-No puede ser que te tenga que soportar...
-Tenemos que hacerlo por ellos...
•••
-Antes te odiaba.
-...
-Ahora te odió más...
Atenea y Gavi tienen que verse casi todos los días, y más por sus dos mejores amigos, quienes se han enamorado perdidamente...
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Atenea
Hoy era un día normal, como cualquier otro.
Ya había sonado el timbre el cual era para salir al receso, ya no aguantaba a la vieja de matemáticas.
—Te lo juro que ya no la soporto —dijo mi mejor amiga, Zoe al ponerse al lado de mi.
—Tranquila ya solo dos falta dos años más y nos vamos —dije sonriendo, mientras que ella me dedicaba una mala cara.
—¡Atenea! ¡Zoe! —ambas volteamos a ver quien nos había gritado, Aaron.
—¿Mande? —hable cuando el llego a nosotras todo agitado.
— T-tienen que ver la pizarra —tartamudeó.
Zoe y yo nos miramos completamente confundidas, comenzamos a caminar por todo el pasillo, con Aaron detras, cuando llegamos a la pizarra me quería desmayar cuando mire mi nombre en la lista de intercambio, en cambio mi mejor amiga, tenia una expresión que no podía ni describirla.
Y lo peor de todo, es de que nos intercambian por alumnos de Barcelona.
—Ni de chiste voy a Barcelona —dije enojada, mientras todos nos miraban murmurando cosas—, vamos Zoe.
Tome del brazo a Zoe arrastrándola hacia la dirección, cuando llegamos la secretaria dijo que el estaba ocupado, pero no me importo y entre a la oficina.
—¡¿Por qué me puso en la lista de intercambio?! —dije golpeando el escritorio con mis manos.
—Señorita Atenea, no puede entrar así como así en mi oficina, por más famosa que sea en el mundo, no puede hacer eso —dijo el director ya enojado por mi actitud.
—Mi fama no tiene nada que ver, solo quiero que me quite de la lista de intercambio.
—No entiendo porque lo hizo, nosotras hablamos con usted que en ningún momento hiciera eso —hablo Zoe.
—Lo siento pero no puedo quitarlas de la lista, ustedes son unas de mis mejores estudiantes, las fichamos creyendo que no las aceptarían, pero no fue así...
Ya estaba que quería arrancarle los pelos al director, pero no tiene.
—Barcelona es su ciudad de origen, no entiendo en que les afecta tanto, sus padres estan en España —trato de resolver.
—Exacto estan es España, pero no en Barcelona —dijo esta vez Zoe.
—Nuestros padres se mudaron a otra ciudad, no tenemos a nadie.
—Pues ese sera su problema, mañana por la mañana, es su vuelo para Barcelona, y si no van, ya no vuelven a estudiar ninguna universidad, que no sea esa —me miro el—, es eso o nada, lo siento.
El director se volteó, y saco dos carpetas y nos la entrego a cada una.
—Aqui estan sus papeles, también va su boleto de avión, y sus llaves de su apartamento —dijo dándonos las llaves—, espero y tomen la decisión correcta, pueden retirarse.
Maldito hijo de perra.
Zoe me jalo del brazo indicando que nos fueramos, y así fue.
Nos fuimos directo al baño, ya no pude más y explote en llanto.
—Yo se que ahora mismo estas reviviendo todos tus malos recuerdos, pero tenemos que ir —trato de consolarme—, sabes que en algún momento tendremos que ir...
—Lo se...
—Si no fuera por esto, iríamos por uno de nuestros conciertos, tenemos que volver, tienes que vencer ese miedo Nhea...
Tenía razon, tenia que vencerlos, pero no podía, se que ella trata de ayudarme a olvidar todo eso, pero por más que intento no puedo, tampoco quiero que ni un hombre se me acerque, tengo miedo de que me vuelva a pasar eso.
No creo que nadie pueda hacer que olvide esos horribles recuerdos...
—¿Que dices Nhea? —me quito algunas lagrimas—, ¿nos vamos del aburrido Miami?
—Vamonos... —dije sin pensarlo, aun que se que algún dia me voy a arrepentir.
