Lanzando al azar el periódico del sábado al suelo, Jongseong alcanzó el teléfono que sonaba.
- ¿Dígame?
- Oye, ¿Tienes un minuto? - preguntó Yang Jeongin al otro lado de la línea.
- Eres mi mejor amigo. Claro que tengo un minuto. Por cierto, gran partido.- dijo con una sonrisa visible, aunque el otro no lo viera.
- Gracias. Yeonjun realmente unió al equipo.
- Sí, realmente lo hizo. Entonces ¿Qué pasa? - Park se extendió en el sofá y miró el agujero en su dedo del calcetín. Demonios, en serio necesitaba lavar algo de ropa.
- Regresé a casa después del juego, y encontré a Jungwon sentado en los escalones de la entrada con un maletín en la mano. Por lo poco que dijo deduje que quería quedarse conmigo.
- ¿Por qué? ¿Qué sucedió en casa para hacer que se fuera sin decírtelo primero?
Jeongin siempre había sido un padre a larga distancia, solo veía a Jungwon una o dos semanas al año. Jay no pensaba que fuera Jungwon quien mantenía alejado a Jeongin, sino su madre Tzuyu. Por lo poco que había escuchado, Tzuyu había ido al tribunal muchas veces en estos años para aumentar el pago que Jeongin hacía por manutención.
- Solo eso. No hablará conmigo acerca de esto. Todo lo que preguntó fue si podía quedarse por un tiempo. Sé que es tu día libre, pero me estaba preguntando si podrías llevarlo a un desayuno tardío y lograr que te hable.
La imagen de Yang Jungwon sentado frente a él, hizo que el pene de Jay se llenase de inmediato. Detente, pensó y bajo la mano para darle a su pene un buen golpe.
- Sabes que, si lo llevo a desayunar y me lo cuenta, no puedo decirte nada acerca de eso.
- ¿Por qué demonios no? Yo soy su padre.
- Si hablo con él en calidad de profesional técnicamente se volverá mi paciente. No romperé la confianza de un paciente, ni siquiera por ti.- escuchó a Yang gruñir por debajo de su respiración.
Jay pudo imaginárselo caminando hacia delante y hacia atrás, algo que el hombre siempre hacia cuando estaba preocupado.
- Solo quiero estar seguro de que está bien. ¿Por lo menos podrías decirme eso después de que hables con él?
- Eso creo. Aunque tendré que decirle a Jungwon que te diré como esta.
- Como sea, solo ven cuando puedas. Ha estado sentado en la orilla de la cama de la habitación de huéspedes desde que llegó.
Jay miró sus gastados jeans y su vieja sudadera de los Marineros de Seattle. Un atuendo no exactamente profesional, pero tal vez ayudaría más a que Jungwon se abriera si usaba ropas casuales.
- Estaré ahí, en quince minutos.
- Gracias amigo.
- No lo menciones.- colgó y fue al baño para peinarse y cepillarse los dientes. Pasar el cepillo a través de su pelo pelinegro le tomó un segundo, pero se perdió mirándose al espejo. No era presunción que mirara su imagen, sin embargo, estaba asqueado.
- Tú tienes treinta cinco malditos años, pervertido, deja de pensar en un chico de dieciocho años.
El recuerdo de su primer encuentro con Jungwon nubló su visión. Jay había aceptado ir con Jeongin el verano anterior al casino donde la madre de Jungwon trabajaba. Jeongin siempre se quedaba en el hotel, en el cuarto de a lado, cuando iba a ver a su hijo.
Jay recordaba estar sentado con Jeongin en el salón cuando clavó su mirada en Jungwon. Había visto muchas fotografías suyas, pero nada lo había preparado para conocerlo en persona. Todo el aire en el salón parecía haberse desvanecido mientras miraba al centro de los más hermosos ojos que jamás había visto, enmarcados por las más largas pestañas en el mundo.

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𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏 𝑭𝒓𝒆𝒔𝒉𝒎𝒂𝒏 || ✧ ᴊᴀʏᴡᴏɴ ✧
Hayran Kurgu✰ ‹ ࣪˖♡ . ° ʾ ִֶ ¿Qué haces si ves a un hombre tan bonito que te deja sin respiración? ¿Qué haces si ese hombre es dicisiete años más joven que tú? ¿Qué haces cuándo ese hombre es el...