Tres.

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Dejó aquel dibujo de vuelta en su cajón, olvidó por completo que lo tenía allí, pero cuando tuvo que sacar unos bocetos que quería reconstruir en este momento que tanto necesitaba, lo encontró y esos recuerdos volvieron a su mente.

Zayn estaba destruido, su Yaya, su mejor amiga y compañera, quien lo consentía, amaba como nadie y apoyaba en todo, acababa de partir.

Sufrió dos ACV en un solo día, sobrevivió a ello, pero había estado muy mal las últimas dos semanas en el hospital, los médicos ya les habían dado la triste noticia de que con su edad y con la gravedad que significaba tal enfermedad, había sido un milagro que siguiera con vida después de aquello, sin embargo, su agonía, para su suerte, se cortó la noche anterior cuando dió su último respiro.

Por un lado, estaba tranquilo, ya que finalmente había dejado de sufrir y también estaba feliz porque ella partió aferrada a su mano, fue como si lo hubiese estado esperando a él para poder irse en paz. Pero por otro lado, le mataba el dolor en su pecho, ya que hubiera deseado no perderla jamás. Había estado a su lado toda su vida y prácticamente vivía junto a ella, ya que pasaba más tiempo en su casa que en la suya propia.

Ella había sido quien le ayudó a montar su estudio y poder hacer lo que le gustaba, lo había acompañado en sus proyectos, fue su abuela quien pagó por sus clases y quién también aportó en su futuro para la universidad de arte. Fue por ello, que fue en busca de aquel primer cuadro en el que había retratado a su Yaya y que lo tenía guardado cómo una de sus obras más preciadas para él.

Pero este cuadro estaba algo maltratado por el pasar de los años, así que, como consuelo, había querido reconstruirlo.

Sus lágrimas volvieron a brotar de sus ojos, pero está vez fue por el revoltijo de sensaciones que se crearon al ver el intento de retrato que había hecho hace ya diez años de un pequeño Liam y de los recuerdos junto a él. Le dolía aún como el primer día.

Sus ojos se cerraron, dejando que las lágrimas cayeran por sus mejillas mientras el recuerdo más doloroso volvía a hacerse presente.

Hace días que no tenía noticia alguna de Liam, lo último que supo de él fue a traves de un mensaje en el cual le decía que no se sentía bien, que luego le contaría su problema y eso fue hace ya casi tres semanas, no se había atrevido a ir hasta su casa ya que no quería incomodarlo, pero no aguantaba más la incertidumbre, por lo que había faltado a clases ese día y tomó el bus para ir hasta la casa del castaño.

El mal presentimiento se incrementaba en su pecho al mismo tiempo que un nudo se creaba en su garganta cuando estuvo cerca de su destino. Bajó en la parada del bus y caminó por las calles que ya se conocía como a la palma de su mano hasta que llegó a la bonita casa con el jardín más hermoso que había visto en su vida.

Tocó el timbre, con su respiración agitada por los nervios, los segundos en los que tardaron en abrirle se le hicieron eternos, pero en cuanto la puerta se abrió, quien lo recibió no era la persona que él esperaba. Si tía Mary lo observó sorprendida por un segundo hasta que su cara se desfiguró a un gesto de dolor. Sus ojos rápidamente se cristalizaron y Zayn se sintió pequeño frente a aquella mirada.

— Hola, Tía, ¿Está Liam? —

Fue lo que preguntó y está solo tapó su boca con su mano libre y se corrió a un lado para dejarlo pasar. Extrañado, el moreno se adentro a la vivienda y subió directamente hasta el cuarto del ojimiel.

Hubiese deseado no hacerlo, hubiese deseado que su bus hubiera chocado y que la única víctima fatal fuera él. Porque cualquier otra cosa hubiera sido mejor que lo que se encontró apenas abrió la puerta.

El cuarto estaba vacío. No estaban sus fotos sobre el buró, no estaba su cubierta de Nirvana sobre la cama, no estaba su guitarra a un costado de ella, no estaban sus libros, sus comics, su chaqueta favorita colgada en la silla de su escritorio, no estaban sus posters colgados por doquier en las paredes.

Y no estaba Liam.

Su boca se secó, su respiración se cortó , sus piernas temblaron y su mano aferrada con fuerza al pomo de la puerta fue lo único que lo mantuvo de pie.

— ¿Liam? — susurró en un hilo de voz, casi inaudible.

— Liam se marchó, Zayn. — respondió su tía detrás suyo.

Y su mundo se derrumbó.

Un doloroso sollozo se escapó de sus labios mientras se dejaba caer arrastrándose por la pared detrás suyo, no podía aguantar el dolor otra vez, era como si todo se le hubiera juntado, la muerte de su abuela, el horrible recuerdo de Liam, sentía que estaba jodido, está vez de verdad, porque ahora no tenía a la persona que lo había consolado cuando se sentía morir.

Tapó su rostro con sus manos y lloró todo lo que se había aguantado al llegar a su casa y consolar a su madre que estaba igual que él, pero tenía que ser fuerte por ella, desde que se había separado de su padre, era Zayn quien estaba su lado y ahora con la pérdida de su madre, no quería imaginar cómo se sentiría su progenitora, aunque tal vez, ambos llevaban el mismo sufrimiento.

— ¿Cariño? — escuchó desde lejos, hasta que sintió unos brazos rodeando sus hombros y no hizo más que atinar a corresponder el abrazo con todas sus fuerzas, dejando salir más sollozos y el dolor, necesitaba sacarlo, porque ya era demasiado. — tranquilo, mí cielo, estoy aquí.

— ¿Por... Por qué tuvo que irse, mamá? — preguntó con el corazón roto, preguntaba por ambos.

Por su Yaya y por Liam.

— La vida es un ciclo, mí amor, al menos sabes que se fue sabiendo que era amada, que se fue con amor y con tranquilidad, tú estuviste ahí, mí vida, tú la despediste y no hay nada más hermoso que partir con amor. — respondió su madre con ternura tomando el rostro de su más preciado regalo entre sus manos.

— Duele...

— Lo sé, mí niño, lo sé. Pero ahora está descansado en paz. — Barrió las lágrimas de su pequeño con sus dedos y se puso de pié. — vamos, mí amor, tienes que descansar, mañana será un largo día.

Solo pudo asentir y tomó la mano que su madre le extendia para ayudarle a levantarse y luego ambos abandonaron el altillo.

Zayn intentó conciliar el sueño toda la noche, pero solo cuando comenzó a ver la luz del sol al alba fue cuando sus ojos hinchados y llorosos se cerraron.

If I got you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora