10. Capítulo Diez

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Expectantes por el desafío, los presentes aguardaban lo que Ji Eun pediría a Jungkook. Dahyun, recomendó que fuera verdaderamente desafiante para culminar el juego. La chica asintió entre sonrisas coquetas y divertidas.

Lisa maldijo para sus adentros y sabía que lo que más temía estaba apunto de suceder.

—Listo.—habló Ji Eun en inglés. —Voy a ir en dirección a lo que me dijiste.— agregó guiñando un ojo coquetamente. 

Jungkook sonrió divertido, como si hubiera esperado aquello.

— Sí.— respondió satisfecho.

Lisa deseaba marcharse ¿En que quedaba esa burbuja que habían construido en el evento? ¿Realmente era un casanova? Se sentía tan frustrada consigo misma.

—Te reto a que beses a la chica más bonita de aquí.—Ji Eun desafió a Jungkook.

Los que comprendieron el desafió quedaron con los ojos como platos. Jungkook sonrió, y asintió.

—¿Qué dijo?—preguntó Jisoo sin entender el inglés. 

Taehyung y los presentes se unieron a la duda de Jisoo.

Lisa observa como Ji Eun se prepara asumiendo que el desafío tenía relación directa con ella. Y eso lleno de preguntas a Lisa ¿Qué demonios le había preguntado? Estaba ardiendo de celos y se sentía avergonzada por lo que dejó de mirar a los tortolitos.


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Los gritos se escucharon en toda la habitación, Lisa no quiso ver que pasaba hasta que logró ver unos pies parados frente a ella. Alzó la mirada con el corazón latiendo en sus oídos y él estaba allí. Jungkook se arrodilló frente a ella para estar a la altura de su rostro, Lisa tragó duro,  no esperó en absoluto ese desenlace y su vida se había trasladado a una escena de película. Definitivamente alguien se estaba divirtiendo haciéndola sufrir y haciéndola feliz con la misma pluma.

—¿Qué demonios?— se escuchó maldecir a Ji Eun desde atrás.

—Ohhhhhh—exclamaron los presentes.

Jungkook estaba temeroso por la reacción de Lisa.

—¿Puedo?—preguntó con un tono seductor en su voz. 

Lisa no podría ser capaz de abrir más los ojos. Y con el corazón latiendo a mil, asintió levemente.

Jungkook la tomó de la barbilla y con suavidad elevó su mentón para quedar frente a frente con una escasa distancia separando sus rostros. Todo desapareció cuando sus miradas se cruzaron, y de alguna manera el infinito se hizo carne entre ellos. Los gritos de ánimo hicieron que esa burbuja íntima no se sintiera como tal, es por ello, que Lisa cerró los ojos avergonzada cuando sintió que la iba a besar con todo el afán reclamando.

Jungkook sonrió dulcemente al ver sus regordetas mejillas ruborizadas por completo. Le resultó más que encantador su manera natural de timidez, se preguntaba cómo no era consciente de que era la chica más bonita del lugar; del país, y definitivamente del universo. Sonrió al verse victorioso de esa jugada anticipada. 

Ji Eun era agradable pero demasiado vanidosa, y como tal, Jungkook anticipó que generaría la ocasión para obligarlo a besarla y mofarse de ello. Supo leer que optaría por decir una verdad solo para que él pudiera susurrar algo a su oído. Y jugó sucio solo para hacerla caer.

Una mente soñadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora