar y relajarse. Decidieron tomarse un fin de semana lejos de todo, en una cabaña en el campo, un refugio donde el ruido de la ciudad y las demandas de la academia no pudieran alcanzarlas.
Llegaron al atardecer, cuando el cielo estaba teñido de colores cálidos y suaves. La cabaña, situada al borde de un frondoso bosque, era acogedora, con una chimenea, una amplia terraza con vistas espectaculares y una pequeña biblioteca llena de libros de arte y literatura.
—Este lugar es perfecto, Chiara. Justo lo que necesitábamos,dijo Violeta, inhalando profundamente el aire fresco y puro.
—Sí, es hermoso. Vamos a hacer de este fin de semana algo especial, respondió Chiara, tomando la mano de Violeta.
Esa noche, encendieron la chimenea y prepararon una cena sencilla pero deliciosa. La calidez del fuego y la serenidad del entorno crearon una atmósfera perfecta para la relajación. Sentadas juntas en la alfombra frente al fuego, compartieron risas y recuerdos, disfrutando de la compañía sin las presiones habituales.
—Chiara, ¿Te das cuenta de lo afortunadas que somos? No solo por estar aquí, sino por tenernos la una a la otra, dijo Violeta, apoyando su cabeza en el hombro de Chiara.
—Lo sé, Violeta. A veces olvido cuánto hemos logrado y lo especial que es nuestra relación. Este fin de semana ha sido un recordatorio maravilloso ,respondió Chiara, acariciando suavemente el cabello de Violeta.
La conversación fue disminuyendo, y la intimidad del momento creció. Chiara tomó el rostro de Violeta entre sus manos y la besó suavemente, un beso lleno de amor y gratitud. Violeta respondió con igual ternura, sus labios moviéndose lentamente, saboreando cada segundo.
El beso se profundizó, y la temperatura de la habitación pareció subir. Chiara deslizó sus manos por la espalda de Violeta, sintiendo la suavidad de su piel bajo la ropa.
Se tumbaron en la alfombra, el crepitar del fuego proporcionando un telón de fondo perfecto para su intimidad. Chiara se inclinó sobre Violeta, besando su cuello y dejando un rastro de besos hasta su clavícula. Violeta arqueó la espalda, susurrando el nombre de Chiara entre suspiros.
—Shh... murmuró Chiara, sonriendo contra la piel de Violeta. Deja que te cuide esta noche.
Con movimientos lentos y deliberados, Chiara comenzó a desvestir a Violeta, disfrutando de cada instante. La ropa se fue quedando a un lado, y pronto ambas se encontraron desnudas bajo la luz del fuego.
Violeta respondió acariciando el cuerpo de Chiara y dejándose llevar por las sensaciones. El mundo exterior desapareció, dejándolas solas en su burbuja de amor y deseo.
Se abrazaron fuerte, sus respiraciones entrecortadas y sus corazones latiendo al unísono. El fuego seguía crepitando, proporcionando una cálida compañía mientras se recuperaban del momento.
Después, se acurrucaron bajo una manta, disfrutando del calor de la chimenea y de la cercanía de sus cuerpos.
—Te amo, Chiara ,dijo Violeta, susurrando en la oscuridad.
—Y yo te amo a ti, Violeta. Siempre lo haré ,respondió Chiara, besando la frente de Violeta.
Al día siguiente, decidieron explorar los alrededores. El bosque estaba lleno de vida, con árboles altos y frondosos y senderos que se perdían entre la vegetación. Se tomaron de la mano y caminaron en silencio, dejándose llevar por el entorno. La naturaleza les ofrecía una sensación de paz que hacía tiempo no experimentaban.
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Colores de un nuevo amor / KIVI
RomanceEn la vibrante Academia de Bellas Artes, Chiara, una pintora apasionada, y Violeta, una talentosa fotógrafa, se conocen y comienzan a compartir más que proyectos artísticos. Su conexión crece rápidamente, y mientras Violeta se da cuenta de que está...