𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏 𝑭𝒓𝒆𝒔𝒉𝒎𝒂𝒏 || ✧ ᴊᴀʏᴡᴏɴ ✧

Capítulo 6

Varios días más tarde, después de la sesión de orientación semanal de Soobin, se quedaron como siempre un rato más para conversar.

-¿Así que Jungkook intentó hablar con Jeongin ayer? -preguntó Jay con cuidado buscando algo de información.

-Demonios, eso no fue una discusión, eran gritos endemoniados. Nunca lo he oído así. Lo que lo hizo peor fue probablemente, que un cuarto del equipo de fútbol estuviera entrenándose en el gimnasio.

-Así que todos los jugadores consiguieron oír lo que pasaba entre Jungwon y yo.

Él suspiró y frotó sus ojos.

-Cada vez que he intentado Ilamarlo me dice que esto es asunto suyo y cuelga.

-Es lamentable. Hombre, entiendo que no puedas decirle algo, pero no tengo la menor idea de por qué reacciona de esta manera.

Soobin se puso de pie.

-¿Te gustaría salir a cenar solo los cuatro?

-Gracias por la oferta, y si no te molesta una tercera pata, me gustaría unírmeles. Jungwon estará hasta tarde en la universidad aprendiendo una técnica nueva sobre vidrios o algo así. Esta esperando poder usarla en los potes que quiere vender.

-¿Está quedándose contigo? -Soobin se colocó su abrigo.

Jay se sintió ruborizar.

-Sí, no había comprendido cuánto lo necesitaba conmigo. Ahora se siente más... completo. ¿Puedes entender lo que quiero decir?

Soobin lo palmeó en la espalda mientras caminaban hacia la puerta.

-Lo sé. Sé exactamente de lo que hablas -Soobin señaló su automóvil.

-Quedé con Yeonjun de que lo encontraría en McGilley. ¿Quieres seguirme?

-Por supuesto, los veo allí -Jay manejó hasta la taberna irlandesa con una sola cosa en su cabeza: Jungwon. Nunca se había sentido más preocupado y sexualmente excitado por un amante. Nunca tan atontado. A Jungwon, como a cualquier otro jovencito de dieciocho años le encantaba experimentar y nunca parecía tener bastante.

Jay rió en silencio. Él mismo últimamente parecía de dieciocho años.

Debería avergonzarse de la cantidad de sexo que había estado consiguiendo los últimos días, y aun cuando podría, no tenía la intención de parar.

Esta idea lo hizo sonreír abiertamente. De solo pensar en Jungwon se ponía duro como una roca en cualquier momento. Maldición, no creía que pudiera entrar al restaurante así. Rápidamente movió sus engranajes mentales y pensó en Jeongin y su incapacidad para perdonar a su hijo el ser gay. Sip. Eso lo hizo. Jay miró hacia abajo y vio desinflarse su polla.

-Esto siempre funciona.

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Guardando en su sitio sus materiales, Jungwon se dio la vuelta hacia el profesor Byun.

-¿Entonces cree que ya tengo un dominio suficiente de las técnicas como para que lo intente sólo? A propósito, realmente aprecio que se haya quedado para enseñármela.

Baekhyun se acercó y se apoyó contra la mesa de trabajo de Jungwon.

-Nunca he visto un estudiante más rápido. Tú talento ya ha sobrepasado el mío. Estoy contento de que haya algo que pueda enseñarte.

Limpiando sus manos, Jungwon sintió que se ponía rojo con el cumplido.

-Gracias, solo quiero que sepa que intento conseguir algún dinero para mis gastos.