Naerys se encontraba en su habitación, rodeada de sus muñecas. Les hablaba y les asignaba roles en sus elaboradas historias de caballeros y dragones. Peinaba con cuidado a una de sus muñecas, imaginando que era una noble dama en una tierra lejana. La tranquilidad de su juego fue interrumpida cuando vio pasar al joven príncipe Aemond Targaryen por el pasillo.
Aemond, el tercer hijo de su abuelo el rey Viserys y su esposa Alicent Hightower, tenía una reputación de ser solitario y decidido. Naerys sabía que Aemond aún no tenía un dragón y que siempre buscaba uno, desafiando a menudo los límites impuestos por los adultos. Esta vez, estaba cubierto de hollín, como si se hubiera caído por la chimenea. Naerys frunció el ceño, intrigada.
Naerys: (mirándolo mientras peinaba a su muñeca) Hola, Aemond.
Aemond la ignoró por completo, sin siquiera voltear a verla, y siguió caminando con el ceño fruncido. Naerys lo observó un momento, luego se encogió de hombros.
Naerys: (murmurando para sí misma) Grosero.
Naerys continuó con su juego, hablando en voz alta a sus muñecas.
Naerys: (con voz teatral) "Y entonces, la valiente princesa se enfrentó al dragón, sin miedo en su corazón..." (haciendo una pausa, mirando la puerta por donde Aemond había desaparecido) Aemond siempre está buscando un dragón. ¿Qué estará tramando ahora?
Decidida a no dejarse afectar por el desaire de Aemond, Naerys se levantó y dejó sus muñecas a un lado. Decidió seguirlo discretamente, su curiosidad picada por su estado cubierto de hollín.
Al doblar una esquina, lo vio entrando en una de las áreas prohibidas para los niños, donde los viejos túneles de la Fortaleza Roja llevaban a las chimeneas y a otras zonas peligrosas.
Naerys: (en voz baja para sí misma) ¿Qué haces, Aemond?
Se acercó sigilosamente, intentando no hacer ruido. Al ver que él no miraba hacia atrás, se sintió más valiente y aceleró el paso hasta quedar a una distancia prudente.
Aemond: (gruñendo para sí mismo) ¡Tiene que haber un dragón en algún lugar aquí!
Naerys escuchó sus palabras y sonrió, entendiendo su desesperación por encontrar un dragón propio.
Naerys: (en voz alta, sorprendiendo a Aemond) No encontrarás un dragón en las chimeneas, Aemond. Están en la fosa de los dragones.
Aemond: (girándose abruptamente, molesto) ¿Qué haces aquí, Naerys? Este no es lugar para una niña jugando con muñecas.
Naerys: (cruzando los brazos) ¿Y para un príncipe cubierto de hollín sí lo es? Solo estaba preocupada. Podrías haberte lastimado.
Aemond: (mirando a otro lado, avergonzado) No necesito tu preocupación. Yo puedo manejarme solo.
Naerys: (suavizando su tono) No digo que no puedas. Solo quería ayudar. ¿Por qué no buscas a tu padre? Podría ayudarte a encontrar un dragón.
Aemond: (suspirando) No es tan simple. Nadie me entiende. Todos tienen su dragón excepto yo.
Naerys: (acercándose) Te entiendo, Aemond. Sé lo que es querer algo tan desesperadamente. Pero los dragones no se encuentran en los túneles oscuros. Ellos eligen a su jinete, y tu momento llegará.
Aemond: (mirándola con desconfianza) ¿Por qué te importa?
Naerys: (sonriendo) Porque somos familia, Aemond. Y porque sé que todos tenemos nuestro propio camino. Además, me gusta ayudar.
Aemond: (reflexionando) Tal vez tengas razón. Pero no quiero esperar. Quiero mi dragón ahora.
Naerys: (tocándole suavemente el brazo) La paciencia es difícil, lo sé. Pero mientras esperas, podemos encontrar otras aventuras. ¿Quieres venir a jugar conmigo? Puedo mostrarte mis historias de caballeros y dragones.

ESTÁS LEYENDO
꧁𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝑫𝒓𝒊𝒇𝒕𝒎𝒂𝒓𝒌꧂
FanfictionEn este fanfic de "House of the Dragon", las princesa Naerys Velaryon enfrentan las complejidades de su linaje Targaryen-Velaryon, marcado por secretos y apariencias. Criada para ser la próxima reina de los 7 reinos, comparte un vínculo cercano con...