Dejate del Pasado.

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Gavi:

—No puedo creer que me convencieras de venir a esto — dije mientras me bajaba del coche de Fermín.

—Anímate hermano, estamos en Sevilla y en Sevilla siempre hay fiesta — soltó Fermín.

Caminamos hacia la casa donde era la fiesta. Mientras más nos acercábamos más fuerte se escuchaba la música.

—Venga entremos — dijo casi a gritos.

Asentí con la cabeza y entramos a la casa. La casa estaba que estallaba de gente bailando y bebiendo.

—Iré por algo de beber — dijo por lo alto de la música — ve a buscar a los chicos.

—Vale — casi grité.

Fermín se fue para donde estaban las bebidas y yo seguí caminando para buscar a los chicos. No encontraba a los chicos así que fui hacia el patio buscándolos.

Al salir los pude ver a lo lejos platicando. Me acerqué a ellos y los saludé.

—Ey pero mira quien es — dijo Alejandro dándome un abrazo que lo recibí con gusto.

—¡Hermano! — gritó Mario dandome también un abrazo — ¿Y Fermín? — preguntó.

—Fue a buscar bebidas y me mandó a buscarlos — me encogí de hombros.

—Miren a quien en encontré — dijo por lo alto Fermín.

Me di la vuelta para ver a Fermín ya que llegó por detrás de mí. Al darme la vuelta me encontré a Fermín y a una amiga suya.

—¡Hola Athenea! — la saludaron Mario y Alejandro.

—Hola chicos — saludó a los chicos.

Athenea puso su vista en mi y yo no pude evitar mirarla.

—Hola Gavi — saludó.

La ignoré solo la miré.

¿Como es que puede estar así,como si aún siguiéramos siendo amigos?.

—Ire a buscar otra cosa de beber — no espere una respuesta de los demás.

Caminé hasta estar adentro de la casa, al entrar a la cocina me encontré con Ana y sus amigas.

—¡Gavi! — gritó por arriba de la música.

Me acerqué a ella y la saludé con un beso en la mejilla y también a sus amigas.

—¿Qué haces acá? — preguntó.

—Eh...vine con los chicos — respondi.

—¿Gavi podemos hablar? — dijo una voz por detrás de mí.

—Ey por fin apareces — le dijo Ana.

—Si estaba con los chicos — soltó Athenea que no me quitaba los ojos de encima —¿Podemos hablar?.

Trate de ignorarla de nuevo pero no pude por qué me tomó de la mano y me jaló. Caminaba tras ella, íbamos hacia afuera de la casa.

Al salir nos fuimos entre los coches donde ya no se escuchaba la música.

—¿Cuanto? — soltó.

La mire con el ceño fruncido.

—¿Cuántos años más van a pasar y vamos a seguir igual? — preguntó.

Dime ¿Qué somos? | GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora