꧁𝐼𝑛𝑡𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑐𝑖𝑜́𝑛꧂

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En los días turbulentos previos a la Danza de los Dragones, el mundo de Westeros se hallaba en un delicado equilibrio. La sucesión al Trono de Hierro, siempre un tema de intensas disputas y conspiraciones, se complicaba aún más por los intrincados lazos familiares y las secretas alianzas que unían a las casas más poderosas. En medio de esta complejidad, destacaba una joven cuya existencia prometía influir de manera decisiva en los eventos venideros: Naerys Velaryon.

Naerys, con apenas once años, era la hija mayor del matrimonio entre la princesa heredera Rhaenyra Targaryen y Ser Laenor Velaryon. Aunque era una digna representante de ambas casas, los rumores susurrados por los corredores del Red Keep y Marcaderiva contaban una historia distinta. Se decía que tanto ella como sus hermanos menores —Jacerys de nueve años, Lucerys de siete y el pequeño Joffrey— eran en realidad hijos de Ser Harwin Strong. Este secreto a voces era conocido por muchos, pero en aras de mantener las apariencias y evitar conflictos mayores, tanto la familia Targaryen como la Velaryon decidieron callar y continuar con la farsa.

Naerys destacaba no solo por su linaje, sino también por su carácter y presencia magnética. Era obstinada y poseía el mismo temple indomable de su madre, la princesa Rhaenyra. Inquieta e inteligente, Naerys siempre tenía una sonrisa en los labios, y su risa era una melodía que resonaba en los pasillos del castillo. Tenía un carisma natural que atraía a la gente como polillas a la llama, y su presencia irradiaba una luz casi mágica, un aura que inspiraba confianza y admiración en aquellos que la conocían.

Sus ojos, rasgados y de un color avellana que recordaba a las profundidades de los bosques, parecían capaces de ver más allá de lo evidente. Enmarcados por cejas rojizas que se fruncían cuando estaba absorta en sus pensamientos, estos ojos eran un reflejo de su astucia y cautela. De estatura alta y complexión robusta, Naerys poseía una larga melena rojiza que caía en rizos naturales hasta sus hombros, brillando al sol como si estuviera hecha de fuego y oro.

Entre todos sus familiares, Naerys era especialmente cercana a su padre, Ser Laenor Velaryon. Aunque las preferencias sexuales de Laenor eran un secreto a voces, su amor por Naerys era genuino y profundo. Ella también gozaba del afecto y la indulgencia de sus abuelos. El rey Viserys Targaryen, su abuelo materno, y Lord Corlys Velaryon, su abuelo paterno, la adoraban y la consentían en todo lo posible, reconociendo en ella no solo la esperanza de sus linajes, sino también una fuerza que podría ser crucial en los tiempos oscuros que se avecinaban.

Naerys, con su mezcla única de fragilidad infantil y precoz madurez, soñaba con un futuro donde pudiera forjar su propio destino, libre de las intrigas que acechaban a su familia. Sin embargo, en un mundo donde el poder y la ambición dictaban cada movimiento, su camino estaría lleno de desafíos y decisiones difíciles. Pero con la tenacidad heredada de su madre y la lealtad inquebrantable de sus seres queridos, Naerys Velaryon estaba destinada a dejar una huella imborrable en la historia de los Siete Reinos.

Naerys 11años:

Naerys 11años:

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꧁𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝑫𝒓𝒊𝒇𝒕𝒎𝒂𝒓𝒌꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora