Pienso en ti como un hermano aunque eso suene tonto.
Mi madre me invitó a comer a su casa y grande fue mi sorpresa verte ahí, te saludé porque no podía ser descortés en frente de mí progenitora.
— Woong, YoungJo me dijo que hace tiempo no te veía — comentó mi mamá en la cocina, la ayudaba mientras tú estabas en el jardín ayudando a podar. Y no mentias, después de esa noche dormimos juntos pero desperté solo y dejaste de buscarme, decidí que eso fue lo mejor para ambos por eso yo tampoco te busqué.
— Ah — dije metiendo al horno lo que quedaba cocinar — No tenia tiempo para hablar con él ni verlo, es por el trabajo — mentí con una sonrisa y ella me miró con incredulidad.
— Pensé que habían peleado o algo así —
— ¿Pelear yo, con YoungJo? — reí de mi mentira — Jamás, él y yo somos como hermanos — irónico pensar eso.
Mi mamá dejó de cuestionarme sobre ti y agradecí eso. Pasé todo el almuerzo incomodo con tu presencia y noté que era recíproco, así que te fuiste a penas tuviste oportunidad, no voy a negar que me sentí mal con eso.
GeonHak me llamó pues quería hablar conmigo, fui con él a un restaurante que me gustaba mucho. Me atendió todo el momento aunque tenía curiosidad sobre su citación.
— Sabes Woong, llevamos tiempo saliendo — me dijo tomando mis manos y me sentí un poco abrumado, no quería hacer sentir mal a GeonHak pues se había comportado muy bien conmigo.
— Lo siento — dije antes que siguiera con su discurso. Él me miró y tardó unos segundo en procesarlo, asintió con los ojos cerrados — me agradas mucho Hakkie pero no te puedo ver como algo más, no tienes nada de malo pero sabes que en el corazón nadie manda — dije un poco triste y apenado con él. Me comprendió y me dijo que agradecía mi sinceridad, tomamos las cosas bien y sin resentimiento.
Cuando me dejó en mi casa, me puse a reflexionar sobre todo lo que nos había pasado y en cómo antes de verte con esa chica nosotros eramos muy unidos pero ahora todo era diferente.
No te podía reclamar nada porque para ti, nunca me hiciste daño.